El Mar de Alborán no para de temblar, ¿las previsiones asustan para Almería?
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Granada, las proximidades de la ciudad de Málaga y la cuenca de Almanzora en Almería son las zonas de mayor recurrencia de sismos en España
El Mediterráneo acapara el 5% de los terremotos mundiales
La probabilidad es un término clave en sismología. Es un concepto más que aceptado eso de que “donde la tierra tembló, temblará”. Y en Almería, la tierra ha temblado en el pasado dejando cientos de muertos. Así que la pregunta ahora es: ¿Estamos preparados?
Hace escasos días, un seísmo de magnitud 4,5 (que para nada es pequeño) y localizado en el mar de Alborán se dejó sentir en gran parte de la provincia de Granada e incluso en Almería. No es el primero, tampoco sera el último. Este espacio marítimo viene temblando con mayor o menor intensidad desde que existe, pero hace seis años que su actividad ha aumentado, dejando sentir su fuerza en Almería, Granada e incluso Málaga.
Aunque la península ibérica está en una zona de riesgo moderado, el Mediterráneo es la segunda zona mas activa del mundo, con el 5% de los terremotos mundiales. Y Andalucía (sobre todo Granada, las proximidades de la ciudad de Málaga y la cuenca de Almanzora en Almería) son las zonas de mayor recurrencia de sismos en España (por la interacción de las microplacas de Alborán e Ibérica con la placa Africana).
El verdadero problema radica del acercamiento entre la placa eurasiática y la africana. Que según los expertos lo estarían haciendo en 5 mm al año. Eso renueva la morfología del suelo submarino y puede llevar a la creación de nuevas fallas. Y eso es precisamente lo que ha sucedido en el Mar de Alborán. De hecho, con el descubrimiento, hace un par de años, de la falla de Al-Idrissi, se pudo determinar que de ella procedió el mayor terremoto registrado en el último lustro en el Mar de Alborán, en enero de 2016, de 6,4 grados y que se sintió desde el norte de África a prácticamente todo el territorio de las provincias almerienses y granadinas. Además de ser el causante de numerosas réplicas que continuaron moviendo la tierra desde África hasta el sur este de Andalucía, creando una crisis que volvió a despertar el interés de los científicos por el Mar de Alborán y los motivos de estos nuevos terremotos de gran magnitud. Pero lo que está sucediendo con esta falla, al igual que sucede con otras muchos a lo largo de los bordes de las placas tectónicas, es que se está deslizando y lo hace a una velocidad de 4 mm al año.
Un equipo internacional liderado por el Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC) demuestra este crecimiento. El sistema de la falla de Al-Idrissi, que cruza la parte central del mar, se encuentra en el límite de ambas placas. Es la estructura tectónica activa más larga de la región, con unos 100 kilómetros de longitud.
“Nuestro trabajo muestra, por primera vez, la estructura detallada de un sistema de fallas en su etapa inicial. Este sistema de fallas incipiente es una oportunidad única para estudiar el crecimiento y la evolución de una joven falla de movimiento lateral”, explica la investigadora del ICM-CSIC, Eulàlia Gràcia Mont, líder del proyecto.
El sistema de falla de Al-Idrissi, enlaza hacia el norte con las fallas NSF del margen de Almería, y hacia el sur con las fallas del margen Norte-africano. En el medio del sistema, se encuentra el epicentro del sismo del 25 de enero de 2016, de magnitud (Mw) 6.4, el más grande registrado en el mar desde que se instalaron los primeros sismómetros, hace más de cien años. Un terremoto submarino (terremoto de Al-Idrissi) que sacudió el norte de la costa marroquí, afectando gravemente la ciudad de Melilla y numerosas localidades del sur de la península ibérica y del norte de África. El evento demuestra que la falla continúa creciendo.
El mayor terremoto en la historia de Almería
Tirando de historia, El 22 de septiembre de 1522 se produjo terremoto más devastador de la historia de España. Su epicentro estuvo situado en Las Alpujarras, dentro del término municipal de Instinción, tuvo una magnitud de 6,8 grados y una intensidad de 10 puntos, la máxima que existe. Pero su efecto destructor tiene que ver con su profundidad, a un kilómetro escaso de la superficie.
