La vida sonora de Juan José y sus guitarras
Pequeñas historias almerienses
El autor del himno de la AD Almería falleció, tras una intensa vida cantándole con amor a las cosas buenas de su provincia
Con las pesetillas que pillaba juntó para grabar un disco
Hacía tiempo que no leía una esquela en el periódico con el apodo o el nombre artístico del fallecido en letras gordas y negras. Más que las del nombre oficial. Cuando los diarios llenaban páginas y páginas con este tipo de lúgubres anuncios, de vez en cuando y debajo de la identidad del muerto aparecía su sobrenombre. Recuerdo las esquelas de “Pepe Lápiz” o “El Caliche”, almerienses muchos más conocidos por sus alias que por su DNI.
Pero una esquela en la que las letras del apodo superan en tamaño y grosor al nombre y apellidos reales del difunto es cosa rara. Y ocurrió el martes cuando se publicó la de “Juan José y sus Guitarras”. El personaje antes que la persona. Oficialmente se llamaba Amor Juan José Sánchez Cruz, pero todo el mundo le conocía por su nombre artístico.
Su trayectoria vital y artística se asemeja a los hombres y mujeres de aquella dura y complicada generación de los años treinta del XX. Nació en plena Guerra Civil; estudios básicos; hijo de emigrantes en Barcelona; de profesión lo que salía (camarero, zapatero) y un profundo e inquebrantable amor a su tierra de origen. Por eso volvió de Cataluña añorando el pueblo de sus padres –Benahadux- y se centró en lo que verdaderamente le gustaba; lo que le hacía feliz: componer canciones y cantarlas… y con eso podía ofrecer a su familia una vida mejor.
Así empezó Juan José y sus guitarras. Un grupo que lideraba, que lo mismo actuaba en las fiestas de Piedras Redondas, en los festejos para los ancianos de la Residencia de Pensionistas de la Seguridad Social, en la patrona de los ciegos Santa Lucía, que lo hacía gratis en la Plaza de Toros para recaudar fondos destinados a los huérfanos del criminal incendio de la calle Gerona, en 1980.
Con las pesetillas que pillaba de aquí y allí comenzó a juntar para grabar un disco. Cumplir su sueño. El añorado y recientemente homenajeado en Tahal por la Asociación de la Prensa, Juan José Pérez (1937-1981), le abrió en Radio Juventud una ventana de promoción con un espacio propio. Y las guitarras de sus tres acompañantes y su potente voz comenzaron a escucharse por toda Almería. Reunió varios miles de duros y se marchó en 1971 a la casa “Columbia”, para editar el disco “Coplas de Juan José” y un maravilloso tema en la “cara B” dedicado a nuestra provincia: “Cuando vengas a Almería”. Los Maestros Berenguel (José Berenguel Escámez 1914-2004) y Barco (Rafael Barco Molina 1903-1995) le echaron una mano en las partituras y poco después la funda del disco y de la cinta de casete, con su foto arriba de La Alcazaba, se mostraron expuestas en las tiendas. Eso sí, por asuntos comerciales y de promoción, la discográfica lo bautizó solo como “Juan José” y se cargó lo de “y sus guitarras”. Pero aquí, en Almería, hasta su muerte el lunes 25 de agosto ambos conceptos han sido inseparables.
Es verdad que en “Coplas de Juan José” y “Cuando vengas a Almería” le cantaba a las mujeres guapas y morenas, a los hombres valientes, a Dios, a España, al amor sincero, a nuestra simpatía, a las hermosas playas, que aquí no hay invierno, a la gente sencilla, al amor, al aroma de la flor de azahar, de la envidia que nos tiene el mundo entero y a las guitarras, las palmas y olé y olé...
