Un Almería con denominación de origen

UD ALMERÍA | Contracrónica

José Gomes apunta a construir un equipo con sello de autor e identidad propia

José Gomes ha arrancado con buen pie el campeonato liguero / D.A.

Almería/Todavía es pronto, demasiado pronto, para lanzar las campanas al vuelo. El propio José Gomes, en su análisis del estreno con victoria en Lugo ya deslizaba que esto es muy largo y hay que ir partido a partido. En la previa de dicho debut recordaba también que en Segunda es mejor ir con humildad que a pecho descubierto. El propio Juanfran, técnico lucense, alegaba que les había salido el "partido tonto" de la temporada, lo cual induce a pensar que el rival no tuvo su mejor día y habrá que esperar a la visita este domingo de un Sporting líder, una buena piedra de toque, para calibrar el escenario real.

Conviene no caer en una euforia desmedida que tendría poco sentido en la primera jornada de la competición, pero tras lo visto en el Anxo Carro tampoco es desmedido asegurar que se está cocinando a fuego lento un Almería con denominación de origen. Queda por verse si ese vino que marida desde la pretemporada el técnico portugués es un buen Oporto (Matosinhos, su lugar de nacimiento, está dentro de dicho distrito) o un Ribera del Andarax por tirar para el terruño, teniendo en cuenta que el Estadio de los Juegos Mediterráneos está a la orilla del río, pero queda patente que el luso busca ponerle un sello propio a su equipo.

El 0-2 tiene multitud de lecturas por lo que se vio sobre el campo. La primera de ellas es que por fin se vio a un Almería con identidad propia, un conjunto con las ideas claras que sabe a lo que quiere jugar. Esto que parece tan sencillo, que el entrenador logre un equipo de autor, no es nada fácil. Basta con echar un vistazo a la historia indálica reciente para comprobar que apenas Unai Emery lo consiguió. Admitamos que también Lucas Alcaraz, en su caso a costa de aburrir a las ovejas, tal vez Javi Gracia el curso del segundo ascenso, pero pocos técnicos más impusieron su toque personal. Gomes parece en vías de lograrlo si lo visto el domingo no resultó un espejismo.

Sobre el césped del Anxo Carro hubo una orquesta perfectamente afinada capaz de interpretar una pieza coral, donde cada jugador sabía desempeñar su papel sin desafinar. Todo ello pese a que seis incorporaciones se estrenaban en el once titular en un partido oficial y pese a que el staff ha tenido que trabajar a contrarreloj para encajar a trece caras nuevas sin que se resientan los automatismos tácticos ni se note falta de acomplamiento.

Gomes charla con parte de su staff técnico / D.A.

Ver un despliegue así podría ser normal alcanzado el primer cuarto del campeonato, muy difícilmente en la primera jornada, de ahí la sorpresa e ilusión que ha despertado el equipo. En la crónica del partido quedó casi todo reflejado, pero conviene incidir en la aseada salida de balón desde la zaga con un Cuenca imperial, que a buen seguro mejorará las prestaciones de Maras estando a su lado y unos carrileros (Akieme hizo faena de puerta grande para acabar en la enfermería por la expulsión) que ejercen realmente de extremos, permitiendo a su vez que los atacantes por banda actúen como interiores con una gran movilidad en disposición ofensiva, sabiendo que tienen las espaldas bien cubiertas por el doble pivote De la Hoz-Samú Costa en la fase defensiva.

El mediocentro portugués, expeditivo y siempre bien posicionado, resultó una grata sorpresa, del mismo modo que el trabajo desarrollado por De la Hoz para equilibrar al equipo, siempre en la sombra y menos dado a figurar en los titulares. Incluso supo gestionarse estar en inferioridad durante más de media hora de juego o detalles como las convenientes pérdidas de tiempo llevadas a cabo por el meta Makarizde (en Portugal conocen su fama) cuando las situaciones del partido aconsejaban un parón para recobrar el aliento, picardía que se venía echando en falta desde hacía años en cualquier equipo indálico.

Por sacar un 'pero' cabe apuntar que a Lazo, pese a que estuvo muy participativo, no acaba de vérsele cómodo como mediapunta (más egoísta que asociativo), por lo que no sería descabellado aventurar en adelante que el gaditano regrese a un costado e intercambie su posición a Villalba o Aketxe, especialistas de dicha demarcación. Pese a ser una apuesta personal del propio Gomes, con el tiempo desistirá. Añadir, del mismo modo, que con el vasco en el campo siempre habrá posibilidad de gol en las acciones a balón parado por el guante que tiene en su zurda.

Hay motivos, al fin y al cabo, para alegrarse sin desmelenarse viendo a un equipo que prefiere triangular y jugarla desde atrás que buscar el recurso fácil de colgarle balones al Darwin de turno y abusar del juego directo o las transiciones alocadas como modo de sobrevivir en una categoría tan exigente e insondable como Segunda División. Todo ello sin olvidar que antes de que acabe el día 5 de octubre y se cierre el mercado deben llegar un ariete de referencia y otro centrocampista que apuntalen a una plantilla muy prometedora.

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