El Barbero que marca los goles
FÚTBOL REPORTAJE
Con 7 dianas en 14 duelos, el delantero almeriense de 20 años de edad Iván Martínez destaca en su segundo curso en Osasuna Promesas, conjunto en el que también militó su padre en la 91-92 como portero
Almería/"Con seis años empezaba los partidos jugando de portero, pero siempre estaba deseando que llegara la segunda parte para poder correr detrás del balón y tratar de hacer goles. Eso me hacía feliz", asegura Iván Martínez Gonzálvez, más conocido en el mundo futbolístico como Iván Barbero, apellido de sobra conocido en el balompié almeriense gracias a su padre, que fue guardameta de la UD Almería. Su hijo no ha seguido sus pasos en lo que a demarcación sobre el terreno de juego se refiere, ya que el joven de 20 años de edad es el miembro de la saga de los Barbero que hace los goles que hasta hace una década trataba de parar su progenitor.
LAS FRASES
COMIENZOS
"De crío jugué de portero, pero estaba deseando siempre correr y marcar, es lo que me hacía feliz".
SUEÑOS
"Sueño con entrar en el mundo profesional, vivir de lo que me gusta y debutar en Primera algún día".
SEGURIDAD
"En un supuesto mano a mano con mi padre... Creo que seguramente lo ganaría yo” [Risas].
En lo que sí está repitiendo Iván el camino del excancerbero rojiblanco es en lo que a trayectoria se refiere. Actualmente, el atacante almeriense cumple su segunda campaña en un Osasuna Promesas en el que jugó su padre en una campaña 1991-1992 en la que incluso llegó a ir convocado con el primer equipo osasunista. Después de 14 jornadas disputadas hasta el momento, Iván suma 7 goles en el Grupo XV de Tercera División, donde el filial rojillo lidera. "Cuando llegué me costó adaptarme, nunca había salido de Almería y había mucho contraste. El primer año fue de aprendizaje, en Segunda B, descendimos y no fue el año deseado, pero este curso he venido más confiado, estoy más integrado y eso se nota sobre el terreno de juego", asegura el delantero, que comenzó a jugar en el Parador y posteriormente pasó por equipos como Poli Ejido, Aguadulce y Club de Natación Almería antes de recalar como juvenil en una UD Almería en la que disputó cuatro duelos con su filial.
"Decidí venirme aquí porque era la mejor oferta deportiva de todas las que tenía en ese momento. Se barajó la posibilidad de ir a equipos como el Real Betis, Zaragoza e incluso quedarme en la UD Almería, pero Osasuna me ofrecía una gran oportunidad", admite Iván Barbero, que hace unas semanas ya tuvo la oportunidad de estar con el primer equipo osasunista en un amistoso disputado en Tajonar contra el Alavés y en el que jugó media hora. Pese a celebrar su primer contacto con la primera plantilla, recalca que está "centrado en el Promesas", equipo en el que quiere seguir aprendiendo y disfrutando para cumplir sus sueños de "intentar entrar en el mundo profesional, estar muchos años viviendo de lo que me gusta y poder debutar en Primera División".
Barbero Hijo echa de menos su tierra, no descartaría volver a jugar en un futuro en la UDA, de la que se confiesa "seguidor desde chico", pero ahora prefiere vivir el presente y disfrutar del lugar en el que está, en la cantera de un Osasuna que el 27 de enero visitará el Mediterráneo en un duelo que para Iván sería todo un sueño poder estar. “Siempre he pensado qué pasaría si mi debut en Segunda fuese precisamente en mi tierra, como visitante. Ojalá tuviese esa suerte, pero es una decisión del míster y del destino”. Por el momento, buenos números está haciendo de sobra este joven cuyo padre a veces le recuerda cariñosamente que debería haber sido portero, pero Iván decidió convertirse en la pesadilla para los guardametas sobre el césped y admite, entre risas, que en un mano a mano con su progenitor, en un supuesto partido oficial en el que ambos hubiesen podido enfrentarse, el balón acabaría dentro de la portería.
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