Torrecárdenas ya trata nódulos tiroideos con radiofrecuencia
Avances en el Hospital de refererncia de Almería
Tres pacientes ya ha sido intervenidos por parte de los doctores García Espona y Rueda Vicente de Radiología Intervencionista
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Almería/El Servicio de Radiodiagnóstico del Hospital Universitario de Torrecárdenas acaba de poner en marcha un nuevo método de tratamiento para los nódulos tiroideos sintomáticos benignos. Se trata de la ablación de nódulos tiroideos mediante Radiofrecuencia (RF) utilizando guía ecográfica. La RF es una técnica mínimamente invasiva que utiliza ondas de radiofrecuencia para tratar los nódulos tiroideos mediante calor. Se trata de una alternativa a la cirugía tradicional, y permite reducir el tamaño de los nódulos de manera eficaz y segura.
La Sociedad Coreana de Radiología de Tiroides fue pionera en este campo, introduciendo los primeros dispositivos y técnicas básicas para la ablación por radiofrecuencia en el tiroides alrededor de 2012. A partir de ese momento, la técnica se fue aprobando y adoptando en diversos países a nivel mundial, con mejoras continuas tanto en los dispositivos empleados como en las técnicas quirúrgicas. Es la primera vez que se utiliza esta técnica en la provincia de Almería.
La primera sesión de RF de tiroides en la que se ablacionaron nódulos tiroideos a tres pacientes, se ha realizado por parte de los doctores García Espona y Rueda Vicente (Radiología Intervencionista de tiroides), Rocío Rodríguez (Anestesiología) y Daniel Cepero y José Salva (Endocrinología). Todos los pacientes a ablacionar son previamente revisados y en su caso aprobados para dicho tratamiento en el Comité multidisciplinar de Patología Endocrina del Hospital Universitario Torrecárdenas. Asimismo, “tuvimos el orgullo de contar con nosotros con uno de los radiólogos intervencionistas de tiroides más expertos como el doctor Jesús Aldea Martínez del Hospital General Universitario de Burgos que estuvo colaborando durante la primera sesión de RF de tiroides”, ha explicado el doctor Miguel Ángel García Espona. Los tres pacientes tratados “fueron dados de alta en pocas horas y con ausencia prácticamente completa de sintomatología en todas ellas, con controles ecográficos y clínicos posteriores rigurosamente normales”.
García Espona ha explicado que la técnica de RF se realiza mediante una ecografía, para localizar con precisión el nódulo tiroideo. Posteriormente se introduce una aguja especial a través de la piel, guiada por la ecografía, hasta alcanzar el interior del nódulo y sobre éste se realiza la aplicación de energía de Radiofrecuencia. A través de la aguja, se emite energía de radiofrecuencia que genera calor, lo que provoca la destrucción del tejido nodular.
La indicación fundamental es la reducción del tamaño del nódulo tiroideo sintomático. La RF permite disminuir significativamente el tamaño de los nódulos tiroideos benignos (confirmados mediante biopsia/punción previa), mejorando la estética y aliviando los síntomas causados por la compresión de órganos vecinos. También se puede utilizar para los nódulos benignos que crecen a pesar del tratamiento médico. Puede servir como alternativa a la cirugía para pacientes que no desean someterse a una cirugía o que presentan alto riesgo quirúrgico, siendo una alternativa segura y menos invasiva. Asimismo, en casos seleccionados podría utilizarse para tratamiento de pequeños tumores malignos de tiroides o recidivas de éstos en pacientes que presenten un alto riesgo quirúrgico.
Es una técnica mínimamente invasiva y con anestesia local
Se trata de una técnica mínimamente invasiva que se realiza de forma ambulatoria, con anestesia local y sedación, lo que reduce el tiempo de recuperación. Los resultados son visibles en pocas semanas, y el tamaño del nódulo continúa reduciéndose durante los 12-24 meses siguientes. Asimismo, la guía ecográfica permite tratar únicamente el tejido nodular, preservando el tejido tiroideo sano, minimizando enormemente la posibilidad de generar hipotiroidismo posterior al tratamiento. Suele tener escasos efectos secundarios, que suelen ser leves y transitorios, como dolor local o molestias que generalmente cesa con analgésicos orales. Habrá que evitar realizar esfuerzos físicos durante unos días y realizar controles periódicos para evaluar la evolución del nódulo
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