Universidad Laboral de Almería, medio siglo del viaje al futuro de la educación

Mañana abrirá sus puertas el IES Sol de Portocarrero recibiendo a más de 1.400 estudiantes de ESO, Bachillerato y Ciclos Formativos. Y no será un curso más. A pesar de los sucesivos cambios de nombre, este centro situado en el kilómetro 7 de la carretera de Níjar, junto al aeropuerto, celebra su cincuenta aniversario manteniendo vivo el legado de lo que en su día fue la Universidad Laboral de Almería, cuya entrada en funcionamiento en el tardofranquismo supuso un hito para la educación en una provincia que en aquel momento se aproximaba a los 400.000 habitantes. El complejo académico de más de 19.000 metros cuadrados de La Cañada recibió el 10 de octubre de 1974 a los primeros alumnos, hijos de la clase obrera, situándose a la vanguardia docente del momento por las metodologías pedagógicas más avanzadas y una dotación de medios excepcionales, inexistente entonces en Almería, con talleres y laboratorios científicos, gabinete de orientación psicológica, aulas específicas de música e idiomas, equipamientos deportivos y hasta un invernadero para la formación profesional sobre horticultura.

Los diez primeros años de la Universidad Laboral fueron apasionantes, lo mejor que ha tenido esta provincia a nivel educativo — Jesús Membrive - Profesor durante 16 años y director 1988-1990

En esa fulgurante consolidación de la Universidad Laboral como centro educativo pionero y de referencia no menos importante fue la valía y talento de un profesorado joven y comprometido que integraron, en los primeros años, una decena de docentes de Almería de diferentes ramas en torno a un núcleo duro procedente de Cheste que estaría encabezado por el director Antonio Marugán. Uno de los almerienses de aquel primer claustro, Jesús Membrive, tiene claro que “los diez primeros años de vida fueron apasionantes, lo mejor que ha tenido Almería a nivel educativo”. Hoy recuerda con especial cariño su etapa de 16 años -director entre 1988 y 1990- por aquel foco pionero de enseñanza: “Éramos unos privilegiados por trabajar en este centro y tener a ese alumnado tan cualificado”. Fue un viaje al futuro de la educación por los métodos y recursos educativos destinados a niños y niñas de 14 años que habían terminado la EGB y la coexistencia de Bachilleratos y FP que no existía en las enseñanzas medias de la provincia. “Ahora es habitual en los institutos de Almería, pero antes no había precedentes”, asegura Enrique Manzano que desempeñó cargos directivos entre los años 1986 y 2022. 

También contribuyó, sin duda, a su excelencia académica contar con una residencia de estudiantes por la que pasaron jóvenes de todo el país, inicialmente sólo chicas y en régimen de internado, 175 en su primer año. Desde principios de siglo viene funcionando como un recurso educativo independiente del IES Sol de Portocarrero bajo la denominación Carmen de Burgos. Alberto Benavides, director entre 1975 y 1998, recuerda la llegada de muchachas de toda España con pocos recursos, pero expedientes brillantes. Les daban hasta la ropa. “En vacaciones las llevábamos en autobús a Madrid y desde allí iban en tren hacia diferentes ciudades”. Instituto y residencia comparten la efeméride del 50 aniversario y el privilegio de convivir en uno de los edificios más emblemáticos de la provincia que fue Premio Nacional de Arquitectura y está inscrito en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz.

Porque la Universidad Laboral de Almería es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura moderna en España proyectado por el maestro Julio Cano Lasso con ayuda de Alberto Campo Baeza, Miguel Martín Escanciano y Antonio Mas-Guindal, a los que encargaron en 1971 la construcción del centro almeriense y del que abriría en 1976 en Orense. Un diseño sobrio y racionalista que se adapta a los condicionantes geográficos y culturales del árido entorno y se proyecta como barco varado en el desierto hacia el mar Mediterráneo.

