Los venezolanos afincados en Almería, preocupados e indignados con la situación de su país

Justicia social

Algunos tienen familiares que continúan en Venezuela y que han sido arrestados durante las protestas

Empiezan a plantearse la posibilidad de traer a sus seres queridos a la provincia tras el resultado de las elecciones

Estados Unidos, a la cabeza de los países que no reconocen los resultados de las elecciones en Venezuela

Protestas en Venezuela por el supuesto fraude electoral.
Protestas en Venezuela por el supuesto fraude electoral. / D.A.
María Baeza

05 de agosto 2024 - 04:00

La comunidad venezolana de Almería está atravesando unos días de angustia debido a la situación que vive su país. El resultado de las elecciones dan como ganador a Maduro, sin embargo, el Consejo Nacional Electoral (CNE) no ha hecho públicas las actas de escrutinio ni sus resultados, lo que hace sospechar a la oposición de que se haya podido cometer un supuesto fraude electoral.

Wendy Mayerlin Abad llegó a la provincia en el año 2017. Emigró desde su querida Caracas en busca de un futuro mejor, pero ahora, tras conocer los resultados electorales, la inquietud se ha instaurado en ella. "Me estoy planteando la posibilidad de traer a mis padres a Almería conmigo. A las personas mayores les gusta estar tranquilas, en su casa, y no tienen las mismas fuerzas para emigrar, pero es que diez años más con Maduro no se pueden aguantar", afirma desolada.

"Mis padres han estado yendo a las marchas, y claro que tienen miedo, y yo lo tengo por ellos, pero no podemos vivir entre el miedo y el régimen. Mi padrastro era guardia nacional, pero se dio de baja porque lo que allí estaba viendo le parecía injusto. Tras el resultado de estas elecciones más gente va a inmigrar, el cambio que esperábamos para la juventud no ha llegado", cuenta Wendy.

Además, también asegura que, ella no pudo ejercer su derecho al voto. "Nos empezaron a pedir papeles el día anterior y no pude inscribirme. Nos lo han puesto difícil y muchos no hemos podido votar como ciudadanos venezolanos que somos y que estamos preocupados por nuestro país".

Miguel Ángel Queipo es un joven de 23 años que en diciembre del año pasado llegó a Almería. Fue militar desde los 19 hasta que desertó, antes de venir a España. Su intención al alistarse era la de cambiar el país desde dentro, pero pronto descubrió que la realidad era muy diferente. “Desde fuera todo el mundo se pregunta por qué los militares no dan un golpe de Estado. Eso sería muy complicado porque debido a la inteligencia militar, Maduro sabe hasta cuando estornudas. Si eres opositor al régimen, tu vida corre peligro”.

“Los colectivos son los civiles que están de parte de Maduro y se encargan de asesinar a los opositores a cambio de vivienda, comida y armas. Cuando ellos no pueden más, mandan a los militares, que al final, no pueden negarse, porque sus vidas y la de sus familiares corren peligro. Los que más daño hacen son los que menos quieren hacerlo”.

La hermana de Queipo salió a las calles a protestar, como muchos otros venezolanos, con la mala suerte de ser arrestada. La menor de 17 años está siendo juzgada por terrorismo, enfrentándose a penas de entre 5 y 25 años de prisión. “No tengo miedo de que su vida peligre, porque donde podían asesinarla era en las calles. Va a comer mal, a dormir en un lugar que apenas sea digno, pero no la van a matar. Lo que me da miedo es que la violen o que sufra algún daño psicológico”, relata de forma angustiada.

Hermana de Miguel Ángel Queipo (camisa corta de cuadros) detenida junto a otros jóvenes por protestar.
Hermana de Miguel Ángel Queipo (camisa corta de cuadros) detenida junto a otros jóvenes por protestar. / D.A.

Miguel pretendía traer a su madre y a sus dos hermanas desde Venezuela en marzo, una vez que hubiese ahorrado suficiente dinero y ellas hubiesen puesto en orden sus pasaportes, sin embargo, esta situación ha alterado por completo los planes de la familia. Una situación que le está provocando crisis de ansiedad “ayer me quedé sin aire, estoy desesperado”, concluye.

Así de complicada y angustiosa se describe la situación en el país latinoamericano, que aguarda a que la comunidad internacional tome medidas. Abad reivindica que los gobiernos de otros países apoyen al pueblo venezolano. "Estamos repartidos por todo el mundo, pero no porque queramos, sino por la dictadura, y que, se hagan los ciegos, sordos y mudos, es lamentable".

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