Réplicas desde el epicentro del terremoto político andaluz
Elecciones de Andalucía en Almería
La marca Vox no ha dejado de crecer en la provincia que los impulsó con el 17% de votos y dos escaños. PP y PSOE batallan por frenar su expansión y repartirse el botín de Cs
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Cuando era el candidato del PP andaluz, Javier Arenas repetía en sus desplazamientos a Almería, reconociendo abiertamente que era la “gran olvidada” por la Junta, que haría todo lo posible para que “los vientos de cambio y libertad que soplan en esta esquina” discurrieran por toda Andalucía. Entonces la comunión entre su partido y la población almeriense era plena y en cada cita con las urnas desde 2004 los populares arrasaban. Un lento pero infatigable rodillo electoral que se prolongó durante más de quince años y que llevó al exministro de Olvera a marcar un hito en la historia de la provincia cuando encabezó por Almería la candidatura a la presidencia de la Junta.
Una hegemonía del PP que se truncó en las generales de abril de 2019 al teñirse de rojo el mapa provincial, como en tiempos de Felipe González, impidiendo la victoria consecutiva número 13 del PP. La anterior la habían conseguido tan sólo unos meses antes, en las andaluzas de diciembre de 2018. La provincia que había sido bastión del cambio en Andalucía, una circunscripción electoral casi a contracorriente en una comunidad históricamente socialista, también se convertía en el epicentro del terremoto político regional de Vox y lo sigue siendo porque desde entonces no han cesado las réplicas.
En Almería comenzó a fraguarse la expansión de una formación emergente que a principios del año electoral sólo tenía 60 militantes y por la que nadie apostaba en las encuestas. Ni el CIS ni ningún otro sondeo lograron comprender y anticipar la verdadera dimensión del fenómeno Vox en Almería. El partido de Santiago Abascal consiguió dos escaños con el 17% de votos de los almerienses, el mayor porcentaje de respaldo en la comunidad, seguido por el poco más del 11% cosechado en Málaga, Granada y Cádiz. Se convirtió en la tercera fuerza política de Almería (en una treintena de pueblos fue la segunda formación más votada), adelantando incluso a Ciudadanos que mantenía una tendencia al alza. El PP renovó victoria con cuatro parlamentarios frente a los tres socialistas, pero el ganador moral de aquel 2 de diciembre de 2018 fue, sin duda, Vox con 43.516 votos en su primera gran convocatoria nacional.
Desde entonces ha sufrido innumerables crisis, ceses y dimisiones, incluso tuvieron que sobrevivir a una gestora en junio de 2019, pero mantiene la fortaleza y es el principal miedo de un bipartidismo provincial que teme ver mermados sus apoyos y que incluso se quede con los dos escaños que posiblemente perderá Cs en la configuración del Parlamento en su XII Legislatura. No tienen que recurrir a la demoscopia para ser conscientes del retroceso que sufrirá en esta provincia (y en el conjunto de la comunidad) el partido que en su día lideró Albert Rivera. De ahí que la que fuera cabeza de lista y actual presidenta del Parlamento de Andalucía, Marta Bosquet, haya emigrado y concurra por Sevilla como número dos de Juan Marín con la intención de seguir cuatro años más en el antiguo hospital de las Cinco Llagas.
En los días previos al inicio de la campaña, el 16 y 29 de mayo, el líder de Vox, Santiago Abascal, y su candidata en las autonómicas, Macarena Olona, compartieron escenario en dos actos públicos en Almería exhibiendo músculo y tratando de pescar en la provincia más favorable a sus intereses del Mediterráneo. Con mensajes de ayuda al agricultor que sufre una crisis estructural de precios por la competencia desleal de terceros países y de freno a la inmigración ilegal, Abascal y Olona se sienten como en casa a pesar de que en estos tres años y medio han sufrido una erosión considerable por la fuga de cargos que se han ido pasando a los no adscritos como hiciera su candidata de 2018, Luz Belinda, la parlamentaria que denunció acoso laboral antes de dar el salto a la Falange. También han dejado Vox casi un tercio de los 22 concejales que obtuvieron en las municipales con renuncias y expulsiones en la capital, El Ejido y Roquetas.
Casi una quincena de partidos concurrirán en las elecciones del 19 de junio, uno menos que en las anteriores, y de los principales aspirantes ninguno repite al cabeza de lista. Sólo Diego Crespo se mantiene al frente de la candidatura de Adelante Andalucía, pero ya no es la misma coalición en la que confluyó la izquierda. El PP ha optado por la consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Carmen Crespo, y presenta una lista sin rastro de su pasado reciente ‘casadista’. Los socialistas, como marca la tradición al menos en Almería, concurren con el secretario provincial Juan Antonio Lorenzo, que tomó las riendas del partido en noviembre de 2021.
Vox sitúa como número uno de la candidatura al que fue su número dos en los anteriores comicios autonómicos, Rodrigo Alonso, que ha ganado peso político como portavoz adjunto en el Parlamento de Andalucía; y Ciudadanos ha optado por Vicente García Egea, farmacéutico y militar que hasta hace poco fue delegado territorial de Turismo. María Jesús Amate encabeza el proyecto Por Adelante Andalucía en Almería y Eduardo Milla, un almeriense de 35 años diplomado en Turismo y licenciado en Ciencias del Trabajo, será el aspirante de un Partido Animalista (PACMA) que en los últimos años ha venido experimentando un repunte electoral.
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