Vecinos de San Cristóbal en Almería se apropian de los aparcamientos a golpe de pedradas y huevos

A nadie se le escapa las dificultades de encontrar espacio donde estacionar el vehículo en una zona como la del casco histórico de la capital almeriense, pero en San Cristóbal las plazas ‘se reservan’ a golpe de pedradas y huevos lanzados contra los coches. Es la peculiar medida disuasoria que están empleando vecinos del barrio con clara intención de espantar a los conductores que aparcan en las plazas creadas dentro del proyecto del mirador del Cerro para asombro del resto de la vecindad, que demanda la adopción de medidas que aborten esta táctica delictiva.

Las obras llevadas a cabo por el Ayuntamiento de Almería para convertir el Cerro de San Cristóbal en un gran mirador incluían varias zonas de aparcamiento señalizado en superficie. Una de ellas corresponde a la cuesta en curva por la que se asciende hasta el Sagrado Corazón de Jesús (Camino de San Cristóbal) donde, según denuncian otros vecinos, se están produciendo estas apropiaciones de las plazas públicas. Preocupados por la “mala imagen” y por las consecuencias de merma de visitantes pudieran tener estos impactos sobre vehículos han decidido tomar cartas en el asunto y hacer pública esta denuncia con el propósito de que haya orden de refuerzo en la vigilancia policial. Porque, además, hay otras triquiñuelas sancionables en práctica.

Entre ellas, el uso de motocicletas averiadas para reservar el espacio habilitado para turismos, las cuales, según explican, se van moviendo de una plaza vacía a otra conforme a las necesidades. “Ponen la moto y la retiran para aparcar el coche cuando llegan”, explican de forma clara, mientras que señalan montículos de escombros estratégicamente colocados. Es otra manera de garantizarse el aparcamiento.

Las infracciones amplían la lista con coches aparcados sobre las nuevas aceras, provocando ya daños sobre las luminarias, y encima de pasos de peatones.

Denuncian también estacionamientos en zonas con señalización específica de prohibido y circulación en dirección contraria también en las calles Antonio Vico y Pósito, que conectan el Cerro con el parque de La Hoya, en las espaldas del Ayuntamiento y la Gerencia de Urbanismo al que no solo reclaman una mayor vigilancia, sino también sanciones a los aparcamientos indebidos.

Aseguran que están siendo habitual el patrullaje por parte de los agentes, si bien “pasan por alto lo que se van encontrando, coches en las aceras y pasos de peatones”, entre otras cuestiones. “De nada sirve que vayan y no multen, pues el mensaje que les llega –a los vecinos infractores–, es que pueden seguir haciendo lo que les da la gana” como “ocupar la vía pública para hacer fogatas”. De todo ello, tienen vídeos y fotografías aunque prefieren mantener sus nombres en el anonimato.