Más de 10.000 viviendas de uso turístico suman 49.000 camas, el 41% de las que tiene Almería
Turismo
Lideran la oferta provincial de alojamientos hoteleros y extrahoteleros que suman 118.200 plazas
Llegan a 55 localidades en una estadística encabezada por Vera, Mojácar, Roquetas, la capital y Níjar
Las viviendas con fines turísticos acaparan el 40% de la oferta provincial con 46.159 camas
Las viviendas con fines turísticos superan las 40.000 camas, 5.000 más que los hoteles
Las viviendas con fines turísticos continúan con su imparable expansión por toda la geografía almeriense, con especial profusión en los municipios del litoral, y ya han superado la barrera de los 10.000 inmuebles que desbordan por completo la previsión inicial de la administración andaluza. La Consejería de Turismo puso en marcha una normativa específica a mediados de 2016 para regularizar la actividad de las casas que venían operando en el mercado negro vacacional con una estimación de entre 3.000 y 4.000 apartamentos y pisos en base a la oferta proyectada en portales de internet e inmobiliarias con mayor demanda del litoral de la provincia. Representan el auténtico ‘boom’ del destino Costa de Almería en la última década, el único segmento que ha seguido creciendo a un ritmo de vértigo durante los años de la pandemia y el número de inmuebles inscritos en el Registro de Turismo de Andalucía ha tenido una evolución exponencial: en junio de 2018 eran 2.350 viviendas, 6.085 en junio de 2021, 7.733 en septiembre de 2022, 9.420 un año después y en la actualidad son 10.037.
Esta nueva subespecie de turismo colaborativo al alza cimentada en las tecnologías de la comunicación y plataformas de alquiler vacacional se ha convertido en el principal activo del destino en volumen tanto de establecimientos como de camas. En apenas ocho años han pasado de la nada -un fenómeno prácticamente residual- al todo, desbancando las capacidades que concentran los campings, casas rurales, apartamentos turísticos y hoteles. La cifra de plazas que acaparan las viviendas con fines turísticos está muy cerca ya de las 50.000, lo que representa casi el 42% del cómputo global de camas que tiene el sector. Un rápido florecimiento de un modelo de negocio ajeno a los tradicionales alojamientos que se constata en el adelantamiento por la derecha de la planta hotelera que siempre había estado al frente de la oferta provincial hasta que las viviendas con fines turísticos entraron en escena.
De hecho, ya superan en más de 13.000 plazas las que ofrecen los 308 establecimientos hoteleros (hoteles de una a cinco estrellas, albergues, hostales y pensiones) que a comienzos de este mes de abril son 35.900, aproximadamente el 30% del total provincial que se sitúa en poco más de 118.200 camas. Las viviendas turísticas sumaban 11.967 plazas en junio de 2018 y un año después ya eran 24.038. En el verano de 2021 alcanzaron la barrera de las 30.000 plazas, al cierre de septiembre de 2022 ya eran 38.000 y un año más tarde llegaban a las 46.000.
En apenas seis meses han crecido hasta las 49.092 camas, ya sea en inmuebles completos o por habitaciones, en 55 municipios, lo que quiere decir que tienen representación en más de la mitad de las localidades que tiene la provincia. El fuerte tirón de los pisos con fines turísticos se concentran principalmente en los grandes núcleos urbanos del litoral, si bien las del Levante almeriense lideran la estadística. Vera, Mojácar, la capital, Níjar y Roquetas son los cinco focos con mayor impacto de las viviendas registradas bajo este epígrafe y acaparan casi el 80% del volumen provincial de acogida.
Goteo diario de inscripciones en el Registro de Turismo
Vera es el municipio con mayor expansión de la geografía provincial y la única que supera las diez mil camas. En la actualidad tiene censadas 2.233 viviendas turísticas con 10.249 plazas con un incremento de casi 60 inmuebles inscritos en poco más de un mes. En segundo lugar aparece Roquetas con 1.654 viviendas y 7.604 camas y Mojácar le sigue muy de cerca con 1.585 casas y 8.055 plazas. La capital es la cuarta con 1.182 (5.886 camas) y Níjar figura en quinta posición con 1.121 pisos turísticos con 5.847 plazas. El resto de localidades de la geografía provincial están por debajo del millar de viviendas turísticas, aunque destacan por su implantación tanto Pulpí con 732 (3.633 camas) como Carboneras con 428 (2.114). El goteo de las nuevas inscripciones es permanente en Almería y lo seguirá siendo de cara a la temporada estival.
Tan sólo entre febrero y abril, algunos municipios de la provincia han incrementado su oferta en medio centenar de nuevos inmuebles dedicados al uso turístico: Roquetas ganó 296 camas, Vera 258, Mojácar 197 y la capital incorporó otras 187. Fue el único segmento turístico que no se frenó durante la policrisis del coronavirus, por sus características de distanciamiento social como enclave seguro frente a la masificación de grandes cadenas y alojamientos, y en pleno parón de la actividad en general, este mercado siguió creciendo y ganó 15.000 camas en dos años. Antes de la pandemia, en junio de 2019, eran 24.000 plazas en 4.882 inmuebles, al año siguiente habían alcanzado las 27.000 camas en 5.500 alojamientos. En septiembre de 2021 ya eran 31.571 plazas en 6.524 pisos, chalés y apartamentos y al comenzar 2022 superaban las 8.200 viviendas.
