El varamiento de Equinac

Protección de la fauna marina amenazada

El centro de recuperación de especies marinas que tienen en el puerto de Almerimar echa el cierre por la falta de respaldo económico para su mantenimiento

El centro de recuperación de Equinac en el puerto deportivo de Almerimar
El centro de recuperación de Equinac en el puerto deportivo de Almerimar

Después de más de veinte años de rescates de mamíferos marinos y tortugas boba en serio peligro de extinción, nadie parece escuchar, o se desentiende, del SOS que han lanzado los rescatadores Equinac. La oenegé sin ánimo de lucro que se constituyó en el año 2002 con la finalidad de recuperar, proteger y conservar la fauna amenazada no tiene recursos suficientes para el mantenimiento del centro desde el que venían operando para toda la provincia en el puerto deportivo de Almerimar. La instalación que abrieron en 2016 en el muelle de Poniente, en virtud de una cesión de suelo de la administración del recinto portuario y la financiación de la Fundación Beatrice Ederer-Weber Stitfung de Suiza, tiene un elevado gasto en mantenimiento que Equinac no puede asumir sin el respaldo de la administración pública. Llevan meses trasladando el problema de asfixia económica urgente a la Dirección General de Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico que está al frente de la red de varamientos, pero no han conseguido respuesta favorable.

Equinac lleva más de veinte años de trabajo sin un euro público para sus equipos e instalaciones

Y como no han encontrado un plan B para subsistir se han visto obligados a bajar la persiana y han tenido que desmantelar el centro de recuperación. “He hipotecado mi vida para sacar esto adelante, más de veinte años pagando todo, sin un día de descanso, buscando dinero debajo de las piedras, pero ya no puedo más”, reconoce con resignación Eva María Morón, la fundadora y coordinadora de esta entidad que cuenta con un equipo de 38 voluntarios que se vuelcan de manera altruista en salvar vidas animales. La mujer que en el año 2000 hizo posible la creación de un centro de rescate de la fauna en Tabernas, con fondos propios y en un terreno de su propiedad, ahora se enfrenta al cierre del que habían conseguido crear sin un solo euro público. “Mantener la instalación se nos hace cuesta arriba porque sufre mucho desgaste porque está junto al mar y se trabaja con agua salada. Necesita una persona que se encargue permanentemente de su mantenimiento sin atender los varamientos y no podemos pagar ese sueldo”, reconoce Eva María Morón. El Ministerio asegura que no hay partidas disponibles y la Junta de Andalucía, que hace 11 años abrió un centro en Carboneras con la misma utilidad pero que nunca entró en funcionamiento, tampoco se ha ofrecido a sufragar los costes que ya no puede asumir más Equinac.

Una de las tortugas marinas rescatadas por los voluntarios de Equinac
Una de las tortugas marinas rescatadas por los voluntarios de Equinac

“A veces nos preguntan por el número de varamientos, es como si reducen el gasto en prevención del fuego en función del número de incendios de algún año. Desde que comenzamos hemos podido salvar y reintroducir a más de 120 tortugas. Estamos operativos con un teléfono habilitado para la red de varamientos las 24 horas los 365 días del año”, argumenta la coordinadora de Equinac, agotada física y psicológicamente porque se hacía cargo de las llamadas, las gestiones administrativas y de ese mantenimiento que requieren las piscinas y tanques del centro con la ayuda de otros voluntarios. Uno de los principales valedores de la organización y cofundador es el veterinario Emilio Guil que aporta desinteresadamente su hospital de animales. Han conseguido que la oenegé se convierta en referente provincial de la conservación de la fauna marina sumando adeptos a la causa que suman desde todos los ámbitos necesarios: cuidados, buceo, electricidad, agricultura, albañilería... Y a pesar del cierre de la instalación de Almerimar, la organización mantiene su función y compromiso y seguirá prestando asistencia a los varamientos.

Eva María Morón: "He hipotecado mi vida para sacar esto adelante, 20 años pagando todo, pero ya no puedo más”

Eso sí, las especies que antes tenían la posibilidad de sanar y reintroducir sin salir de Almería, ahora deben ser trasladados a otros centros que podrían ser el de la Consejería de Sostenibilidad en Algeciras o el del Oceanographic en Valencia. Así lo ha detallado Eva María Morón, si bien explica que “en la provincia es necesario contar con un centro propio por su ubicación, es punto intermedio a cierta distancia del resto”. La organización cuenta con una UVI móvil para el transporte de cetáceos y tortugas marinas desde agosto del pasado año, lo que haría viable esta opción pese a no ser la más apropiada. La ambulancia rotulada la han conseguido gracias al programa ‘Pescadores al rescate’ con apoyo económico de las estrategias de los grupos de acción local del sector pesquero de Andalucía. Ahora que tienen vehículo se han quedado sin el centro de recuperación, una dinámica habitual para la oenegé que lleva más de dos décadas de lucha titánica por sobrevivir ante la falta de recursos públicos para realizar una labor impagable en el actual contexto de cambio climático que acrecenta el riesgo de extinción de las tortugas marinas.

11 años sin uso del ‘hospital de animales’ de Carboneras

El Centro de Gestión del Medio Marino Andaluz ‘Mar de Alborán’ es uno de los símbolos que siguen en pie del despilfarro económico de las administraciones públicas en tiempos de bonanza en los que se planificó por encima de ciertos parámetros como la necesidad y viabilidad. La construcción fue orquestada antes de la gran crisis del ladrillo por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, pero su puesta en marcha no se produciría hasta enero de 2012, ya en una etapa de contención y recortes, por lo que tendría un corto recorrido. Después de recibir una inversión de más de 1,2 millones de euros cofinanciados tanto por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional para la construcción como por el de Desarrollo Rural a la hora de equiparlo, se dejó morir sin uso ni personal. El objetivo de la Consejería de Medio Ambiente era atender a ejemplares de especies marinas amenazadas, pero lo realmente amenazado era su viabilidad. Después del estreno en público, con las pertinentes fotografías y comunicados, cerró a cal y canto sin tener ningún síntoma de que pudiera volver a la actividad y así ha sido hasta hoy. En torno a 600 metros cuadrados con una área clínica, quirófano, sala de rayos X, farmacia, zona de preparación de alimento, sala de necropsias, así como tanques y una piscina para atender a la fauna marina e instalaciones adaptadas a la cría en cautividad de tortuga boba.El hospital de animales se dotó de equipamientos de primer nivel con el objetivo de prestar servicio a toda la provincia desde su sede en Carboneras. Y ahora que han pasado once años, Almería sigue sin tener un centro como ese y el cierre de las instalaciones de Equinac lo haría más necesario. Sin embargo, este mismo mes, el PSOE en el Ayuntamiento de Carboneras reclamó en pleno a la Junta, por enésima vez desde 2021, la cesión del centro Mar de Alborán en desuso para que se convierta en Oficina para la Transición Energética Justa y la Reactivación Económica de esta localidad dentro de un Plan que ha iniciado el consistorio sin el apoyo del resto de instituciones públicas. No contempla que se pueda destinar finalmente a la actividad para la que se concibió.

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