Antonio Lao
El silencio de los pueblos
invasión de ucrania
Canjáyar, un pueblo de la Alpujarra almeriense de casi 1.200 habitantes, ha recibido este sábado a 43 personas procedentes de Ucrania, entre ellos 13 menores de entre 6 y 17 años que residían en un orfanato, gracias a la iniciativa humanitaria de dos vecinos de la provincia de Almería.
David González ‘Guaje’ es un asturiano que trabaja como guía de montaña en Laujar del Andarax (Almería) que, junto al expolicía Ramón Ortiz, consiguió que la empresa Frahermar les cediese un autobús para rescatar a los huérfanos y recoger a todos los refugiados que escapaban del conflicto bélico con Rusia.
“Es un final feliz para Ramón y para mí y para esta familia que traemos tan grande (...) No sabemos ni cómo explicarlo”, ha manifestado a los medios de comunicación David, quien asegura que están contentos porque “salió todo como queríamos”.
“Estamos aquí y sabemos que ahora la gente nos va a apoyar, que es lo principal, porque el viaje en sí ya está terminado pero ahora de verdad empieza otro viaje muy importante en la vida de todas estas familias que traemos”, ha añadido.
David destaca también la solidaridad de todo el mundo que los ha ayudado, “desde Asturias, Almería, allí en mi tierra y en mi pueblo, en Piloña, llamando todos los días” y confiesa que “ha sido algo impresionante, desde una familia de un pueblo de aquí, de Huécija, que nos facilitó en Alemania para quedarnos a dormir, mantas, comida recién hecha. Y por el camino, gente que nos venía llorando desesperada a ofrecernos dinero. Hay que vivirlo, casi no se puede contar”.
Ramón asegura que la primera satisfacción ha sido “sacarlos de allí y es lo más importante" y reconoce que tenían "muchísima prisa porque todo empeoraba. De hecho ayer bombardearon el pueblo del que ellos venían. No sabemos lo que hubiese pasado si no hubiesen salido de allí”.
Cree que cuando los vieron llegar casi no se lo creerían porque “esperaron durante un largo tiempo”, unos "siete u ocho días, pero eso fue como meses porque día a día cambiaba la situación".
La suerte quiso que a última hora pudieran contactar con el Ayuntamiento de Canjáyar, que ha dispuesto de 23 plazas en el hotel de la piscina municipal para acoger a 23 personas, entre ellas los huérfanos y dos familias.
El alcalde canjilón, Juan José Romera, ha apuntado que “ya está todo acondicionado para que vivan aquí a gusto”, y ha señalad que "van a buscar ayuda para que puedan subsistir, sobre todo los huérfanos porque las madres con los hijos pueden tener trabajo y se les va a intentar buscar trabajo”.
Pero la solidaridad ha llegado de más gobiernos locales, como los de Huércal de Almería, Viator, Pechina, Benahádux de familiares y amigos que prestaron dinero “a fondo perdido” a estos voluntarios conforme subían el gasoil y los peajes.
Entre ellos se encuentra también el consistorio almeriense de Instinción, que ha habilitado dos viviendas para otras tantas familias gracias a una empresa de la comarca que también se compromete a buscar trabajo para estas personas una vez el Gobierno les conceda el arraigo.
Diego Miranda, uno de los conductores de Frahermar que ha realizado este trayecto, afirma que afrontó la ida “con muchas ganas”, aunque admite que el momento “más duro” fue tener que ver a estar personas “abandonar al resto de su familia” en Ucrania.
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