Colchoneros de Almería
El mismo partido que se perdió en Liga, con penalti fallado y rojas canarias, ayer dio acceso a la final
Por si alguno se había perdido el partido de vuelta de la temporada regular, Almería y Las Palmas tuvieron el placer de volver a ofrecer el espectáculo. Si sufrieron poco aquella gélida noche y al final se fueron cabreados, ayer le dieron más caña todavía a su corazón aunque al final rieron. Bueno, rieron si su miocardio todavía seguía ejerciendo su función de bombear sangre.
Lo tenía claro. A los 2 segundos ya se vio a lo que iba a jugar Las Palmas: fue sacar de centro el equipo insular y antes de que Charles diera la primera zancada en busca de presionar el pelotazo inicial, Vicente Gómez le hizo un placaje. Pese a que la necesidad era amarilla, Lobera planteó un encuentro de mucha fortaleza en la medular . Al Almería le entró el nervio por la responsabilidad. Tras el descanso y en la prórroga los rojiblancos estuvieron más sosegados, más convencidos de su corta, pero importante ventaja.
No vio una. David García cometió falta en todos y cada uno de los saques de banda que realizó. Siempre levantaba el pie de apoyo, cuando los dos pies deben estar en el suelo. No es un error clamoroso, pero sí que sacaba beneficio a la hora de impulsarse.
Pelotazo de Atouba. Como no veía lo que hacía el lateral derecho al sacar de banda, su homólogo de la zurda decidió darle un pelotazo por si tampoco se daba cuenta que era él. Obviamente, fue sin querer cuando Atouba trataba de desplazar el balón al otro costado y rápidamente le pidió perdón a López Acera.
Los campos. Normalmente el Almería suele atacar en la primera parte hacia el fondo sur, la portería que ayer defendió de inicio. Lo hizo porque Las Palmas ganó el sorteo y escogió el campo contrario para que a Barbosa le molestase el sol lo menos posible. En la prórroga, que vuelve a haber sorteo de campos, Esteban sí que estuvo en la primera parte bajo los palos del fondo norte.
Rojiblancos al poder. Es curioso, pero Almería y Girona, que visten igual, han apeado a dos conjuntos amarillos. ¿Superstición?
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