Hoy, medio siglo después, más de un “modelno” dirá que son topicazos de la época, pero en los setenta esas letras se entendían y gustaban… mucho. Solo en 1978 actuó en treinta galas, en las fiestas de Adra, Macael o Pulpí y en tablaos catalanes, donde los almerienses que emigraron le adoraban. Llegó a tener un amplio repertorio de temas: “Cordobesa”, “A Macael”, “Nuestro destino”, “La más bonita”, “Murcianica de mis sueños”, “Bomberos de Barcelona”, “Carmela, Carmelita”, “Mi niño chiquito”, “Quien espera” …
Mientras el “Amor Juan José” buceaba en el mundo de los negocios locales del disfrute hostelero, el “Juan José y sus Guitarras” seguía actuando donde le llamaban. Hasta que un día, en el kiosco de “El Lengüetas” en Ciudad Jardín, surgió la idea de escribir un himno para el equipo de fútbol del Almería, cuya carrera fulgurante desde Regional a Primera División pasmaba a los aficionados. Fue, como confesó a mi amigo Tony Fernández en 2009, un impulso que le salió “del alma” después de presenciar el partido de la AD Almería contra el San Fernando, con el que se ascendió de categoría. Y con los acordes de Cristo Sánchez de la Higuera y las 600.000 pesetas que Juan José puso sobre la mesa de “Columbia” en Barcelona (gracias al Banco de Bilbao), la Agrupación Deportiva Almería tuvo el himno “Alirón, el Almería campeón”, disponible para socios y abonados en cintas de casete por algo menos de cuarenta duros.
La extinta “Peña Deportiva Balompédica Almeriense” ayudó mucho al cantante y se encargó de distribuir el material mientras que el propio autor promocionaba la cinta entre directivos, periodistas y empresarios. Aquel himno era del pueblo: potente, sonaba con fuerza, tenía la letra justa y el estribillo hablaba de fidelidad, de honor, de furia colosal, de amor a los colores, de consignas victoriosas, de la unión en la lucha o del triunfo como único objetivo.
“Almería, ¡qué lindos son tus colores!
Almería, no hay equipo de compita con tu furia y tu tesón
Y por eso todos gritan
¡¡Alirón, el Almería el campeón!!”
Compuso una auténtica banda sonora un hombre que tuvo una singular vida sonora. Pero como para Juan José nada fue fácil, con el equipo en Primera División tuvo que pelear duro contra el garruchero Andrés Caparrós (1944). Éste, atraído por el éxito futbolístico del momento, mandó a la directiva un boceto con una letra para que se aceptara como himno oficial, en lugar del ya existente. Y eso, a pesar de que los forofos de las peñas (“Portuaria Almeriense”, “El Taxi” o “El Tranco” de la Colonia Los Ángeles) … se sabían de memoria el de Juan José. Al final, el himno “Alirón, el Almería campeón” duró más que el equipo porque su vibrante melodía se siguió escuchando con estruendo en el campo “Franco Navarro” cantada por veinte mil personas. Nadie hizo caso a la propuesta de Caparrós. Pero en 1982 ya no hubo AD Almería a la que animar. Desapareció.
Conforme avanzaba el final del siglo XX, y poco a poco, “Juan José y sus Guitarras” dejó algo más de sitio al “Amor Juan José” empresario. Bares, negocios, tabernas, el mercaíllo de La Cañada, e incluso candidato suplente de Izquierda Unida en las Municipales de 2003… pero siempre con su Almería del alma en los labios. Como aquel tema de “Cuando vengas a Almería”:
“En este bello rincón de España
que es Almería, Costa del Sol
quiso que fueras las más hermosa
por un milagro que hizo Dios.
Eres espejo de Andalucía
donde se miran tus siete hermanas
por tus mujeres guapas y morenas
eres querida en toda España.
No te sientas forastero
cuando vengas a Almería
gozamos de amor sincero
con cariño y simpatía.
Y en la Puerta de Purchena
en su fuente beberás
y te sentirás almeriense
como su hombre valiente…
¡Y nunca te marcharás!”
Quien, desgraciadamente, se ha marchado para siempre ha sido Amor Juan José; pero “Juan José y sus guitarras” seguirá en el recuerdo de innumerables almerienses, sobre todo los que vivieron con pasión e intensidad los años setenta con pasión. Por eso era justo imprimir su nombre artístico con letras bien gordas y negras en la esquela del periódico. DEP.
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