Ni el covid pudo con este fenómeno de las viviendas turísticas que en menos de una década ha cambiado drásticamente las reglas del juego de las pernoctaciones para ponerse por delante del conjunto de los establecimientos hoteleros y extrahoteleros de la provincia. La proliferación de las viviendas de uso turístico ha obligado a la Junta a aprobar este año un nuevo decreto con el que regular este tipo de alojamientos estableciendo una serie de requisitos mínimos para los inmuebles en cuestión, como la superficie de 14 metros cuadrados por plaza, y otorgando la potestad a los ayuntamientos de limitar o prohibir la actividad mediante las ordenanzas locales y el uso del suelo (planeamiento urbanístico). Aunque contribuyen a aumentar la oferta y desestacionalizar, desde la administración andaluza son más que conscientes de las “tensiones” en la convivencia que ya se están generando en algunas localidades.
Ayuntamientos vigilantes, pero aún sin ordenanzas
Desde el pasado 22 de febrero los ayuntamientos de la provincia ya pueden regular la cifra máxima de viviendas de uso turístico por edificio o sector urbanístico para evitar que siga su crecimiento en zonas saturadas. Los consistorios de la provincia reconocen que ya se han puesto en contacto con los técnicos de la Delegación Territorial de Turismo para conocer más detalles sobre la aplicación de la normativa a nivel municipal, pero de momento no hay rastro de las ordenanzas que sí tienen algunas de las capitales y grandes urbes de la comunidad. Las localidades con más población e impacto de este tipo de inmuebles consideran que hay que regular la actividad para avanzar hacia la sostenibilidad y calidad del sector turístico.
Tanto Roquetas como Vera, El Ejido o la capital han reconocido a Diario de Almería que están “vigilantes” por el florecimiento de este segmento y de momento no se están dando problemas de convivencia. Vera es la localidad con mayor número de viviendas con fines turísticos de la provincia y la única que supera las diez mil camas. Su alcalde, Alfonso García Ramos, explica que “hasta el momento conviven todas las tipologías de turismo sin ningún problema, si bien somos conscientes de que las viviendas con fines turísticos no son el modelo que asienta población en nuestro municipio”. El consistorio valora las diferentes opciones que ofrece la normativa regional para aplicar a nivel local una regulación de la manera más beneficiosa y sostenible para el crecimiento ordenado del parque de viviendas.
Roquetas es el segundo núcleo urbano en número de viviendas de uso turístico (1.654 que suman 7.594 camas). La concejala roquetera de Turismo y Playas, Amalia López, explica que están vigilantes para garantizar la calidad de todos los recursos turísticos de Roquetas, que es el principal destino de la provincia y el quinto más visitado de la comunidad. “Esta proliferación de inmuebles obliga a las administraciones a regular este tipo de alojamientos y establecer unos requisitos mínimos a sus propietarios”. Desde el consistorio explican que trabajan de la mano del sector y la Delegación de Turismo para una correcta aplicación del decreto y recuerdan que la apuesta del Ayuntamiento de Roquetas pasa por “regular este tipo de viviendas para avanzar hacia un turismo sostenible y de calidad”.
El consistorio ejidense asegura que también hay que avanzar con ordenanzas locales para que compitan en igualdad de condiciones con otras formas de alojamiento que a día de hoy tienen una regularización y control más exhaustivo que, por ejemplo, los hoteles y campings. Dentro del sector hotelero son más críticos con este fenómeno y lo consideran una amenaza para las ciudades y el turismo. De hecho, subrayan la incompatibilidad que existe entre un modelo de calidad y generador de riqueza como el que venían ofertando casi en exclusiva y el de la proliferación de las viviendas de uso turístico. La patronal pide tomar conciencia porque entienden que conlleva problemas de convivencia, genera escaso empleo y riqueza y expulsa a la población local.
El control de la Junta en Almería: 25 sanciones en 8 años
El nuevo decreto viene a dotar al sector de legalidad y calidad con el que los consistorios determinan la “zonificación” en base al interés general y la Consejería de Turismo se mantiene como garante de que los inmuebles cumplen requisitos de confort y habitabilidad. Los inspectores de la Junta son los que deben determinar si estas viviendas turísticas cuentan con la climatización, el número de baños y ventanas, el ajuar doméstico y el espacio mínimo necesario nunca inferior a 24 metros cuadrados. No se pueden emplear las viviendas sometidas a protección pública, ni al completo ni por habitaciones, y no se podrá restringir el acceso a los huéspedes por razones de raza, sexo o religión. La norma no tiene carácter retroactivo y para que se adapten las que ya están inscritas en el Registro de Turismo tendrán un plazo de un año. Desde que se puso en marcha el primer decreto de 2016 obligando a las viviendas de uso turístico a inscribirse, sólo se han abierto 25 expedientes en la provincia por infracciones que en su mayoría se corresponden por operar en la clandestinidad (11), incumplimientos con obligaciones (7), alterar el presupuesto (5) o la inexactitud con los requisitos de funcionamiento (3) o de los datos aportados a la Junta (3). Los años con mayor número de sanciones son 2019 y 2023 con 6, seguido por 2018 con 5. El resto no han pasado de uno o dos expedientes.
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