El hombre con la cadera de metal

Consulta del Especialista

El diagnóstico de Murray es serio: lesión del cartílago de la cadera por un choque fémoro-acetabular

Murray, cuando anunció su retirada. / Efe

10 de febrero 2019 - 06:00

"Había llegado el momento en el que el dolor era insoportable, no me dejaba vivir”, son las desesperadas palabras del tenista escocés Andy Murray tras justificar su retirada del tenis profesional debido a un problema de cadera. Las molestias comenzaron hace años con dolor que le provocaba cojera y necesidad de tomar medicación después de los partidos. Algo no iba bien. No era normal tener tanta limitación a sus 31 años. Tras consultar con varios especialistas el diagnóstico fue serio: lesión del cartílago de la cadera como consecuencia de un choque fémoro-acetabular.

No es el único tenista que ha necesitado una cirugía de reemplazo de cadera. Ivan Ledl, Boris Becker, Borg o Jimmy Connors ya tienen su cadera de metal. El tenis profesional es un rompecaderas en toda regla. Los movimientos de flexión y rotación son demoledores para el cartílago articular y el labrum, provocando dolor y envejecimiento precoz de la cadera que puede acabar con la carrera profesional de un deportista.

Choque femoroacetabular

El término choque o atrapamiento fémoro-acetabular es un motivo de desgaste precoz de la cadera en el paciente joven y si pasa desapercibido puede provocar una coxartrosis. Su incidencia puede llegar al 15% de la población. La mayoría de los pacientes tratados por choque no presentan antecedentes de enfermedades de cadera o traumatismos durante la infancia.

Hay 3 mecanismos asociados al choque:

a) Atrapamiento fémoro-acetabular tipo PINZA o TENAZA (pincer): la cabeza del fémur está “demasiado cubierta” y eso hace que en algunos movimientos, ambas estructuras choquen y se produzca el dolor. Es frecuente en mujeres, a partir de los 40 años, y que puede provocar un dolor irradiado a la parte baja de la columna.

b) Atrapamiento fémoro-acetabular tipo CAM. La cabeza del fémur es demasiado grande y se provoca el choque cuando hay giros en la cadera. Los pacientes, que suelen ser hombres, entre 20 y 40 años, describen que el dolor se produce cuando comienzan a caminar o tras permanecer sentado un largo período de tiempo con la cadera flexionada. En ocasiones los pacientes señalan la zona del dolor con los dedos pulgar e índice alrededor de la cadera (“dolor en C”). Suele mejorar cuando limitamos la actividad y con los antiinfllamatorios. El paciente suele referir una limitación de la movilidad sobre todo para la flexión de la cadera. El dolor suele ser de inicio lento y se describe como un tirón en la ingle o una lesión recurrente de aductores. En los jugadores de fútbol suele doler con los regates o los giros. Suele confundirse con una sobrecarga repetida de los aductores u osteopatía de pubis.

Murray observa una pelota.

c) Atrapamiento mixto: se produciría por una combinación de los efectos tipo CAM y pinza. Es la situación detectada con mayor frecuencia en la clínica diaria y llega al 90% de los casos.

Artroscopia de cadera

Tras ese diagnóstico Murray decide ponerse en manos de un cirujano australiano que le somete a una artroscopia de cadera. Mediante la típica cámara de televisión y a través de portales de entrada a la articulación, se intentó rebajar esa joroba de hueso que provocaba el pinzamiento articular con la consiguiente producción de artrosis y la lesión de otra estructura encargada de estabilizar la cadera, que es el labrum. Al parecer el desgaste del cartílago era realmente importante y la reparación no fue del todo satisfactoria. Murray seguía con dolor, uno que no respetaba el descanso ni al que en alguna vez fue número 1 del ranking ATP. No podía competir, no podía disfrutar, no era feliz jugando al tenis. Tras un periplo de infiltraciones, corticoides y fisioterapia, Murray toma una decisión. Su cadera “original” se había rendido. Era el momento de sustituirla por otra que le provocara menos dolor aunque estuviera fabricada de un material ajeno y extraño al del ser humano, una cadera de metal.

Resurfacing

Otro jugador de tenis del circuito, ya operado de la misma lesión, le dio la clave. Bob Bryan, el jugador de dobles padeció la misma lesión que el escocés y sacrificó su cadera por una prótesis de resuperficialización o resurfacing. Es una prótesis total de cadera pero con una particularidad, la cabeza del fémur se conserva en su mayoría. En las tradicionales prótesis de cadera, la cabeza femoral se extrae y en su lugar se coloca un vástago dentro del fémur y una cabeza de metal que articula con otra pieza llamada acetábulo, también de metal pero recubierta de un plástico o de cerámica, según el caso. En el caso del “resurfacing” no se elimina o extrae la cabeza, se afeita todo el envoltorio de cartílago, literalmente “se pela” y se deja expuesto el hueso restante de la cabeza. Sobre ese hueso, se coloca un “capuchón” de metal a modo de funda pero sobre el hueso de la cabeza femoral. Esa funda articula sobre la pieza de metal situada en el acetábulo de la pelvis. De esta manera, la movilidad de la cadera se mantiene y la estabilidad también al ser una cabeza de tamaño realmente grande.

Servicio del escocés.

Sin embargo, técnicamente es una cirugía muy exigente y compleja ya que pequeños errores de cálculo a la hora de posicionar las piezas pueden dar al traste con el resultado final. Otro hándicap es la presencia de iones metálicos en sangre como consecuencia de la fricción de la cabeza de metal contra el acetábulo de metal. Se han detectado niveles muy altos de metales en sangre relacionados con la artroplastia, debiendo incluso de retirar la prótesis y colocar una convencional con una tasa de fricción mucho menor.

¿Esta prótesis le puede permitir jugar?

Al mismo nivel que cuando lideraba la ATP, no. Pero con la calidad que tiene quién sabe hasta donde puede llegar. Lo más importante es que sus días con dolor han llegado a su fin. Murray podrá disfrutar de su vida sin tener un ibuprofeno en la mesita de noche.

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