Las viviendas con fines turísticos ya superan en camas a los hoteles

Costa de Almería

Son 7.787 inmuebles con 38.226 plazas repartidas por 55 municipios almerienses frente a las 35.252 hoteleras. Hoy suponen un 35% de la oferta de alojamientos en la provincia

Las viviendas con fines turísticos ya superan en camas a los hoteles de Almería

Las viviendas con fines turísticos de la provincia ya han superado a los hoteles en número de camas. Con 38.226 plazas en 7.787 establecimientos repartidos por 55 localidades de la geografía almeriense, esta subespecie de turismo colaborativo cimentada en las tecnologías de la comunicación y plataformas de alquiler vacacional se ha convertido en el principal segmento liderando la oferta provincial de camas. En apenas siete años han pasado de la nada al todo, desbancando las capacidades que concentran los campings, apartamentos turísticos, casas rurales y alojamientos hoteleros (hostales, pensiones, albergues y hoteles de una a cinco estrellas). De hecho, las viviendas con fines turísticos acaparan el 35% de plazas de un sector que actualmente se ha situado en torno a las 107.212 plazas, una de cada tres camas del conjunto de establecimientos hoteleros y extrahoteleros.

Un rápido florecimiento de un modelo de negocio ajeno a los tradicionales alojamientos que ha duplicado las previsiones iniciales de la administración regional cuando regularizó las viviendas con fines turísticos a mediados de 2016 en base a un decreto por el que se tenían que inscribir en el Registro de Turismo de Andalucía para seguir acogiendo huéspedes. La Consejería de Turismo estimó, en base a las estadísticas de portales de internet e inmobiliarias del litoral con mayor demanda, que con esta nueva normativa se podrían controlar entre 3.000 y 4.000 viviendas que venían operando en el mercado negro vacacional y en la actualidad ya se han inscrito el doble y todo apunta a que este segmento seguirá creciendo.

Vera, Mojácar y Roquetas concentran la mayoría de las viviendas turísticas al sumar casi 20.500 plazas

Las viviendas con fines turísticos representan el auténtico boom del destino Costa de Almería que en marzo de 2018 sumaban 11.388 camas y un año después eran 19.904. Antes de la pandemia, en junio de 2019 superaron las 24.000 en 4.882 establecimientos censados bajo este epígrafe y en junio de 2020, en plena policrisis del coronavirus, habían alcanzado las 27.000 plazas en 5.500 alojamientos. Un año más tarde, en septiembre de 2021, ya eran 31.571 camas en 6.524 pisos, chalés y apartamentos en 40 municipios y en la actualidad son 7.787 viviendas con fines turísticos que alcanzan las 38.226 camas en 55 localidades de la provincia. Han seguido creciendo, incluso en pandemia frente al parón que experimentaba el sector en su práctica totalidad, incrementando las camas en más de diez mil plazas en apenas dos años.

En la peor coyuntura turística, en tiempos de conmoción y mascarilla, ganaron aún más peso por sus características de distanciamiento social como enclaves seguros y cercanos frente a la masificación de las grandes cadenas y alojamientos hoteleros. Se han convertido en una alternativa al alza que ha ido ganando terreno al hotel en una época de transformación del negocio turístico hacia la diversificación de la oferta y las nuevas tecnologías con una imparable proliferación de este tipo de viviendas a través de plataformas digitales con progresiva acogida como Airbnb, HomeAway o Booking, entre otras tantas.

52% del alquiler vacacional

Si a este tipo de establecimientos se sumaran las 17.809 camas que ofrecen los 149 apartamentos turísticos que prestan actividad en la provincia, el cómputo total de plazas del alquiler vacacional alcanzaría las 56.035 y supondría nada menos que el 52% de la planta provincial. La regulación de este tipo de alojamientos respondió a la necesidad de ordenar una importante oferta de inmuebles no destinados a vivienda y con uso privado para el turismo y a la de ofrecer a los clientes garantías de calidad y confort durante su estancia en la comunidad fortaleciendo la imagen del destino.

La norma de la administración andaluza creó la categoría de vivienda con fines turísticos y estableció la inscripción obligatoria para poder operar en un intento de que este tipo de apartamentos y casas ocultas, ajenas a cualquier control estadístico, jurídico, fiscal y laboral se integraran en una estadística reglada acabando con la competencia desleal a los establecimientos hoteleros al salir de la clandestinidad. Sin embargo, esta nueva forma de economía compartida en el segmento del alojamiento ha experimentado un crecimiento desmedido ausente de regulación ad hoc y con regulaciones parcialmente diferentes en cada región, por lo que requiere de una comunión normativa supracomunitaria que se adapte a su nueva realidad y respete el ejercicio de las competencias autonómicas y locales en la prestación de los servicios turísticos.

Reordenación de los alojamientos turísticos

De hecho, la Consejería de Turismo viene trabajando desde finales de la anterior legislatura en la reordenación de los alojamientos turísticos con un decreto que aporte soluciones al actual maremagnum generado por el reglamento de 2016 tratando de equilibrar la actividad económica y social y definiendo una nueva regulación de los requisitos clasificatorios y de las condiciones de explotación. El Centro de Estudios Municipales y de Cooperación Internacional (CEMCI) organizará el próximo 23 de septiembre el curso ‘Las viviendas turísticas colaborativas frente a las entidades locales en Andalucía’ para ayudar a encontrar las respuestas.

La presión de la patronal logró que se regulara este segmento vinculado a nuevas formas de viajar y a la irrupción de una comercialización más directa y sin intermediarios, pero la proliferación de pisos turísticos sigue preocupando y mucho seis años después. El Gobierno también tuvo en cuenta este desarrollo empresarial que miles de familias hacen con las segundas viviendas y reforzó el control sobre los propietarios de los pisos en alquiler, sobre todo los destinados a turistas.

El 52% de camas suman este tipo de vivienda más el segmento de los 149 apartamentos turísticos: 55.790 camas

Desde enero de 2019 se impusieron nuevas obligaciones de información para las plataformas digitales que intermedian en el arrendamiento de viviendas con fines turísticos y los portales y web de alquileres vacacionales tienen que informar directamente a Hacienda sobre las reservas y transacciones entre sus usuarios y, en caso de detectarse que se han hecho de forma ilegal, contempla sanciones consistentes en el abono de los rendimientos no declarados, además de un recargo de entre el 50 y 150% del importe escondido al fisco según la gravedad de la infracción.

Un año después, en octubre de 2020, la Policía Nacional de Almería iniciaba una campaña para asegurarse de que las personas físicas o jurídicas que disponen de viviendas con fines turísticos en la capital y El Ejido informan sobre la identidad de sus huéspedes a través de un registro de viajeros con sanciones que van desde los 100-600 euros para las leves hasta los 601-30.000 para las graves en el caso de incumplimiento.

Concentración en el Levante

Más de la mitad de viviendas con fines turísticos se concentran en el litoral del levante almeriense. Los municipios con más inmuebles inscritos en el Registro de Turismo de Andalucía son: Vera (1.772 viviendas y 8.182 plazas), Mojácar (1.355 con 6.870 camas), Níjar (948 inmuebles y 4.990 plazas), Pulpí (567 con 2.837 camas) y Carboneras (340 con 1.663 plazas). A continuación se van salpicando localidades del resto de la provincia destacando el peso de Roquetas (1.176 establecimientos y 5.443 camas), la capital (803 con 4.006 plazas) y El Ejido (199 viviendas y 958 camas). Tan sólo Vera, Mojácar y Roquetas estarían por encima de las 20.500 plazas.

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