Vía Augusta
Alberto Grimaldi
Política decente
VOLEIBOL | SUPERLIGA
Almeríaº/Día 24 de abril de 2010. Final de la Superliga. El Teruel delante, como casi siempre. En aquel momento, CAI. Era sábado, y habían jugado también el viernes, ambos días con el mismo resultado de 2-3. Estaban en las filas ahorradoras los Delgado, Sevillano, Olteanu, Viciana, Nogal, Valido, Salvador, Rodríguez… más los extranjeros Koržeņevičs, Denmark y, curiosamente, los canadienses Howatson y Soonias. Fue el último partido en casa de Carreño como primer entrenador de los verdes, completando en esa etapa primera un año y medio en el puesto. Este sábado, día 7 de octubre de 2023, regresa el técnico almeriense encabezando un proyecto que quiere ilusionar desde el principio.
Roza los 5.000 días el intervalo entre ambos periodos, aquel su primera experiencia como el máximo responsable en un banquillo, y este con mucha experiencia acumulada. Está a horas de recibir una tormenta de sensaciones, y lo afronta con "felicidad de poder volver a casa, hacer mi trabajo en casa", textualmente, además de "una responsabilidad, puesto que la historia del club se merece que haya un buen trabajo y que este equipo esté arriba y luche por ganar el campeonato".
Todo ese bagaje acumulado está al servicio del club: "Esto me ayuda a afrontar esto con la seguridad de tener claro lo que tengo que hacer, cómo quiero orientar mi trabajo, querer crear una identidad propia del equipo y trabajar para que esa identidad se refleje en todos los partidos. Así me siento antes de afrontar ese momento, con ese toque de nerviosismo, claro, que me hace estar vivo y despierto". Se siente muy bien respaldado por sus jugadores, un plantel creado según su idea tanto de presente como de futuro: "La palabra es 'ansioso', así está nuestro equipo, por mostrar lo que tenemos a día de hoy; los chicos han trabajado bien en pretemporada y esta ha sido una semana intensa".
No deja de reconocer que "todavía le queda mucho por desarrollarse a nivel tanto técnico, como táctico, como físico", pero tiene "la sensación de que los jugadores dentro del campo empiezan a conocerse entre ellos, empiezan a crear esas relaciones interpersonales que son tan necesarias para que un equipo funcione". A esto suma que los ve "muy ilusionados con muchas ganas de jugar el primer partido en casa, el primer partido de la temporada, queriendo demostrar que deseamos ser un equipo importante".
Carreño, eso sí, ha advertido de la dureza de esta primera jornada por el potencial rival: "Jugamos contra un adversario que los últimos años está jugando muy buen voleibol y que está haciendo una gran pretemporada". Sobre el Léleman Conqueridor ha relatado que "es un equipo que guarda básicamente la columna del año pasado, está subiendo responsabilidad a los jugadores jóvenes que hay en su plantilla y seguramente nos lo va a poner muy difícil".
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