El TSJA confirma once años de prisión para el terapeuta que mató a un amigo a puñaladas en El Ejido
El fallo también mantiene la medida de cinco años de libertad vigilada impuesta por la Audiencia Provincial
Intervienen cerca de 400 plantas de marihuana en una vivienda que había sido okupada en El Puche

El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha confirmado la condena de once años de prisión para el terapeuta que mató deliberadamente a un amigo, con el que supuestamente también mantenía una relación de compraventa de drogas, asestándole varias puñaladas en su vivienda de El Ejido en julio de 2022.
La sentencia del alto tribunal andaluz rechaza el recurso del acusado, quien pedía la absolución o una reducción de pena al alegar que actuó en defensa propia o bajo los efectos de sustancias estupefacientes.
El fallo también mantiene la medida de cinco años de libertad vigilada impuesta por la Audiencia Provincial y la obligación de indemnizar con 123.000 euros a la pareja de la víctima.
La resolución ratifica la dictada en primera instancia por la Audiencia Provincial de Almería, que consideró probado que el 12 o 13 de julio de 2022 el condenado acudió al domicilio de la víctima, donde ambos iniciaron una discusión.
En el transcurso del altercado, el acusado cogió un cuchillo con una hoja de nueve centímetros y le asestó tres puñaladas: dos en la zona dorsal y una en la cabeza, dejándole el arma clavada en el oído derecho. La víctima falleció por un shock hemorrágico y respiratorio.
El tribunal de jurado descartó que el homicidio estuviera motivado por un intento de robo, aunque el acusado se llevó el teléfono móvil y las llaves de la víctima. Tampoco encontró pruebas de defensa propia, ya que no había signos de forcejeo.
En sus fundamentos, la magistrada destacó que el ADN del acusado apareció bajo una única uña de la víctima, lo que no acreditaba una pelea, y que las explicaciones de los forenses, junto con el informe de autopsia, reforzaron la conclusión de que las lesiones no fueron accidentales.
Los miembros del jurado subrayaron además que el acusado abandonó la vivienda tras los hechos sin prestar asistencia a la víctima, dejándola "incomunicada" y sabiendo que su pareja estaba de viaje en Marruecos, lo que dificultó su hallazgo. Fueron los vecinos quienes, alertados por el "mal olor", avisaron a la Policía al menos tres días después.
El testimonio de la Policía Científica describió la vivienda como "revuelta", con restos de sangre, aunque sin huellas del acusado. No se hallaron signos de entrada forzada y en la puerta había colocado un papel entre la rendija.
Por otro lado, la investigación determinó que el teléfono móvil de la víctima llegó a estar en posesión de un conocido del acusado, quien insertó una tarjeta SIM propia en el dispositivo pocas horas después del crimen. Sin embargo, no se pudo demostrar que el condenado obtuviera un beneficio de ello, por lo que fue absuelto del delito de robo con fuerza.
El TSJA ha concluido que la resolución de la Audiencia Provincial es ajustada a derecho y ha confirmado la condena en su integridad, que ya es firme y solo puede recurrirse en casación ante el Tribunal Supremo (TS).
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