Tren Almería-Madrid: casi cinco años de espera y 14 millones en el cambiador para ahorrar siete minutos
El trayecto en el Alvia serie 730 por vía convencional y de alta velocidad, con menos paradas y mayor recorrido, emplea 6 horas y 49 minutos frente a las 6 horas y 56 minutos del Talgo VI por el histórico eje de Linares-Alcázar de San Juan
Talgo VI y Alvia S-730, dos opciones para el viaje en tren Almería-Madrid desde noviembre
La demora en la construcción de la línea de Alta Velocidad a Murcia en los años posteriores a la crisis económica, en los que se puso el freno a las inversiones millonarias del Gobierno de Zapatero, obligó al Ejecutivo de Rajoy a planificar una alternativa con la que paliar la larga espera a la que se someterían los almerienses que, como mínimo hasta 2026, tenían que seguir sufriendo la odisea de un trayecto de casi siete horas a Madrid. El Ministerio de Transportes, entonces dirigido por Íñigo de la Serna, licitaba en mayo de 2018 un cambiador de ancho en Granada, que se conectaría con la Alta Velocidad un año después, para que los trenes procedentes de Almería pudieran aprovechar esa vía de ancho internacional a través de Antequera y Córdoba con la que reducir el trayecto a Madrid. Una previsión inicial llegó a plantear que el viaje pasaría de 7 a 5 horas, pero ese cálculo tan optimista de los políticos en primera instancia se difuminaría con el inicio de los trabajos y el análisis exhaustivo de los técnicos hasta “una reducción de tiempo sustancial”.
Renfe ha anunciado que el 15 de diciembre se estrenará este nuevo servicio en horario matinal con el primer trayecto a Madrid a través del intercambiador del Cerrillo de Maracena y la duración será de 6 horas y 49 minutos, sólo 7 menos que el actual Talgo VI (Intercity) que tarda 6 horas y 56 minutos por la línea Linares-Baeza. Casi cinco años han pasado desde que la obra se adjudicó en marzo de 2019 a la empresa Rover Rail por importe de 6.112.920 euros y con un plazo de diez meses de ejecución, dotación que se incrementó en 7,9 millones más con el desarrollo de proyectos complementarios, y la puesta en marcha del cambiador no aporta prácticamente nada al panorama ferroviario almeriense.
El nuevo itinerario supone casi 200 kilómetros más de recorrido, suprime paradas y ha costado más de 14 millones para una rebaja de 7 minutos del tiempo con el Alvia de la serie 730, lo que implica una inversión por parte del Ministerio de Transportes, a través de ADIF, de dos millones por cada minuto, una insignificante mejoría que no contribuye a paliar el ostracismo ferroviario de la provincia y mucho menos si se tiene en cuenta que el cambiador de Granada se concibió como “solución provisional” para prestar servicio durante las obras del AVE que tienen una previsión de finalización en 2026-27.
Dado el considerable retraso acumulado por los trabajos, la instalación sólo prestará actividad durante un par de años, lo que genera más dudas aún sobre la conveniencia de que se hayan destinado 14 millones al cambiador con los que se podría haber mejorado la comunicación tradicional por el histórico eje de Almería-Linares-Alcázar de San Juan atravesando Despeñaperros para rebajar los tiempos de viaje a cinco horas y media. La única ventaja del servicio del Alvia que se estrena el domingo, con paradas en Guadix, Granada, Antequera y Córdoba antes de su llegada a Madrid, es que Renfe ha podido incrementar la oferta con 3.700 plazas al complementar la actividad del Intercity.
Hito ferroviario
El desarrollo del desvío que da acceso a la instalación del Cerrillo de Maracena desde la estación se convirtió en todo un reto para la ingeniería ferroviaria al tratarse de los tres primeros hilos que se construyen en España. La particularidad de estos desvíos es que nunca antes se han diseñado para vías de tres hilos que permiten tráfico de ancho internacional UIC (1,435 milímetros) como ibérico (1,668 milímetros). Todos los cambiadores de ancho construidos en España tienen una vía de acceso con un ancho fijo y otra de salida con otro diferente. Como el cambiador no está situado en la estación nazarí, se han tenido que adaptar más de dos kilómetros con un tercer raíl para que los trenes que vienen de Madrid por la vía AVE (ancho UIC) tomen la de Almería (ancho ibérico) y poder cambiar el eje en la instalación.
