Benzema brilla en una lluvia de goles con un valiente Almería (4-2)

Almería/Hablaba Rubi en la previa de disfrutar de un escenario tan gigantesco y con una aureola tan artística como el Santiago Bernabéu. Empero poco pudo disfrutar el Almería en el templo blanco, donde nunca ha sumado. El Madrid, con mucha hambre, enseñó el colmillo desde el principio para redimirse de la debacle de Gerona y obtuvo premio rápido para ser quien disfrutase a costa de un Almería que tuvo el papel del equipo de niños ante los mayores en el patio del colegio. No se reservó Ancelotti nada en ataque a pesar de tener el próximo sábado la final copera ante Osasuna y unos días después el doble compromiso de las semifinales de la Liga de Campeones frente al Manchester City y Benzema y Vinícius —posiblemente la mejor pareja de la liga— se lo pasaron en grande a costa del sistema defensivo del Almería, que creció tras el 2-0 con un bloque bajo, pero que no pudo hacer nada en los primeros compases, con esa quinta marcha de los locales.

Entraban sudores fríos con simplemente visualizar en la previa ese duelo Mendes-Vinícius. Quedó de manifiesto en el minuto 4, creciendo posteriormente el lateral. Un gran pase desde la defensa de Militao fue a parar al extremo brasileño, que con un excelso control orientado, se marchó de Mendes con una gran facilidad para meterle el pase de la muerte a Benzema, que, de primeras y delante de Ely, remachó a gol para abrir la lata. El francés, que logró un triplete antes del descanso, alcanzaba los 350 goles con el Real Madrid, siendo el segundo que lo consigue después de Cristiano Ronaldo.

Benzema continuó haciendo historia y pasado el cuarto de hora superó las 234 dianas de Hugo Sánchez en liga. Rodrygo, sensacional también durante toda la tarde, abrió en un contraataque a Lucas Vázquez, que rompió a Akieme para devolvérsela al brasileño, sacándose el último un conejo de la chistera con un autopase con el tacón a Samu Costa para burlarle y ponerle el pase de la muerte a Benzema. El francés, de nuevo de primeras, no perdonó e hizo imaginar una tarde plácida para el Real Madrid antes de que el cuadro indálico se repusiese y diese juego en un vistoso intercambio de golpes.

La tuvo Ramazani entre el primer y segundo gol en un contragolpe que condujo desde la línea media hasta la frontal, desde le salió un disparo desviado. Los locales también metieron miedo tras un error en la entrega por parte de De la Hoz, robando Vinícius para asociarse otra vez con Benzema, sacándose esta vez un tacón dentro del área de penalti, pero Fernando atajó el disparo del francés. El partido estaba animado y lo hacía con jugadores frescos. Rubi presentó hasta media docena de modificaciones respecto al once que ganó en Getafe, repitiendo sólo Fernando, Chumi, Ely y De la Hoz. Con Mendes en el lateral diestro, Akieme regresaba al izquierdo, refrescando la medular Samu Costa y Portillo, muy participativo. Con Ramazani y Lázaro Vinicius acompañando a Puigmal en el ataque, Luis Suárez se quedó en el banquillo al tener cuatro amarillas y el partido del Elche en el horizonte. Ancelotti también movió su alineación, con cinco cambios: los dos laterales Tchouaméni, Ceballos y Benzema.

Entre acción y acción de Vinícius, uno de los mejores jugadores del mundo, Portillo se echó al Almería a la espalda. Primero probó fortuna al ser el autor de un robo y protagonizar posteriormente un disparo desde media distancia. Poco después le metió un buen centro a Lázaro Vinicius, finalizado con un tímido cabezazo. El Almería intentaba salir rápido en las transiciones, pero a falta de cinco minutos para el descanso Benzema volvió a morder para conseguir su triplete justo cuando mejor estaba el equipo de Rubi. El francés no perdonó desde los once metros con un disparo ajustado al palo izquierdo de Fernando, quien se tiró al otro lado. La acción la comenzó Lucas Vázquez, ganándole la partida a Ramazani y Samu Costa, para asociarse con Benzema, que se la devolvió al gallego, cayendo dentro del área de penalti después de ser zancadilleado por Ramazani al buscarlo con el recorte.

No se vino abajo en el Almería, que en el tiempo de añadido recortó distancias. Akieme metió un buen pase a Ramazani y el belga, una magnífica asistencia del belga a Lázaro Vinicius, que se coló entre Camavinga y Rudiger para empujarla al primer toque. Pero el Real Madrid salió aún con más brío tras el vestuario y Rodrygo amplío la distancia tras recoger un balón en la frontal y pegar un trallazo imparable a la escuadra izquierda de Fernando si bien queda la duda de si Akieme debió encimarlo con más ahínco. Los locales querían más y tuvieron el quinto con un pase de la muerte de Vinícius. Rubi agitó el árbol con las entradas de Eguaras y Robertone y el argentino lavó la cara a su equipo. Nada más entrar lanzó un disparo muy lejano e instantes después materializó el 4-2 al conectar con la resta otro buen centro de Portillo.

El Real Madrid dudó algo y el Almería empezó a creérselo, entrando entre tanto Luis Suárez. Tras esos minutos de incertidumbre, los locales volvieron a hacerse con el control del partido, dejando lejos un posible empate. A los blancos le anularon dos goles (de Rodrygo y Camavinga), el VAR le quitó un penalti de Fernando sobre Benzema (por falta previa del galo a Ely) y el palo, dos goles a Asensio. Pero el marcador no se movió más. Tarde vistosa, con mejores ataques que defensas, triplete de Benzema y un Almería que nunca le perdió la cara al partido y que a pesar del fuerte arranque local, afrontará con buena cara y sin lesionados ni sancionados el trascendental encuentro del martes ante el Elche.