Berenguel pronuncia el discurso de la cabeza alta

VOLEIBOL

El técnico de Unicaja pide analizar en frío la Copa del Rey para sacar lo que hay de positivo, recuperándose para la Challenge Cup ante Saaremaa

Manolo Berenguel, técnico del Unicaja Costa de Almería
Manolo Berenguel, técnico del Unicaja Costa de Almería / D.A.
Redacción

10 de febrero 2020 - 16:55

Almería/Hay que reponerse de estas caritas que se nos quedan después de perder la final, y hay que estar orgullosísimos a la vez, porque se ha hecho un trabajo espectacular después de una semifinal muy bronca y sin jugar absolutamente nada bien”. No es un comentario, es una orden de un entrenador que no tiene nada que objetar a toda la entrega de sus jugadores: “Conseguir pasar a la final, de ese modo, con el equipo un poco mermado, y jugar como se ha jugado, la verdad es que chapó”. Tampoco es lo políticamente correcto, porque Manolo Berenguel no se caracteriza por los paños calientes, ni mucho menos, y se sabe que es sincero cuando se autodefina “súper contento en ese aspecto”, añadiendo que “hay que sentirse muy orgulloso de todos y cada uno de los que componen la plantilla, porque han hecho un esfuerzo enorme”. Claro que habrá tiempo para el análisis, pero la principal lectura es buena.

Es más, se puede y se debe enmarcar esta Copa del Rey en un contexto muy poco favorable: “Venimos durante toda la temporada arrastrando muchos problemas con temas de lesiones, ahora competición europea, calendario, cambio de balón… van sumándose cositas y se nos pone la situación cuesta arriba, así que llegar a la Copa del Rey con 10 jugadores y al final dar espectáculo, plantar cara, estar a la altura, es digno de estar orgulloso”. Además, se apuntala el argumento de que este Unicaja Costa de Almería “sin duda puede dar más, por actitud, por compromiso”. Y sí, se cae en la final, pero “en un buen partido, tratando de tú a tú a Teruel, consiguiendo llevarlos a un tie-break y haber estado a la altura, partido que podría haber ganado cualquiera de los dos”. No hace falta que diga nada a sus jugadores individualmente, “si nos ponemos a mirar los números, ha habido algunos que no han rendido como nosotros esperábamos, y si hubiesen crecido esos números posiblemente la historia se hubiese cambiado”, pero “aquí nadie se tiene que sentir responsable ni culpable”.

Berenguel recuerda “una lectura que hay que hacer”, y es la de que Unicaja Costa de Almería “pierde un título haciendo más puntos que el rival”, 107 frente a 106, “un consuelo de tontos porque no sirve para nada, pero sí dice que la realidad del partido está clara; el vóley es así, la puntuación es así, pero nos vale tenerlo en cuenta”. Y es que sí ve a su equipo como “un campeón sin título” en una Copa del Rey en la que ensalza que “ha ganado el vóley, claro que sí, sobre todo por la trayectoria que ha tenido el torneo, que ha sido espectacular, con cuatro de los cinco partidos en el tie-brek, y eso al final es un espectáculo para el público y hace que este deporte sí crezca”. Va en contra de lo deseado por los entrenadores, “ganar con contundencia lo antes posible”, pero “es cierto que de cara al aficionado el vóley ha crecido”.

Respecto al grupo, “todos y cada uno de los jugadores han estado genial, como el propio Ignacio, que no ha sido participativo en la final y siempre ha estado arropando y apoyando a sus compañeros”. Una clave de futuro es que “todos estamos unidos” y eso conduce que “a pesar de las caras tristes, nos vamos con buenas sensaciones y yo con la certeza de que de aquí al jueves el equipo va a estar bien”. Sin más, “al final quien gana es el equipo y quien pierde es el equipo, no se puede mirar a nadie, en absoluto, y jugadores que no están en este momento y que se sienten mal porque quieren aportar más, pero que se siente arropados por el compañero; al final la palabra equipo es la que triunfa”. Berenguel asume el mañana: “Nosotros vamos a tener que seguir trabajando, porque una de las frases que también estoy usando es que ‘lo que no nos mata nos hace más fuertes’, y nos estamos haciendo más fuertes a pesar de las adversidades que estamos teniendo”.

Tiene palabras de agradecimiento hacia el público local, primero neutral y después volcado con Unicaja Costa de Almería: “Ha sido anímicamente muy bueno para el equipo y lo ha recalcado el discurso que ha dado el presidente en la cena, que eso es muy a tener en cuenta; Teruel siempre va arropado por su público, que lo sigue como antiguamente nos pasaba a nosotros, y conseguir darle la vuelta a todo eso en el partido, tal y como ha estado para la afición, sentirnos apoyados dice mucho de lo que hemos llegado a hacer este fin de semana”. Siempre lo ha dicho, “el de Palma es un público entendido en voleibol, una afición espectacular, y la trayectoria del vóley mallorquín está escrita; ha habido mucha afición siempre, la gente ha venido a la Copa y nos enorgullece habernos sentido apoyados por esta grada”. A la afición almeriense es a la que ahora le llega el turno.

Sin tiempo de pensar en la derrota, sino en afrontar un nuevo reto, llega Saaremaa, que “es un equipo que como juegue bien y nosotros estemos mermados, nos puede ganar perfectamente por 0-3 o 1-3, así que debemos contrarrestarlo, sin duda”. En todo caso, se muestra confiado en los suyos: “Pienso que el equipo anímicamente va a estar mal esta noche -la de la derrota-, porque se pierde una final y a nadie le gusta perder finales, pero se va a recomponer, segurísimo, porque cuando piense fríamente cómo ha sido esta copa y como ha sido la final, el apoyo que tenemos de todo el mundo, el jugador se va a crecer y va a sacar algo positivo de esto”. Su gran confianza se extiende también a la afición: “Tengo la sensación de que a la afición no hay que animarla para que venga, porque ya está convencida; llegar y abrir el teléfono y encontrarte con 300 whatsapps, y sobre todo diciendo ‘el jueves estaré en el Moisés Ruiz, me asegura que la gente sabe que necesitamos su apoyo y que va a estar con nosotros”.

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