Los taxistas piratas regresan a la capital nada más iniciarse la nueva normalidad
En menor cantidad, ya se dejan ver por la estación Intermodal captando clientes para otros municipios
No se dejan ver tanto como antes, la situación se lo impide, pero tras apenas unas horas desde que se levantara el estado de alarma y entrara la nueva normalidad en Almería, los taxistas piratas de la estación Intermodal ya estaban transportando pasajeros, con el riesgo que eso supone en la situación actual si no se toman las medidas de seguridad pertinentes.
Y todo ello a pesar de que durante los meses anteriores a la pandemia habían sufrido una fuerte persecución por parte de la Policía Local de Almería, que prácticamente logró apartarlos de la zona.
No se dejan ver tanto. La Policía Local sigue al acecho y las medidas, a pesar de ya estar fuera del estado de alarma, son más férreas que con anterioridad para que no haya que lamentar rebrotes en esta nueva normalidad. Aunque, por desgracia, como en el caso de los taxistas piratas, haya gente no contribuya a ello.
Un colectivo de inmigrantes lleva años trabajando de forma ilegal cobrando por llevar gente a El Ejido, Roquetas o Nijar sin que nadie haya podido poner remedio aunque se intente. Y el conflicto cada vez va a más: “Algún día se va a liar gorda si no se le pone fin a esto. Ellos nos amenazan, nos dicen que nos van a cortar el cuello y la toman con los taxistas. Nosotros hemos denunciado todas estas actitudes porque a veces ha habido enfrentamientos. Ellos, lógicamente, le reprenden el trabajo que están haciendo porque no es legal y nos afecta a la forma que tenemos de ganarnos la vida a través de los cauces legales”, explicaba en su momento Juan Antonio Egea, actual presidente de la Asociación Gremial del Taxi en Almería, quien agrega que “es evidente que las medidas que se toman son insuficientes porque los taxistas piratas siguen allí, ahora habrá entre 7 y 10 pero en días de verano he visto a 14 o 17”.
Juan Antonio explica que suelen dar aviso a la Policía Local y a la administración pertinente. y que acuden prácticamente siempre a su llamada. “Hacen lo que está en sus manos y cuando están allí al menos sirve para disuadir”.
El problema no es solo para los taxistas y la cantidad económica que pierden diariamente, es también para los clientes: “Su modo de trabajo es precario en todos los sentidos. Esconden sus coches frente a la estación de autobuses. Se ponen en la puerta y ofrecen su servicio a los pasajeros que van saliendo. Puede ser a Níjar, Roquetas o Adra. No se lo que les pedirán, pero se oye decir 15 euros, 15 euros... Pero es que sus automóviles no dejan de ser un riesgo para las personas que se suben porque se encuentran en pésimas condiciones”, explica el presidente.
Además, hasta que no llegan a completar un automóvil no se marchan al destino, por lo que pueden tener a los clientes esperando media hora o más hasta que consiguen llenar el automóvil, que se encargan de aparcar/esconder frente a la estación de autobuses, en muchas ocasiones usando aparcamientos que en la actualidad están destinados a la administración local o son espacio reservado para talleres, aprovechando el momento en el que están cerrados.
En Almería hay taxis piratas en tres zonas, aunque la mayoría se encuentran en la estación de autobuses, también se desplazan hasta el aeropuerto, aunque en menor cantidad para no levantar sospechas. También trabajan en la estación marítima, esperan a que lleguen los barcos de Nador, Melilla u Orán, cogen a los clientes y permanecen poco tiempo en la zona.
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