Por qué ser ingenieras: un reto y una oportunidad con pleno empleo

La mujer en la ingeniería: la brecha de género en sectores claves

Diario de Sevilla y Azvi reúnen a un grupo de expertas para analizar el papel de la mujer en la ingeniería y proponer soluciones a la brecha de género en sectores estratégicos

De izquierda a derecha, Magdalena Trillo, Almudena Gómez, Ana María Vielba, Ana Galán, Ana Jaúregui, Olga Carrión y Ana María Marco.

13 de diciembre 2024 - 05:00

Ser ingenieras es un reto, pero también una oportunidad profesional y laboral. Y no solo para ellos. Al contrario. Hay que mostrar a las niñas, a las jóvenes, por qué es rentable estudiar una ingeniería. A nivel individual si es su vocación, y a nivel social por la repercusión que implica contar en el sector público y privado con mujeres en todas las áreas. Este es uno de los mensajes que se lanzaron ayer en el debate organizado por Diario de Sevilla y Azvi, una que cita congregó a destacadas profesionales y expertas que debatieron sobre los retos y oportunidades relacionados con la igualdad de género en un ámbito tradicionalmente dominado por hombres. El evento, celebrado en el Hotel NH Collection desde las 9:30 de la mañana, supuso una plataforma para reflexionar sobre las barreras persistentes en el acceso y desarrollo profesional de las mujeres en la ingeniería, así como para visibilizar el valor añadido que aporta la diversidad en este sector.

La jornada, moderada por Magdalena Trillo, asesora de transformación digital del Grupo Joly, contó con la participación de seis mujeres con trayectorias destacadas en diferentes áreas de la ingeniería y la gestión institucional. Entre ellas estuvieron Ana María Vielba, secretaria general del Consejo Audiovisual de Andalucía; Almudena Gómez Velarde, ingeniera industrial y secretaria general técnica de la Consejería de Presidencia; Olga Carrión, directora del Instituto Andaluz de la Mujer; Ana Jaúregui, decana del Colegio Oficial de Graduados e Ingenieros Técnicos Industriales de Sevilla; Ana María Marco, vicepresidenta del Foro Mujer y Sociedad y profesora de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Sevilla; y Ana Galán, ingeniera de Caminos, Canales y Puertos de Azvi y gerente de la UTE Madrid Centro.

Almudena Gómez: “Creo que es un debate importante cuando se hace en clave de sociedad, no solamente en clave de mujer”

El debate, que tuvo un enfoque integrador y multidisciplinar, puso de manifiesto los desafíos persistentes en el camino hacia una mayor igualdad en la ingeniería, desde la visibilidad y promoción de las mujeres en este ámbito hasta la creación de entornos laborales inclusivos que fomenten la innovación. También se abordaron las políticas y estrategias necesarias para cerrar la brecha de género en un sector clave para el desarrollo tecnológico y económico de la sociedad.

Magdalena Trillo dio inicio a esta necesaria jornada destacando el carácter constructivo del debate: “Por el título lleva un enfoque evidentemente de mujer y de igualdad, pero vamos a intentar hacer un esfuerzo importante en darle un enfoque constructivo, técnico sobre todo”. Enfatizó además la importancia de iniciativas que contribuyan a que más niñas quieran ser ingenieras y que, una vez en las aulas, puedan escalar profesionalmente superando barreras como el denominado “techo de cristal” o, como algunas lo describen, “una bóveda de hormigón”.

Ana María Vielba: “Las políticas deben crear entornos laborales que permitan a las mujeres crecer profesionalmente”

Almudena Gómez Velarde comenzó su intervención agradeciendo la oportunidad de formar parte del foro y señaló: “Creo que este debate es un debate importante cuando se hace en clave de sociedad, no solamente en clave de mujer. Porque aunque ponga mujer en el título, lo que buscamos es un cambio estructural que no se va a conseguir si no se involucra a la sociedad entera”. Almudena destacó que, aunque las cifras muestran que en carreras como Medicina o Biología hay una mayoría femenina, en ingenierías como Informática o Industrial los porcentajes femeninos no superan el 10%. En su opinión, “no se trata de obligar a nadie a ser ingeniera, sino de garantizar que las niñas tengan la posibilidad de conocer y elegir libremente, sin sesgos ni limitaciones”.