La nueva relación tiene una programación de 28 circulaciones y 6.600 plazas de lunes a domingo en la conexión de Almería y Madrid, si bien añade una nueva penalización al destino al desplazar al Talgo VI a la tarde. Al cambiar de hora la conexión con la estación de Linares-Baeza se pierden enlaces con otros puntos de la red estatal como Albacete, Valencia, Castellón, Tarragona y Barcelona.
Con la reprogramación prevista desde el 15 de diciembre, también se han cambiado las horas de los servicios de media distancia a Granada, afectando a siete de las ocho frecuencias, con el objetivo de garantizar enlaces con el resto de trenes de Andalucía. A partir de ahora serán cinco las conexiones entre Almería y la capital nazarí. Además de los servicios de Alvia y Talgo, la operadora ferroviaria pone a disposición de los usuarios dos combinaciones más en la ruta desde Almería a Madrid, si bien son irrisorias por el alto precio del trayecto en su conjunto -en torno a los 60 euros- y la tardanza porque se van a casi nueve horas y nueve horas y media. El cambiador de ancho situado en el punto kilométrico 53/742 de la línea Moreda-Granada, en las cercanías de la estación nazarí a su paso por el Cerrillo de Maracena, permite que los trenes pasen de un ancho ibérico al internacional con la variación de la distancia entre las ruedas, sin cambiar los ejes ni los bogies, de forma automática y sin interrumpir la circulación y sin necesidad de transbordo ni escala.
41,2 millones para comprar 340.000 traviesas del AVE
El Consejo de Ministros autorizó ayer al Ministerio de Transportes a licitar por 41,2 millones de euros el suministro y logística de 340.000 traviesas para montar la vía en el tramo Lorca-Vera-Almería, de 140 kilómetros, de la línea de alta velocidad con Murcia, que actualmente está en fase de construcción con una inversión de 3.500 millones de euros. Este contrato permite avanzar en los preparativos para ejecutar la próxima fase de tendido de vía, una vez se finalice el despliegue de la plataforma. La compra de las traviesas es el primer suministro de los materiales necesarios para montar la vía que se licita para el tramo Murcia-Almería. Ya se ha completado la adquisición de todos los elementos de vía para el tramo de 60 kilómetros entre Murcia y Lorca por 72 millones: 230.000 traviesas, un centenar de desvíos y 660.000 toneladas de balasto. Además de adquirir los elementos de vía, también trabaja en la redacción de estos proyectos, en fase previa a su licitación, y en la construcción de la base de montaje de Librilla.
El tren Alvia de la serie 730 que se incorpora a la flota almeriense es hoy el único modelo de Renfe que permite pasar desde una línea sin electrificar a otra electrificada, un tren híbrido que circulará por la vía convencional hasta Granada y a partir de ahí continuará por la de alta velocidad hasta Madrid con un reparto casi equitativo de los tiempos a pesar de las distancias tan dispares. Sale desde Almería a las 8:08 horas de la mañana para llegar a las 14:57 horas a Puerta de Atocha-Almudena Grandes. Estos trenes que tienen tracción tanto diésel como eléctrica realizarán el recorrido inverso por la tarde, de aproximadamente las cuatro a las once de la noche. Los Alvia S730 disponen de 216 plazas en la clase turista, 46 en preferente (dos para PMR) y un coche cafetería. Pueden alcanzar una velocidad máxima de 250 kilómetros/hora por vía de alta velocidad y 220 en convencional electrificada, pero se da la paradoja de que tardará más el Alvia en cubrir el trayecto entre Almería y Granada que el tren regional. Una vez en Cerrillo de Maracena perderá casi 20 minutos al acceder al cambiador de ancho para seguir hacia la estación nazarí donde se realiza parada intermedia antes de continuar hacia Antequera.
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