Susana Díaz cree que María Jesús Montero es capaz de liderar la renovación del PSOE de Andalucía

Susana Díaz llevaba varios días sin pararse a opinar en las múltiples plataformas televisivas en las que participa como tertuliana, sobre el proceso de cambio que vive el PSOE andaluz. Ayer le tocó en Espejo Público y, como siempre no defraudó. Después de insistir en que en su opinión, Juan Espadas debió haber abandonado el partido hace tiempo, la ex lideresa de los socialistas andaluces vio a la que era consejera en el gabinete que presidía como más que capacitada para tomar el mando del mismo. Y eso que insiste una y otra vez en que su verdadero problema fue “haberme mordido la lengua durante mucho tiempo”.

En cualquier caso, Díaz negó tener un candidato tapado para el liderazgo del PSOE andaluz que celebrará su XV congreso regional entre el 21 y 23 de febrero, mientras que sobre el papel que pueda desempeñar la vicepresidenta primera y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, matizó que “no es justo responsabilizar ahora y ponerle a hombros de nadie lo que vaya a ser el partido en Andalucía”. Para que no quedara dudas, aseguró que a Montero “la quiero mucho”, antes de recordar que “fue mi consejera de Hacienda”, y de considerar que el liderazgo del PSOE andaluz debe ir “más allá de quién es la persona que se decida que sea el número uno, lo que tiene que recuperar es la fraternidad, el respeto entre los compañeros y mucho talento que estos tres años se ha expulsado”.

También dejó sobre la mesa los nombre de “algunas chavalas jóvenes allí, pero muchas”, entre quienes mencionó a Beatriz Rubiño o Estefanía Martín Palop, para defender que se trata de “gente joven que tiene mucha más valía de la que nos podemos imaginar”. “Siempre en lo personal y en lo político tuve con ella, y tengo, una relación formidable”. Además se puso a su disposición ya que “sea ella, sea quien sea, voy a apoyar y a ayudar, porque la primera tarea que tenemos es de reconstrucción”. En cualquiera de los casos, una vez lanzada la piedra escondió la mano: “quiero ser respetuosa y exquisita”, antes de considerar que “no sé qué es lo que se va a decidir ni quién va a ser la persona”.

La ex presidenta también blandió el mismo argumento que utiliza desde hace tiempo, y aprovechó para hacer “un llamamiento: el PSOE de Andalucía tiene que ser habitable y respirable. Hay mucha gente que ha sido apartada porque me apoyó a mí en unas primarias en Andalucía y eso no es justo”.

Díaz apeló a “recuperar a mucha gente” después de su salida de la Secretaría General del PSOE andaluz y su relevo por Juan Espadas porque “se ha descapitalizado mucho al PSOE de Andalucía”. La primera línea de actuación sería “ir contra una mayoría absoluta del PP y tener una alternativa; reconstruir, abrir las agrupaciones, contar con todo el mundo, que nadie sobra”. También quiso recordar que en su caso “cada vez que abría la boca aquí o en cualquier sitio me caía una manta de palos”, así como que “me encontraba a máximos dirigentes del partido dándome leña en las redes sociales”.

“Nunca he ido de tapada y siempre he ido a pecho descubierto, así me ha ido y lo he pagado caro”.Para dejarlo claro respecto a uno de los temas que m,ás ha capitalizado la división en el partido, precisó que “no creo en el cupo catalán”, al tiempo que reivindicó la tarea del Gobierno central como “en el escudo social o el salario mínimo”.

A juicio de Díaz, “el mayor problema del PSOE de Andalucía es el propio PSOE de Andalucía, no es Juanma Moreno” y se mostró convencida de que el PSOE andaluz “no cuenta con todo lo que tiene, que somos un partido con más de 40.000 personas”. “El PSOE de Andalucía yo lo he dirigido ocho años, pero llevo allí desde que tenía 16 años, llevo más años dentro del PSOE que fuera, y me duele ver al PSOE de Andalucía como lo estoy viendo. Yo he cometido errores, un montón. Y por eso he intentado corregirlos y tener un comportamiento lo más respetuoso posible”.