Blaszczykowski, o cómo sobrevivir a la tragedia

Cuando Jakub Blaszczykowski marcó el gol polaco ante Rusia y alzó las manos en dirección al cielo, muchos adivinaron el carácter redentor que puede llegar a tener el fútbol. Blaszczykowski fue nombrado jugador del partido después del espectacular tanto que significó el empate de Polonia, todavía muy viva en la Eurocopa en buena parte gracias a ese gol.

El jugador del Borussia Dortmund celebró el gol arrodillándose y alzando las manos. Algunos aseguran incluso que lo vieron llorar. En ese momentos, Blaszczykowski sólo pensaba en aquella horrorosa escena infantil, en un trauma que marca una vida. Blaszczykowski se decidió recientemente a hablar abiertamente sobre un incidente angustioso. Siendo un niño de 11 años, vio a su padre apuñalar a su madre, Anna, hasta la muerte. "Nunca voy a entender por qué sucedió. Yo siempre me pregunto por qué. Hasta el final de mi vida voy a tener que vivir con esto", afirmó.

Durante mucho tiempo fue algo que prefirió ocultar el jugador apodado Kuba por los fans del Dortmund. Pero como capitán de Polonia en la Eurocopa se dio cuenta de que él sería el foco de atención y de que, probablemente, se le preguntaría por su pasado. "Al principio de mi vida era algo que nunca quise mencionar. Traté de olvidarlo, pero no pude. Pero ahora estoy lo suficientemente maduro para hablar de ello", dijo. Su padre, Zygmunt, pasó 15 años en la cárcel por el crimen y murió el mes pasado con 56 años. Blaszczykowski nunca volvió a hablar con su padre desde el asesinato, pero asistió a su funeral.

Kuba y su hermano mayor se criaron con su abuela. Hasta un año después de la muerte de su madre, Blaszczykowski no jugaría de nuevo al fútbol. Pero fue persuadido por su tío Brzeczek Jurek, un ex capitán de Polonia, para volver a intentarlo. Ahora, cada vez que marca un gol recuerda a su madre. "Ella me está cuidando. He tenido algunas dificultades en mi vida, pero yo he vencido a todas ellas y creo que es porque mi madre está en algún lugar y me ayuda", explica.

Blaszczykowski y Polonia ya saben que su destino en la Eurocopa está en sus propias manos. Si vence a la República Checa el sábado estará en los cuartos de final. "La situación del grupo es interesante. Ni siquiera Rusia tiene asegurado el pase. Todo está abierto, pero lo sucedido ya es historia. Estamos centrados en lo que viene y haremos todo lo posible para vencer a la República Checa", asegura.

Kuba es hoy el héroe nacional de Polonia. Como resumió el diario Fakt, el más popular del país: "Rusia marcó el primer gol, pero Dios nos envió a Kuba Blaszczykowski".