La autonomía del Podemos andaluz decidirá si sigue en Por Andalucía
El líder federal de Izquierda Unida, Antonio Maíllo, cree que un buen resultado de la marca de las izquierdas en las próximas elecciones andaluzas evitará la micronización
María Jesús Montero alerta contra "el desperdicio metabólico" del voto
Maíllo: "Es necesario que se concurra en una lista única"

Podemos ha dado un paso más hacia la ruptura definitiva de las izquierdas en la quinta asamblea ciudadana que celebra este fin de semana en Madrid. La ex ministra Irene Montero ha salido proclamada candidata morada a las elecciones generales en un segundo, y sonoro, portazo a Sumar, a cuya dirigente, la ministra Yolanda Díaz, ha aconsejado que se presente junto al PSOE. La brecha es abismal, pero en el Parlamento de Andalucía resiste esta unidad, y en eso confían sus partidarios para terminar por imponer cierta sensatez electoral a nivel nacional.
María Jesús Montero es la vicesecretaria general del PSOE, la candidata de su partido a los comicios andaluces, pero sobre todo es una buena conocedora del mundo situado a la izquierda de su formación. Los conoce mejor que a los suyos porque proviene de ese mundo, y por eso les ha advertido de lo que llama "desperdicio metabólico del voto", miles de papeletas depositadas en urnas que no alcanzan un escaño porque la división de la izquierda impide a los contendientes lograr el mínimo necesario. "La izquierda de esta comunidad autónoma -dijo el viernes pasado en Sevilla-, los progresistas de Andalucía, no nos podemos permitir el que se distraiga ni una parte del voto progresista que no se traduzca en escaños reales que cambien la vida de la gente".
Y en eso es en lo que está el coordinador federal de Izquierda Unida (IU), Antonio Maíllo, cuyo regreso a la política sólo tiene como objetivo reunificar a las fuerzas de izquierdas en una única candidatura para las generales. Aunque Maíllo ha establecido un puente complicado entre Podemos y Sumar, las relaciones entre Pablo Iglesias, Ione Belarra e Irene Montero, el trío que dirige al partido morado, con Yolanda Díaz se han deteriorado más si cabe durante los últimos meses.
Sin embargo, Maíllo es de la opinión que, si por Andalucía obtiene se mantiene y obtiene un buen resultado en las autonómicas de 2026, servirá de reflejo para mantener una coalición en las generales, que deben celebrarse casi un año después, en 2027.
En el grupo de Por Andalucía del Parlamento andaluz siguen juntos diputados de Podemos con los de IU y Más Andalucía, lo que en sí es un endemismo en la política nacional. Podemos se salió del grupo de Sumar en el Congreso a principios de esta legislatura y la ruptura entre ambos polos se agrió por los casos de acoso de Íñigo Errejón y Juan Carlos Monedero. Es casi un milagro que Por Andalucía se haya conservado y que, en principio, la voluntad sea la de seguir.
Y esto es lo que está en duda tras la asamblea de Podemos de este fin de semana. Si los morados conservan en Andalucía cierta autonomía, podrán seguir negociar su permanencia en Por Andalucía como marca electoral para las elecciones de 2026. En la comunidad ya hay una división que perjudica a las izquierdas, la formación de Teresa Rodríguez, Adelante Andalucía, cuenta con dos escaños en el Parlamento, y se presentó en varios municipios a las elecciones municipales, con el resultado de que la división del voto restó concejalías.
Hasta ahora, Adelante Andalucía ha sido una formación muy bien tratada por el PP de Juanma Moreno en el Parlamento autonómico. A pesar de que no tiene un grupo propio, sus dos parlamentarios son los únicos que forman el mixto, y no han sido perjudicados ni en la financiación ni en la atención a sus iniciativas. No hay voluntad alguna de integrarse en la zona común, aunque una fuente ha explicado a este medio que desde hace tres semanas hay movimeintos internos en favor de una confluencia.
Para el PSOE, la existencia de un grupo fuerte a su izquierda es vital para sus objetivos en las elecciones andaluzas y en las generales. Aunque María Jesús Montero esté pescando apoyos en en el polo de donde proviene, hay un porcebtaje importante de electores de izquierdas que nunca votarán al PSOE.
Los socialistas ven con preocupación lo que ha sucedido estos días entre Irene Montero y Yolanda Díaz, aunque unos de los consultados destaca que, al menos, la apertura de hostilidades se ha producido ahora, cuando queda la mitad de la legislatura nacional. "Todo lo que queda es para solucionarlo, si pueden", explica esta fuente.
María Jesús Montero está ahí, para cualquier cosa que sea ayudar a los primos de la izquierda. En el PSOE, aseguró el viernes pasado, están "abiertos a escuchar cualquier sugerencia" para favorecer una confluencia en el "espacio a la izquierda" del partido si alguien cree que hay alguna "tarea" que los socialistas puedan "hacer para estimular, para animar a que el espacio a la izquierda pueda confluir conjuntamente" y "rentabilizar" así "al máximo posible la confianza de los electores". Les va la vida.
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