La energía del seísmo se sintió hasta en Granada, provocando daños en la Alhambra (sus torres se cuartearon y el sepulcro de los Reyes Católicos tampoco escapó de la ruina) y actuó con gran virulencia en las comarcas del Andarax y el Nacimiento. Secó fuente Vacares, situada entre Mondújar y Huéchar o dejó sin agua el manantial de Alhama de Almería al hundirse la fuente (de ahí el nombre de Alhama la seca).
El Levante y las Alpujarras, zonas con mayor riesgo por terremotos en Almería
Las Alpujarras y, concretamente, municipios como Laujar, Fuente Victoria y Fondón, por el empuje de la placa eurasiática en un elemento natural tal y como es Sierra Nevada, que precisamente se formó por el roce de las dos placas, y el Levante, a causa de fallas como la Serrata Carboneras o la de Palomares, a la que habría que añadir los temblores provocados por la de Alhama de Murcia, son las dos zonas de la provincia con más riesgo de sufrir terremotos. De hecho, los más devastadores se han producido justamente en esas zonas.
En el caso de la falla Serrata Carboneras, es una de las más activas España y responsable de la sismicidad localizada en esta zona. Corresponde a la prolongación submarina, durante mas de 80 km, de la que se encuentra en tierra. Una falla es activa cuando deforma sedimentos cuaternarios, es decir cuando muestra evidencias de movimientos durante los últimos 1,8 millones de años.
Entre los accidentes que se encuentran en el Mar de Alborán destaca el ‘Banco de Chella’, también conocido como Seco de Los Olivos, frente a las costas de la capital almeriense, un volcán de edad Neógena compuesto por varios picos alrededor de su cuerpo principal. Tiene la parte superior achatada, debido a la erosión cuaternaria producida durante las bajadas de nivel del mar en los periodos glaciales.Otro del fondo marino es el denominado ‘cañón de Almería’ un accidente que se produjo por erosión durante las oscilaciones del nivel del mar en el Cuaternario.
Posteriormente, se desarrolló a favor de la erosión producida por las corrientes cargadas con sedimentos. En el caso de este accidente, se aprecia que existen otros cañones y cárcavas más pequeñas que desembocan en él (tributarios), como el sistema de cañones de Dalías.
La serie de terremotos que se vienen dando con mayor intensidad, durante los últimos años, en el Mar de Alborán han provocado un efecto dominó en el trabajo de las administraciones, que han revisado y acelerado sus planes de emergencias.
¿Peligro de tsunamis?
Otro estudio liderado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha descubierto que las fallas de salto en dirección tienen más potencial para generar tsunamis costeros de lo que se creía hasta ahora. El trabajo, publicado en la revista Scientific Reports, analiza la falla activa de salto en dirección de Averroes, situada en el Mar de Alborán, y desvela las zonas costeras próximas que podrían verse afectadas por la llegada de olas de tsunami, así como la magnitud que podría alcanzar la inundación.
“Estas olas gigantes pueden representar una amenaza para las poblaciones costeras, dañar infraestructuras marinas y terrestres, y provocar una crisis económica y medioambiental. Estos resultados resultarán vitales para mejorar las medidas de planificación encaminadas a la mitigación del impacto de un posible tsunami”, explica el investigador del CSIC Ferran Estrada, del Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC).
Los tsunamis se desencadenan por desplazamientos súbitos del fondo marino y, por lo general, se originan por la actividad sísmica de las fallas normales e inversas. Sin embargo, las fallas de salto en dirección, que separan bloques que se desplazan lateralmente, se suelen descartar como agentes desencadenantes de tsunamis. “La falla de Averroes presenta, en su extremo noroeste, un salto vertical de hasta 5,4 metros que habría generado un terremoto de magnitud 7. Hemos estudiado la actividad de la falla de los últimos 124.000 años y, según registros históricos, el último terremoto generado por esta fractura pudo haber sido en el año 365 de nuestra era”, añade Estrada.
Gracias a un modelo matemático de la deformación del suelo marino, el equipo de investigadores ha calculado el comportamiento de las masas de agua del Mar de Alborán en caso de un nuevo episodio sísmico en la falla. Según esta simulación de escenarios posibles, las olas de tsunami se propagarían en dos ramales principales y alcanzarían e inundarían sectores densamente poblados de la costa sur de España y del norte de Marruecos. Estas olas podrían alcanzar los seis metros de altura y tardarían en llegar a la costa entre 21 y 35 minutos.
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