Tráfico resta casi un millón de puntos del carné al 40% de conductores de Almería

Con la entrada en funcionamiento del permiso por puntos en verano de 2006 se pasaba de un sistema meramente sancionador -basado en la multa- a otro reeducador que premia el buen comportamiento de los conductores incrementado su saldo inicial de 12 puntos -8 en el caso de los noveles-. La medida supuso un hito para la historia de la seguridad vial en España que ha conseguido reducir notablemente la siniestralidad en las carreteras. El carné no se entiende ya como un derecho ilimitado, sino como un crédito que la sociedad otorga a los conductores que se puede perder, de forma parcial o en su totalidad, por una conducta reiteradamente infractora. El objetivo fundamental de la Dirección General de Tráfico era modificar esos comportamientos irresponsables que están detrás de los accidentes, sensibilizar sobre las graves consecuencias sociales, humanas y económicas derivadas de las imprudencias y aumentar, en definitiva, la seguridad en las carreteras.

Durante los 18 años en los que se ha venido aplicando el permiso por puntos en Almería, el número de fallecidos ha pasado de 92 en 2005 y 94 en 2006 a casi un tercio en el último año en el que se registraron 32 víctimas mortales. En 2022 fueron 26 fallecidos en las vías interurbanas de la provincia, 25 en 2021, 37 en 2020 y 23 en 2019. La cifra más baja se alcanzó hace una década (2014) con sólo 17 muertes en accidentes frente a las 99 contabilizados a principios de siglo. Esta estadística pone de manifiesto que el carné por puntos ha rebajado la siniestralidad con una mayor concienciación de los usuarios y penalización a aquellos que no respetan las normas, sobre todo para los reincidentes a los que la justicia de forma paralela puede mandar a prisión. 

La Jefatura Provincial de Tráfico ha restado en Almería 964.501 puntos en estas casi dos décadas, entre julio de 2006 y septiembre de 2024, que están asociadas a un total de 279.747 infracciones que conllevaban la pérdida de saldo de 2 a 6 puntos. Como regla general no se pueden perder más de 8 en un día, pero hay excepciones en el caso de infracciones muy graves que implican la retirada del carné. Se podrían perder todos los puntos por tasas de alcohol por encima de las permitidas, sobrepasar en más del 50% la velocidad autorizada, conducir con inhibidores de radar o en sentido contrario, así como en conducciones temerarias como las carreras y al negarse a someterse a las pruebas de etilómetro y drogas.

Tráfico ha sancionado a 171.978 conductores en las carreteras de la provincia durante estos 18 años, lo que supone más del 40% del censo que en la actualidad es de 428.157 ciudadanos con permiso con un parque móvil que no ha dejado de incrementarse y hoy está compuesto por 587.096 vehículos, de los que 397.743 son turismos, 99.981 camiones y los 53.512 restantes motocicletas. Nada menos que cuatro de cada diez conductores han perdido saldo, siendo una proporción de casi el 25% los reincidentes que han sido sancionados en más de una ocasión. La media de puntos detraídos cada año a los almerienses por parte de los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y de las policías locales ha sido de 53.500. Cada año pasan por la docena de centros de recuperación parcial y total de puntos de la provincia en torno a 1.500 conductores. 

Infracciones más castigadas

Las infracciones que más puntos han restado a los conductores de toda la provincia desde la entrada en vigor del permiso de conducir en 2006 son exceso de velocidad (75.324 sanciones), no llevar el cinturón de seguridad (43.367), usar el teléfono móvil durante la conducción (39.259) y superar la tasa de alcoholemia autorizada al volante (38.600). Cuando se produce la retirada del carné, una vez que ya ha sido notificada la pérdida de vigencia, conducir con el permiso sin puntos se considera un delito penal que estaría castigado con condenas de cárcel de 3 a 6 meses, multas de 12 a 24 meses o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días. 

La última actualización del valor de prevenir una muerte, realizada por la Universidad de Murcia con la colaboración de Sigma Dos, ha determinado que cada fallecido en accidente de tráfico tiene un coste económico de dos millones de euros, un 46% superior a la que se fijó en 2011. Cuando se sobrevive al siniestro, el coste sería de 354.630 euros para una víctima con lesiones graves. Un gasto ingente para la sociedad que muestra la importancia de que se invierta más en la prevención y medidas de seguridad efectivas con el objetivo de seguir avanzando hacia el objetivo irrenunciable de cero muertes al volante.