La victoria de Trump deja en suspenso la limpieza de Palomares
Trump podría echar atrás los avances como ya sucedió con su último gobierno, donde no hubo ninguno
Los encuentros fallidos entre España y Estados Unidos para limpiar Palomares
La descontaminación de Palomares, un problema ambiental latente en la localidad almeriense desde el accidente de 1966, vuelve a quedar en una situación incierta tras la reciente victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de EE. UU. Su retorno a la Casa Blanca representa un obstáculo potencial para el avance de este proyecto, que, aunque vio progresos con Joe Biden, podría detenerse debido a las prioridades políticas de Trump. Palomares mantiene su expectativa de justicia y restauración ambiental, aunque teme que el compromiso de descontaminación vuelva a quedar fuera de la agenda estadounidense.
La problemática de Palomares, originada por el accidente entre un bombardero B-52 y un avión cisterna que liberó cuatro bombas nucleares, ha sido un tema pendiente en las relaciones diplomáticas entre España y Estados Unidos. Con Biden, se reactivó un acuerdo de 2015 firmado entre John Kerry y el entonces ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel García-Margallo, para trasladar las tierras contaminadas a EE. UU., avanzando finalmente en un proceso estancado desde la primera administración de Trump. En mayo de 2023, Biden y Pedro Sánchez lograron progresos técnicos, dando nueva esperanza a los residentes afectados por la contaminación de plutonio y americio.
Las intenciones de Donald Trump
Sin embargo, con Trump en la presidencia, las probabilidades de que este proyecto continúe con el mismo ritmo disminuyen considerablemente. El enfoque de Trump en la reducción de gastos en el exterior y su preferencia por despriorizar la política ambiental podrían frenar el avance de un proyecto de descontaminación costoso y logísticamente complejo. Además, la falta de interés de la administración republicana en abordar proyectos de este tipo durante su primer mandato añade aún más incertidumbre. Los habitantes de Palomares y la comunidad almeriense, quienes esperaban ver una conclusión al problema, temen que los riesgos de salud y medioambientales persistan sin solución.
Las 40 hectáreas afectadas en Palomares continúan emitiendo radiación, lo que representa un riesgo grave para los habitantes. La exposición prolongada a materiales radiactivos, como el plutonio, incrementa el riesgo de enfermedades graves. Con Biden, los esfuerzos bilaterales generaron expectativas de avance, pero ahora, con la nueva administración republicana, se teme una espera aún mayor. Los costos millonarios de transportar los residuos a EE. UU., combinados con los requisitos burocráticos y técnicos, representan un obstáculo que la administración de Trump posiblemente no esté dispuesta a asumir.
Desde el punto de vista diplomático, la situación podría abrir tensiones entre España y EE. UU. El compromiso de descontaminar Palomares es una responsabilidad histórica para Almería, que exigen justicia por un accidente provocado por las fuerzas armadas estadounidenses en plena Guerra Fría. Las autoridades españolas han reiterado su solicitud a Estados Unidos para resolver el problema, pero la falta de una política estable en este asunto ha mantenido el proyecto en suspenso, generando frustración en los afectados y en la opinión pública española.
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