Los virgitanos ante el riesgo biológico en 1625

Actitud. No es de extrañar que en las sociedades agrarias tradicionales al encontrarse inermes ante los terribles impactos de los riesgos naturales aflorara una mentalidad concreta

Pedro Ponce

06 de septiembre 2015 - 05:01

HOGAÑO no hay aceitunas, ni se halla una gota de vinagre en todo este pueblo, la fuente de la plaza se secó, un rayo cayó en la picota" (Don Quijote, II-52). La carta de Teresa Panza a su marido Sancho muestra los impactos generados por los riesgos naturales, sobre unas sociedades tradicionales muy apegadas a la tierra ellos primeros años del siglo XVII.

La clasificación más sencilla de los mismos es la que atiende a sus agentes causales: Geofísicos (climáticos/meteorológicos, geológicos/geomorfológicos), Biológicos (Plagas entomológicas y de vertebrados), a esta clasificación tradicional podemos añadir los riesgos desencadenados por las personas (contaminación, degradación medioambiental).

Plagas y epidemias entomológicas, habitualmente no tratadas al exponer los riesgos naturales a pesar de sus impactos socioeconómicos negativos, a menudo se caracterizan como Calamidades Públicas (F. J. Ayala Carcedo y Mª. J. Sanz Benito, Riesgos Naturales, 2002). A este efecto es significativo y del mayor interés considerar que Berja en el primer tercio del siglo XVII se ve afectada, aparte de plagas de vertebrados, tratadas en artículos anteriores, por las entomológicas: "pulgón, orugas y gusanos" de los olivos y "gorgojos" del trigo.

1625, abril, 21. Berja.

Francisco de Arévalo, alcalde ordinario.

Juan Sánchez Sahagún el mozo, alcalde ordinario.

Francisco Pérez Morillo, regidor perpetuo.

Francisco de Sevilla Guerrero, regidor.

Lorenzo Iñíguez, regidor.

"Dixeron que atento a el pulgón y orugas y gusanos que an dado en los olibos de la güerta desta villa... de manera que están muy secos y no pueden llebar fruto, y para su remedio se hiço dilixencia de traer a esta villa a el padre fray Francisco de Busto, predicador de la horden de San Francisco, conbentual de la billa de Linares, el qual bino y está en esta villa, ya seguido pleyto contra los dichos por ante el presente escriuano. Y oy dicho día se echaron suertes del santo que abía de tocar para botarle y haçer fiesta por patrón desta villa para la dicha memoria, y el dicho padre fray Francisco de Busto en pressencia del dicho conçexo, beneficiados y algunos vecinos desta billa, echó las dichas suertes y çédulas de los santos y salió por suerte San Gabriel Arcángel, el qual se botó y reçibió por abogado y patrón desta villa para haçerle fiesta en su día y holgarle, de que acordaron se haga la dicha fiesta perpetuamente".

(Libro del Cabildo de la villa de Berja 1599-1627)

1625, mayo, 13. Berja.

Francisco de Arévalo, alcalde ordinario.

Juan Sánchez Sahagún, alcalde ordinario.

Francisco de Sevilla Guerrero, regidor.

Lorenzo Iñíguez, regidor.

Acordaron que Juan Sánchez Angulo, mayordomo de propios, pague a Juan Sánchez Sahagún el mozo, alcalde ordinario, 48 reales que devengó por cinco días de ocupación, de los cuales dos corresponden "en yr

a la villa de Adra a traer a el padre fray Francisco de Bustos, predicador de la horden de San Francisco, para que biniese a esta villa a conjurar la oruga y pulgón de los olibos".

(Libro del Cabildo de la villa de Berja, 1599-1627)

1625, mayo, 25. Berja.

Francisco de Arévalo, alcalde ordinario.

Juan Sánchez Sahagún el mozo, alcalde ordinario.

Francisco de Sevilla Guerrero, regidor.

Lorenzo Iniguez, regidor.

Acordaron "pagar cinco reales al carpintero Torcuato Sánchez "por vnas cruzes que higo para los conjuros del pulgón", y seis al licenciado Juan Oliver, beneficiado de la villa, "de resto de la fiesta que hiço para los dichos conjuros, porque lo demás se pagó de otra parte".

(Libro del Cabildo de la villa de Berja, 1599-1627)

1625, agosto, 27. Berja.

Francisco de Arévalo, alcalde ordinario.

Juan Sánchez Sahagún el mozo, alcalde ordinario.

Francisco Pérez Morillo, regidor perpetuo.

Lorenzo Iñíguez, regidor.

