Un 2020 que transcurre sin olor a pólvora

CORONAVIRUS ALMERÍA

Los efectos de la crisis sanitaria del coronavirus auguran un futuro difícil para históricas empresas como Pirotecnia Alborán, de un gremio que está en parón absoluto ante la falta de fiestas patronales y espectáculos multitudinarios

Ir a la noticia: Las orquestas ante un verano sin verbenas

Un 2020 que transcurre sin olor a pólvora / Javier Alonso
Francisco G. Luque

20 de mayo 2020 - 06:01

Almería/Sin fiestas patronales, eventos o celebraciones festivas multitudinarias en ciudades y pueblos, gremios como el de los feriantes o las orquestas musicales de verbena están viendo pasar el año sin poder trabajar y, por lo tanto, sin generar ningún tipo de ingreso debido a los efectos de la crisis sanitaria del coronavirus. Otro de los sectores que vive de la fiesta y que está en parón absoluto desde marzo por culpa de la COVID-19 es el de la pirotecnia, que actualmente vive sumido en los ERTES y desde el mismo auguran un futuro negro por la poca esperanza que les queda de que se autoricen a corto o medio plazo las aglomeraciones y, por consiguiente, los distintos espectáculos a los que siempre ponían el sonido atronador, el color del fuego y el olor de una pólvora que esperan disparar cuanto antes para salvar un negocio que, como muchos otros en estos tiempos, naufraga en la incertidumbre.

Alineando los cohetes.

“Ahora mismo estamos cerrados, no tenemos ninguna actividad porque no se está celebrando absolutamente nada. Muchos de nuestros clientes son ayuntamientos y se han suspendido las fiestas estos meses y no parece que en los próximos vaya a mejorar la situación, así que no tenemos ningún tipo de expectativa para este verano y puede que tampoco para lo que resta de año”, afirma Fernando Pérez, gerente de Pirotecnia Alborán, un negocio con gran solera en la provincia de AlmeríaAlmería que tiene su sede en Berja. Perteneciente a la quinta generación de coheteros, es un apasionado de la pólvora que lidera a un extenso equipo de profesionales que de sobra son conocidos en citas tan importantes como la del Cristo de la Luz, en cuya edición de 2019 llegaron a lanzar unas 3.500 docenas de cohetes. En este 2020 la celebración de este famoso evento que tiene lugar en Dalías cada mes de septiembre, está aún en el aire.

"Estamos cerrados y los trabajadores en ERTE, no tenemos ninguna expectativa de que mejoren las cosas para nosotros este verano"

“A nivel nacional están todos los negocios de pirotecnia en la misma situación que nosotros, evidentemente. Ahora estamos en ERTE los trabajadores y al ser un sector pequeño no van a darnos ayudas. Hemos perdido por el momento más de una decena de fiestas desde marzo, además de que teníamos pedidos para otras empresas que tampoco se han podido realizar. Ahora mismo es difícil calcular el porcentaje de trabajos anulados, pero puede que en lo que va de 2020 sea del 90%, 95% o más”, asegura Fernando, que desde que era un crío estuvo muy apegado a esta profesión que le viene de herencia familiar, de su abuelo y de su padre, por lo que la situación actual en dicho sector le duele más aún si cabe. La incertidumbre es tal que reconoce “no tener ni idea de cómo puede solucionarse todo esto, está la cosa muy negra para nosotros”, aunque de este año, por lo menos, salva que “en enero y febrero sí pudimos hacer algunas fiestas importantes, como las de San Antón, San Sebastián...”.

"En este 2020 solo hemos podido trabajar en las fiestas de enero y febrero: San Antón, San Sebastián..."

La duda sobre el fin del cese de la actividad y sus consecuencias mantiene en vilo a un gremio que empezó a ser totalmente consciente del daño que estaba por venir cuando se suspendieron fiestas tan importantes a nivel nacional como Las Fallas de Valencia, donde se disparan toneladas de material pirotécnico. También se hizo oficial la suspensión de los Sanfermines, cuyo inicio es anunciado con el tradicional txupinazo. Este año, Pamplona no escuchará el sonido de su cohete más esperado. A nivel provincial, Pirotecnia Alborán echará de menos decenas de citas patronales, entre las que destaca el Cristo de la Luz, cuya celebración está a día de hoy pendiente de un hilo. Para colmo, a la falta de facturación se suma que las nuevas medidas de seguridad de este 2020 obligaron a numerosas pirotécnicas a acometer algunas reformas, teniendo que hacer estas empresas una inversión que ahora, viendo el panorama oscuro que se les presenta, se hace difícil recuperar. En la provincia de Almería el olor a pólvora y el color de los fuegos artificiales iluminando el cielo ya se echa mucho de menos en municipios que han tenido que tomar la difícil pero necesaria decisión de anular sus fiestas este año o aplazarlas hasta después de un verano en el que se vislumbra la posible celebración de la Feria de Almería, aunque con algunas modificaciones acordes a la situación sanitaria, como un pequeño brote de esperanza, pero aún es complicado saber si la gran semana de fiestas de la capital podrá realizarse a finales de agosto y regalar a todos los almerienses su llamativo castillo de fuegos artificiales, a modo de cierre de una temporada veraniega que en este 2020 será atípica temporada veraniega que en este 2020 será atípica.

Liderada por el gerente Fernando Pérez, la plantilla de Pirotecnia Alborán, ahora en ERTE, es considerablemente numerosa.

Alborán, al igual que muchos negocios de su gremio, está viviendo posiblemente el peor momento de su historia ante la falta de eventos. Sobrevivió a la dura crisis de 2008, pero ahora afronta un escenario mucho peor con la producción parada, pedidos cancelados y un almacén lleno de material no disparado que aún no saben cuando podrán usar. El sector de la pirotecnia se apaga por el coronavirus en una provincia sin fiestas.

Aún puede quedar un pequeño resquicio de esperanza

Con el estado de alarma vigente no se está celebrando ninguna fiesta en ningún municipio ni barrio, pero el futuro inmediato tampoco es alentador para los sectores que viven de estos eventos. Nadie garantiza cuándo será posible recuperar la normalidad respecto a los actos multitudinarios. Tampoco cuál será la hoja de ruta de las administraciones para tender la mano y ayudar a orquestas o empresas de pirotecnia. Pero este último gremio podría estar algo más esperanzado que el resto en cuanto a su vuelta a la actividad. Y es que el de los fuegos artificiales es uno de los pocos espectáculos que se puede celebrar al aire libre y que no necesariamente obliga al público a estar concentrados en un solo lugar, ya que las personas podrían verlo desde sus ventanas, terrazas o azoteas, manteniendo las medidas de seguridad.

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