De la austeridad al exterior, con volúmenes blancos casi opacos sin ventanas, se pasa a un recinto de patios ajardinados e infinidad de lucernarios circulares que convierten la captación de la luz, omnipresente en Almería, en otra de sus señas de identidad. El patio central, de más de mil metros cuadrados, es el punto en el que confluyen los ejes de esta pequeña ciudad equipada con una elegancia y coherencia que se mantiene con el paso de los años. En la entrada principal recibe al visitante la escultura de Gustavo Torner, gran amigo de Cano Lasso, hecha a base de cubos metálicos en movimiento y a las dependencias interiores llegaron, fruto de esa alianza, litografías y obras de artistas del círculo del Museo de Arte Contemporáneo de Cuenca. Aunque el curso se inició en octubre con cerca de 400 alumnos, la construcción que se adjudicó a la empresa Huarte, no se daría por finalizada hasta 1975.

21 universidades laborales

La de Almería fue de las últimas universidades laborales que desde 1955 se venían construyendo por todo el país. Bajo la custodia del Ministerio de Trabajo y los fondos de las Mutualidades Laborales se levantaron 21 centros en España (4 en Andalucía) como un sistema de cobertura educativa de capas sociales menos favorecidas para preservar el derecho a formarse de la población trabajadora. Miles de españoles han pasado por las Laborales, entre los que se pueden destacar a los cantautores Serrat y José Luis Perales, al actor Imanol Arias o dirigentes políticos de antaño como el socialista Luis Gómez Llorente o más actuales en el caso del presidente de la Junta, Juanma Moreno, que se formó en la de Málaga.

Los mejores recursos educativos: laboratorios y talleres, invernadero de cristal, instalaciones deportivas y residencia estudiantil

En las instalaciones de La Cañada, que en una primera etapa se diferenció del resto de las Laborales por incluir en su oferta académica especialidades de Frío Industrial y Horto-fruticultura, se han forjado trayectorias y valores de más de veinte mil estudiantes que hoy forman parte activa de la sociedad almeriense con presencia en instituciones, tejido económico y agentes sociales. Fue absorbido por el Ministerio de Educación a principios de los años ochenta y reconvertido en Centro de Enseñanzas Integradas que atendería las necesidades educativas de los núcleos levante de la capital (La Cañada, El Alquián, Níjar y Cabo de Gata) y de los municipios del cinturón norte (Huércal, Viator, Benahadux, Pechina...), si bien siempre contó con internos en la residencia de todos los rincones de la provincia.  

Desde un primer momento fue un epicentro de la cultura almeriense  al disponer de un presupuesto más elevado que el resto de centros y por iniciativa de un profesorado joven, bien formado y motivado. Por sus aulas y salón de actos han desfilado destacados intelectuales y artistas de la talla de José Hierro, Juan Goytisolo, Ian Gibson, Luis Francisco Esplá, Manuel del Águila o el juez Emilio Calatayud. Tuvieron un cine club, grupo de teatro, talleres de fotografía y hasta una rondalla creada por José Richoly que ganó el premio nacional.

Teatro del Siglo de Oro

Pero el hito más destacado fue la gestación en 1984 de las Jornadas de Teatro del Siglo de Oro, un evento cultural de referencia en España, que surgió de la iniciativa del Departamento de Literatura al que pertenecía Antonio Serrano, que compaginó durante años ambas direcciones, la del centro y la de un festival de referencia que años más tarde recibiría la Medalla de Oro de las Artes Escénicas y Premio Max en su treinta aniversario. La vinculación de la Universidad Laboral con el teatro de los siglos XVI y XVII fue mayúscula durante décadas y las obras, directores, actores, vestuario y fotografías se incorporaron al paisaje del centro con exposiciones, desfiles y representaciones.