Exponen que Sebastián López y Cristóbal Enríquez de Molina entregaron, en nombre del concejo, 200 reales al franciscano fray Francisco de Bustos "por aber benido a esta villa a conjurar el pulgón y oruga que dio en los olibos, y por no aber propios y ser vtilidad de los vecinos se libran en las dichas sobras de los dichos diezmos".

(Libro del Cabildo de la villa de Berja, 1599-1627)

El lector posiblemente se pregunte el por qué de ésta actitud y de las decisiones tomadas, escueta pero expresivamente expuestas por el escribano del concejo, respecto a la plaga de los olivos en 1625, también debe tener presente que el virgitano del primer tercio del siglo XVII tiene una concepción de las cosas en la cual el rasgo más destacado es la religión, al incardinarse en la mentalidad colectiva de la sociedad como parte de su pasado y su presente.

No es de extrañar que en las sociedades agrarias tradicionales al encontrarse inermes ante los terribles impactos de los riesgos naturales aflorará una mentalidad, un conjunto de sentimientos y formas de entender la vida determinantes de actitudes y decisiones, por lo que sus actuaciones adquieren un significado interpretable de varias maneras, pero remitiendo siempre a la divinidad en lo concerniente al riesgo natural, apareciendo, si bien no se plantea en Berja, el binomio riesgo y pecado desde lo más remoto de los tiempos a la actualidad:

El concejo de Carmona (Sevilla) al mencionar el terremoto de Málaga de 1494 manifiesta "parece que es causa de los pecados que en este mundo cada día acaecen"; Antonio de Mendoza y Quesada, en carta fechada en Almería el 2 de enero de 1659, comunica al duque de Maqueda el seísmo ocurrido el 31 de diciembre de 1658 y afirma "bloques enormes caían de los cerros y aplastaban casas, y sentíanse gritos y súplicas, y Dios parecía no escucharles en castigo de sus maldades, y dicen que San Silvestre castiga haber esclavos"; ante la plaga de langosta, y que "la Divina Justicia, por nuestras culpas, está indignada contra nosotros por su azote

levantado para castigarnos, y para aplacar su indignación", el concejo de Mula (Murcia) el 8 de julio de 1756 acuerda que se haga procesión/rogativa con el cuerpo de San Felipe Mártir y la imagen de Nuestra Señora la Virgen del Rosario.

Sobre el violento terremoto destructor del 25 de abril de 2015 en Nepal, pueblo muy influido por las creencias religiosas, el lama Chombo, mientras recorría las ruinas del complejo religioso de Swayambhunath, apodado el Templo de los Monos, exclamaba "ha sido un castigo celestial, este país está repleto de pecadores que han ensuciado nuestro Karma", y en Pashupatinath otro monje coincidía con el anterior diciendo "le hemos faltado el respeto a Dios y nos ha castigado".

Retornando el hilo del relato sobre Berja diremos que a mediados del siglo XIX el olivar, fluctuando desde tiempo atrás, presentaba un panorama desolador, el informante de Madoz al referir la producción agrícola de la localidad dice: "Maíz, trigo, cebada, almendra, vino, aceite, lino, lana y seda. Excepto el maíz, cuya cosecha es la más abundante, falta de los demás artículos por el gran consumo de la sierra de Gádor. En otro tiempo era el aceite, además del maíz, la principal cosecha, pero aquel se ha minorado desde que el olivar padece la telaraña y aceitón, con cuyo motivo, y la falta de leñas, se aprovechan los propietarios de este combustible" (Diccionario Madoz, T.IV, Madrid, 1846).

Para finalizar invitamos al lector a reflexionar sobre dos hechos, por una parte la plaga bacteriana Xileya "fastidiosa" (excelentemente expuesta en todos sus aspectos por Asunción Fernández de Castillejo en el Diario de Almería del 28 de abril de 2015) que en el siglo XXI, cuando el riesgo biológico viene siendo el mejor controlado e incluso erradicado en las sociedades más avanzadas, ha llegado a Europa arrasando los olivos del sur de la región italiana de Apulia, saltando a Brindisi y luego a Francia, desatando la alarma, incrementada no sólo en lo referente al olivo sino por la particularidad de poder afectar también a almendros, vides, frutales, inclusive plantas ornamentales, de hecho en Sudamérica el gran problema es que arrasa frutales sobre todo cítricos; y por otra a lo dicho por Jaime Vicens Vives: "Comprender a los que han sido en su propia circunstancia histórica, para comprendernos mejor a nosotros mismos en nuestra propia existencia colectiva".

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