Olga Carrión: “Las mujeres jóvenes también quieren proyectos con impacto social, y deben saber que eso también es la ingeniería”

Ana María Vielba subrayó la relevancia de contar con políticas que fomenten la participación de las mujeres en sectores estratégicos como la ingeniería. “Las políticas públicas no solo deben centrarse en cerrar la brecha de género, sino también en crear entornos laborales que permitan a las mujeres crecer profesionalmente sin tener que elegir entre su carrera y su vida personal”. Ana María añadió: “En estos días, hablando con otra compañera ingeniera, ella comentaba que en la ingeniería hay un techo de cristal o incluso una bóveda de hormigón. Es cierto que todavía hay barreras estructurales que dificultan que las mujeres escalen a los puestos más altos. Por eso es esencial trabajar en políticas que transformen estas estructuras desde la base”. Además, destacó la importancia de “acercar la ciencia y la tecnología a las niñas desde edades tempranas, no solo para que lleguen a las aulas, sino para que encuentren apoyo y referentes que las impulsen a continuar”. Concluyó recordando que “la ingeniería no debe ser vista como una profesión masculina; es un campo lleno de posibilidades donde las mujeres pueden y deben ser protagonistas”.

Ana Jáuregui: “Es crucial comenzar en las etapas escolares, mostrando a las niñas que la ingeniería es una opción tan válida como cualquier otra”

Ana Galán, desde su amplia experiencia dentro del sector privado, compartió una visión optimista sobre la evolución de las oportunidades para las mujeres en la ingeniería: “Yo nunca he notado diferencia en el trato por ser mujer, al contrario, me he sentido valorada igual que cualquiera de mis compañeros”. Sin embargo, reconoció que “romper barreras iniciales y escalar a puestos de decisión sigue siendo un reto, en parte porque muchas mujeres dudan en aceptar responsabilidades mayores por temor a no poder conciliar”.

Fomentar la igualdad dentro del sector es una prioridad estratégica y social

Por su parte, Olga Carrión enfatizó la gran importancia de las políticas públicas para romper estereotipos y fomentar vocaciones científico-técnicas entre las niñas: “Las chicas quieren proyectos con impacto social, y eso también es ingeniería. Construir un puente no es solo una obra, es mejorar la vida de muchas personas. Si conseguimos transmitir ese mensaje, podríamos cambiar las percepciones tradicionales”.

Ana María Marco: “Hay países que las jornadas terminan a las 5 de la tarde y permite conciliar. Es el cambio cultural que necesitamos”

Ana Jaúregui, desde su perspectiva como decana del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Industriales de Sevilla, destacó la importancia de trabajar desde la base para revertir la baja representación femenina en el sector. “Es crucial comenzar en las etapas escolares, mostrando a las niñas que la ingeniería es una opción tan válida como cualquier otra, y que sus habilidades pueden marcar una diferencia significativa en el desarrollo tecnológico y social”. Añadió que, desde el Colegio, han implementado iniciativas como talleres prácticos con impresoras 3D en centros educativos: “Esta herramienta no solo acerca la tecnología a los jóvenes, sino que también les ayuda a entender cómo se aplica la ingeniería en problemas cotidianos y sociales, incentivando especialmente a las chicas a explorar esta opción profesional”.

La diversidad en equipos de trabajo mejora la innovación y la productividad

Asimismo, enfatizó el desafío de romper estereotipos persistentes: “A menudo, se percibe que la ingeniería está más orientada a los hombres, pero las mujeres que llegan destacan por su capacidad para abordar los problemas con creatividad y sensibilidad social. Esto no solo enriquece el trabajo técnico, sino que también aporta una perspectiva esencial en proyectos de gran impacto”. Finalizó llamando a la colaboración entre instituciones educativas, colegios profesionales y empresas para construir un ecosistema más inclusivo: “La clave está en que todas las partes trabajen juntas para garantizar que el talento no se pierda, independientemente del género”.

Ana Galán: “Mi experiencia profesional no ha sido distinta por ser mujer; el reto está en romper las barreras desde dentro”

Ana María Marco, como vicepresidenta del Foro Mujer y Sociedad, abordó la importancia de la mentoría y el apoyo a las nuevas generaciones: “Es fundamental que las jóvenes cuenten con referentes y ejemplos de mujeres que han logrado avanzar en sectores tradicionalmente masculinizados. La mentoría puede marcar una diferencia significativa en su confianza y determinación”. También destacó el papel de las instituciones educativas: “Las universidades y escuelas técnicas deben esforzarse por integrar la igualdad de género en su currículum y fomentar la colaboración interdisciplinar para que las estudiantes se sientan apoyadas”.

La sesión concluyó con un llamamiento a la acción conjunta para promover una ingeniería inclusiva, diversa y competitiva. Magdalena Trillo cerró la jornada con una reflexión inspiradora para todo el sector: “Si queremos una sociedad más innovadora y equitativa, necesitamos a todas las mujeres en todas las mesas, también en las de la ingeniería”.

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