El UB Conquense logra el ascenso a Segunda RFEF con protagonismo almeriense

Almería/La Unión Balompédica Conquense logró hace unas semanas el ascenso a Segunda RFEF en un curso sobresaliente que le ha permitido liderar de principio a fin el Grupo XVIII de la quinta categoría del fútbol español. Al frente de este equipo hay un almeriense que ha logrado guiar a este equipo a lo más alto: Rober Gutiérrez. A sus 34 años, el preparador ha devuelto al cuadro manchego a una categoría en la que no estaban desde hace un lustro.

La trayectoria del entrenador en Cuenca comenzó hace dos temporadas. Anteriormente, sus primeros pasos al frente de un equipo fueron en el juvenil del CD Alcoyano, club en el que además estuvo en la dirección metodológica del fútbol base y en la secretaría técnica del primer equipo. En la temporada 2021/22, el técnico ejidense volvió a casa para dirigir al Berja CF, en el que consiguió la permanencia en División de Honor Andaluza.

En aquel equipo también estaba Jesús Rubia, preparador físico almeriense que está en el cuerpo técnico de Rober Gutiérrez desde entonces. Natural de Aguadulce, su primer contacto con un equipo de fútbol fue con el UCAM de Murcia en su etapa en Segunda División, con José María Salmerón como entrenador. Posteriormente, estuvo en la UD Almería, con etapas en el primer equipo masculino y femenino, filial y juvenil División de Honor, coincidiendo con entrenadores como Fernando Soriano, Fran Fernández y Carlos Hinojo.

En el primer curso en la UB Conquense, el equipo se quedó a un punto de jugar la promoción de ascenso. En declaraciones para Diario de Almería, Rober Gutiérrez señala tres pilares fundamentales para explicar el éxito de esta temporada: “La renovación del bloque del curso pasado, en el que continuaron hasta 12 jugadores, acertar con el perfil de los fichajes y un buen vestuario”.

Un equipo en el que hay también dos almerienses: Luca Lohr y Coba. Ambos coincidieron con Rober en el Berja y fueron dos refuerzos la temporada que firmó con el Conquense. El central ha sido uno de los jugadores vertebrales del equipo, siendo el futbolista de campo con más minutos. Por su parte, el atacante es definido por el entrenador como un perfil “con buenas capacidades y diferencial de tres cuartos hacia delante”.

Por si no fuese poco, el utillero también es almeriense. Alfonso Fernández llegó a Cuenca hace casi una década para cursar los estudios de Periodismo. Tras hacer las prácticas en el club, le ofrecieron quedarse como fotógrafo y utillero y continúa en la ‘ciudad encantada’.

No obstante, la representación conquense es muy destacada también en este equipo, con un tercio de la plantilla (siete de 21 jugadores) nacida en Cuenca. Rober Gutiérrez destaca que "esesentimiento de pertenencia es muy importante". Un conjunto que ha logrado un ascenso fundamentalmente por su solvencia en La Fuensanta, feudo del cuadro manchego. La UB Conquense es el sexto mejor local de Europa, con quince victorias y solo dos empates en 17 partidos (92,15% de los puntos conseguidos).

Rober Gutiérrez asegura que “gran parte de los objetivos que se marcan al inicio de temporada tienen que pasar por casa” en una campaña que define como “inmejorable”. Jesús Rubia, en la misma línea, piensa que las claves han sido “la humildad, el trabajo y un estado de confianza muy grande”.

Dentro de los guarismos de este equipo a lo largo de las últimas dos temporadas, otra de las características más llamativas es el trabajo defensivo. El equipo ha logrado 40 porterías a cero en 63 partidos. “Ha sido una pasada, una locura”, insiste Rober Gutiérrez. En este curso, además de ser el campeón del grupo, la UB Conquense ha sido el equipo más goleador, el menos goleado y entre sus filas está el Zamora (Raúl Bernabéu) y el Pichichi (Jairo Cárcaba).

Una rotundidad en un grupo en el que “hay proyectos en los que hay muchísimo dinero invertido”, con históricos como el CD Toledo, Quintanar del Rey o Puertollano, o equipos recién descendidos de Segunda RFEF como el Socuéllamos. Los contextos son “similares” a lo que ocurre en el grupo andaluz, en una temporada que acaba siendo “larga e intensa”. Como explica Jesús, lo que han buscado todas las semanas desde el cuerpo técnico es “llegar al máximo a nivel físico y a nivel de trabajo”, ya que “no puedes tomarte una semana de respiro por mucho que sea Tercera RFEF”.

El objetivo de cara a los siguientes años es seguir creciendo a nivel de club, pero también en lo referido a la afición. “Cuenca es una ciudad que está dormida, ya que hay mucho desencanto a pesar de ser un histórico con 76 años de recorrido en el fútbol. El equipo no tiene esa masa social que realmente creo que merece la ciudad”, confirma Rober Gutiérrez.

A pesar de ese margen de mejora, el técnico ejidense define a los seguidores como “inmejorables”. Ellos han sido los que han disfrutado de un histórico curso que se definió, como no podía ser de otra forma, en La Fuensanta. Una victoria contra el CD Tarancón (3-0) fue la guinda de la temporada en la que, matemáticamente, se consiguió el ascenso. Dos jornadas después, contra el CD Azuqueca (4-0), los jugadores de la UB Conquense alzaron el título liguero.

Un sobresaliente trabajo de un cuadro liderado por tres almerienses en el cuerpo técnico y dos almerienses sobre el terreno de juego. Un éxito en tierras conquenses que también se celebra en una provincia que produce talento tanto a nivel futbolístico como a nivel de dirección de campo.