El Almería tampoco levanta cabeza en Mendizorroza ante el Alavés (1-0)

Almería/El Almería es un enfermo cuasi moribundo que pelea por mantener las constantes vitales. Al equipo rojiblanco viene costándole Dios y ayuda mantener la portería a cero y, para conseguirlo, está comprometiendo también el buen caudal ofensivo que venía mostrando hasta la fecha. Ya se sabe, la historia de la manta que suele quedarse corta si se tira más hacia uno u otro lado.

En Mendizorroza contra el Alavés Garitano planteó un partido largo que se le hiciera chicle a los locales y solo repitieron cuatro jugadores en el once inicial respecto a la última jornada (Chumi, Lopy, Robertone y Baptistao) representando las principales novedades el regreso al once del meta Maximiano, la entrada de Mendes y Puigmal por el flanco diestro y la vuelta tanto de Akieme como de Édgar al entramado defensivo.

De salida, los rojiblancos entregaron el control del esférico a los de Luis García, que volcaron su ataque por el costado de Rioja, donde a Mendes se le vio sufrir en la marca para evitar un constante bombardeo de balones al área que pronto pudo aprovechar Kike García, pero su cabeceo en el primer palo a los 3 minutos de juego se marchaba alto por poco.

Como quiera que el Almería no inquietaba lo más mínimo en el aspecto ofensivo, los locales continuaron las acometidas, si bien sin conseguir ocasiones claras o disparos cómodos. Hasta el minuto 26 no iban a realizar los indálicos su primer remate, un cabezazo alto de Ramazani a centro de Akieme desde la izquierda.

El doble pivote formado por Lopy y Robertone no generaba juego y Melero no es ni la sombra de lo que fue. El resultado fue un Almería atrincherado en sus dominios que ni lanzaba transiciones ni tampoco buscaba el juego directo con balones en largo para que Baptistao la pelease en la isla de ataque.

Al borde del descanso un trallazo lejano de Blanco requería de la intervención de Maximiano metiendo la yema de los dedos para desviar a córner un balón peligroso y antes de que el colegiado señalase el final de la primera mitad un lance entre Chumi y Kike García dentro del área era reclamado como penalti por los locales.

En vivo el árbitro no señaló nada, pero a instancias del VAR acudía a ver la acción repetida en varias tomas a cámara lenta y entonces apreció un ligero contacto del central gallego con la pierna del ariete murciano obviando un planchazo previo de este para señalar finalmente el punto de los once metros. El lanzamiento del rumano Hagi, que buscó la escuadra, se marchaba a las nubes.

Como quiera que el Almería había sido un equipo de fogueo en el primer tiempo Garitano intentó agitar el árbol al descanso dando entrada a Embarba y Arribas por Puigmal y un desdibujado Melero, que aportó bien poco al juego colectivo. De salida probó suerte Arribas con un zurdazo desde fuera del área que Sivera atajaba junto al poste y minutos después era Embarba quien lo intentaba con otro zurdazo lejano que casi sorprende al meta local, quien tuvo que detener el esférico en dos tiempos.

Luego el propio Embarba dispuso de un libre directo al borde del área que ejecutó buscando el efecto de 'folha seca' y se le marchaba fuera por poco. Los de Garitano parecían haber recuperado el pulso atacante del partido, pero en la acción siguiente el Alavés les metía el susto en el cuerpo con un centro lateral de Rioja que tocaba en boca de gol Kike forzando un paradón de Maximiano para abortar el 1-0.

El partido ganaba vistosidad en las áreas y la respuesta del Almería fue un centro medido de Robertone al punto de penalti donde Arribas aparecía para rematar de cabeza desviado y luego era el local Antonio Blanco quien recibía un buen balón en la frontal para disparar con el interior en busca de ajustar y Chumi sacaba cruzándose de forma providencial.

Y cuando la UDA parecía tener la situación más o menos bajo control llegó un saque de esquina al segundo palo despejado en primera instancia de cabeza por Mendes. El balón cayó en Guridi, cuyo disparo repelió Édgar, recogiendo el rechace el central Sedlar para batir a Maximiano aprovechando el modo contemplativo de los zagueros visitantes. El central serbio acababa el partido minutos después lesionado de aparente gravedad en la rodilla.

La derrota, cuarta consecutiva (Garitano aún no sabe lo que es sumar un punto) mantiene al Almería hundido en la tabla clasificatoria como colista de la misma a 6 puntos del Mallorca. La única noticia positiva es precisamente que los baleares cayeron en el feudo del Betis y la línea de la salvación sigue estando a la misma distancia, pero ya con una jornada menos. El tiempo se agota y el Almería ni espabila ni da muestras de hacerlo. 3 puntos de 36 posibles tras 12 jornadas disputadas. El chiste se cuenta solo y no hace ni pizca de gracia.