A la vanguardia tecnológica

Más allá de la faceta cultural, esta institución también despuntó en el ámbito científico y tecnológico. El que fuera vicedirector y profesor de la rama de Electricidad, Miguel Hidalgo, recuerda que a principios de los 90 pusieron en marcha el primer grado superior de energía solar y también fueron pioneros en tecnología agroalimentaria. En el centro se organizaron seminarios con agricultores y ya a finales de los setenta recibieron a técnicos de Israel para mostrar los avances del riego por goteo para los cultivos. Pedro Aznar, que fue cinco años director, incluyendo la pandemia, ha trabajado casi dos décadas en el centro y destaca la disposición que siempre han tenido a compartir los equipamientos con el conjunto de la provincia. A los laboratorios de física, química, ciencias naturales e idiomas venían a prepararse las oposiciones y también recibieron a universitarios de las ingenierías agrícolas en su primer contacto con un invernadero de cristal. 

Programa de actividades

Con motivo del 50 aniversario, el equipo directivo del IES Sol de Portocarrero que lidera María del Mar Mota ha preparado un amplio programa de actividades, con el respaldo de la Delegación de Desarrollo Educativo y Formación Profesional de Almería, para su desarrollo a lo largo del curso que arranca este lunes con una doble vertiente. Por un lado, se pretende poner en valor el “gran papel” que ha desempeñado el centro en la educación de miles de jóvenes de dentro y fuera de la provincia. Y un segundo eje que sería la relevancia arquitectónicade las instalaciones que cada año visitan universidades de todo el mundo, en colaboración con el Colegio de Arquitectos de Almería. Mota recuerda precisamente la emoción que sintió una delegación de México. Se escapó más de una lágrima. Habían dedicado años a su estudio. Además, han preparado un concierto organizado por docentes, charlas y visitas guiadas, cena de gala de la primera promoción y dos exposiciones de fotografías del pasado de un centro que hace medio siglo viajó al futuro de la educación.

"Éramos la envidia del resto de centros"

Antonio Marugán Sanchidrián era el director decano del Centro de Orientación de las Universidades Laborales de Cheste desde que abrió sus puertas en 1969. Una buena gestión de esta institución innovadora que se convirtió en la más grande del país con más de 5.000 estudiantes en régimen de internado hizo que este psicólogo y pedagogo fuera propuesto para la dirección de la Universidad Laboral de Almería. Fue informado tan sólo días antes del inicio de curso. Casi sin tiempo para asimilarlo lideró una delegación docente de cinco profesionales de Cheste y llegó al nuevo centro de La Cañada en el verano de 1974. Marugán recuerda que el curso empezó y todavía no habían terminado las obras. No lo harían hasta 1975, al igual que la inauguración oficial (en la imagen). Marugán recuerda las visitas continuas de los arquitectos liderados por Julio Cano Lasso durante los primeros meses de clase. La obra no estaría completada hasta bien entrado el año siguiente.

El primer director de esta Universidad Laboral asegura que estaba a la vanguardia de la reforma educativa y que, desde el punto de vista financiero, “nos sentíamos unos privilegiados en recursos y equipamientos, éramos la envidia del resto de centros”. La importante consignación económica permitió realizar todo tipo de actividades dentro y fuera del complejo y rememora el honor de tener como colaborador al maestro de la guitarra Richoly. El acceso de los primeros alumnos se regía por las becas de Mutualidades y cajas de ahorros en base a la situación socioeconómica y el rendimiento académico y los profesores fueron seleccionados en entrevistas, aunque posteriormente tendrían que consolidar la plaza como cualquier otro docente cuando fueron asumidas por el Ministerio de Educación. “La dedicación del equipo directivo en aquella primera etapa era absoluta, los que vinimos de Cheste vivíamos en el edificio y estábamos siempre pendientes del internado”. Fueron cuatro años que nunca olvidará en los que “estuve en la dirección de un centro de referencia”. Desde entonces se siente parte de Almería y este cincuenta aniversario será la excusa perfecta para volver a recorrer los pasillos de la Laboral.