La vida se abre paso en Los Filabres: ya se reproduce el trepador azul

La Sierra de Los Filabres es la mayor masa forestal de la provincia de Almería. Poco a poco va recuperando toda la vida que tuvo antaño, antes de que la minería, las grandes roturaciones, las talas descontroladas y la presión ganadera produjeran la deforestación de gran parte del territorio. Es, entre otras causas, gracias al proyecto "Filabres: El renacer del bosque frontera" que lleva a cabo la asociación Serbal en los Prados de Rubio (Bacares) con el apoyo de Fundación Unicaja y a través de un convenio con la Consejería de Medio Ambiente.

La vida se va abriendo paso entre las encinas y pinos de Los Filabres. Hace unos pocos días Serbal pudo confirmar no solo la presencia del trepador azul (un pájaro de tonos azulados, colicorto, insectívoro), que ya está asentado en Los Vélez y Sierra Nevada, sino que también constataron por primera vez su reproducción.

"Se trata de un ave eminentemente forestal, que hasta hace pocos años era muy rara en Almería. Su reproducción ya había sido confirmada en Sierra Nevada, y aunque en Filabres la habíamos visto, no estábamos seguros de su reproducción", explica Emilio González, presidente de Serbal. Ahora lo han certificado gracias a los restos de barro y cortezas encontradas en una de las cajas nido. "El trepador azul cría en agujeros naturales, y tiene la costumbre de reducir la entrada con barro y tapizarlo con cortezas de pino", indica.

Otra especie que ha "anidado" en estas cajas es el murciélago orejudo gris, algo que Emilio González califica de "rareza" en cajas de este tipo. Este mamífero es un gran aliado contra las plagas forestales, como la temida procesionaria.

Una de las acciones que Serbal está llevando a cabo dentro del proyecto "Filabres: El renacer del bosque frontera" es la colocación de cajas nido. "Las aves buscan árboles maduros para anidar y con estascajass buscamos imitar eso, ya que los pinares de repoblación jóvenes, como es el caso de Los Filabres, no tienen agujeros", explica el biólogo.

Hay un total de 70 cajas, aunque en las próximas semanas se pondrán una veintena más. Los resultados están siendo muy buenos, como señala el presidente de Serbal, ya que el primer año tuvieron un 33 % de ocupación de las cajas nido y este segundo año casi un 60 %. En ellas anidan cuatro especies de aves, entre en las que se encuentran el carbonero garrapinos o el herrerillo, que son animales insectívoros que realizan una importante labor de control de plagas. Son especies que ya estaban presentes en Los Filabres, pero con estas acciones lo que se consigue es aumentar la densidad de población, ya que encuentra zonas donde anidar.