Tres años del tapiado de los túneles
La construcción de las galerías de Sorbas costó más de 250 millones
El Gobierno reconoció tras el sellado el gasto de 49 millones en los intereses y conservación
El hotel del Algarrobico, al paso de la carretera N-341 en dirección a Mojácar en el término municipal de Carboneras, fue convertido por los ecologistas y conservacionistas en el símbolo de la destrucción del litoral hace una década. Este mes se cumplen tres años del tapiado de los túneles del AVE en Sorbas, una decisión del Gobierno que se ha convertido en el emblema del ostracismo ferroviario al que han sometido a la provincia. En lo alto de la colina de acceso al Barranco de Gafarillos yergue el esqueleto de hormigón blindado del pasaje subterráneo del tren en doble vía más largo de Andalucía. Sus 7.538 metros de longitud sobrepasaron la distancia máxima hasta la fecha que se remontaba a la perforación de los túneles de Abdalajís en uno de los tramos de la línea de Alta Velocidad Córdoba-Málaga. Una complejidad técnica que obligó a invertir en las entrañas de Sorbas más de 250 millones de euros, una décima parte de lo que iba a costar inicialmente el trazado a Murcia del Corredor Mediterráneo. Ni su complejidad técnica, enclavado en un macizo de materiales yesíferos, ni el elevado coste de perforación, con más de 350 trabajadores y la tuneladora Alcazaba a un ritmo de un kilómetro al mes frenaron las únicas obras completadas cuando la financiación llegaba aunque era a cuentagotas. El primer tubo se completó el 15 de marzo de 2011 y a continuación fue perforado el otro túnel culminando en enero de 2012 otro de los milagros actuales de la ingeniería moderna. Pero la llegada de la crisis echó por tierra cualquier intento de continuidad y los subtramos más complejos por su orografía quedaron tan aislados como lo está la provincia. Sólo se habían cubierto 27,8 kilómetros de los 108,4 de la línea a Murcia en territorio almeriense (el trazado íntegro entre las dos capitales es de 184,4 kilómetros)y ya no había dinero para más. Comenzaron las excusas con las expropiaciones y la tortuga mora, la racionalización arbitraria de las infraestructuras rentables y la prioridad de la A-7 en las inversiones del Gobierno en la primera legislatura de Rajoy y desde entonces no se construyó ni un metro de traviesa. Han pasado 1.667 días sin obras y continúa sin verse la luz al final del largo túnel del Corredor Mediterráneo en la provincia. El horizonte estaba tan negro que se optó por el tapiado de estas galerías subterráneas. Fue a mediados de marzo de 2014, hace exactamente tres años cuando los dos túneles de hormigón fueron tapiados con bloques de cemento, muros de la vergüenza en los que ya nadie se fotografía con el casco como en su día hicieron ministros y secretarios de Estado. Bloquear los túneles no es patrimonio local. En otra de las infraestructuras más gafadas de la última década, la de la Autovía del Mediterráneo, fue la solución empleada en el tramo de Puntalón a Carchuna cuando se atascó la financiación a finales de 2010. Se acabaría culpando a la compleja orografía o buscando un condicionante ambiental, pero no es un problema de ingeniería. El argumentario que hoy mantiene el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, que hace unos días volvió a vincular los retrasos del Corredor Mediterráneo en Almería con las dificultades técnicas esconde otro de recorte al máximo de los costes, de ahí la revisión de los proyectos constructivos eliminando todos los elementos singulares posibles como los viaductos. El AVE que un consorcio español construye entre Medina y La Meca ha avanzado a una media de 19 kilómetros cada semana desde 2014. La voluntad política está por encima de todos los inconvenientes y excusas. Sin entrar en otros impedimentos de rentabilidad social y económica. El pueblo de Otero de Sanabria, de apenas 26 habitantes, tendrá una estación del AVE que costará más de cuatro millones de euros. En la provincia de Almería, más allá del retraso, de la falta de conexión del ferrocarril con el Puerto -único de España junto al de Motril- y del propio desmantelamiento del tren convencional, se está preparando una versión low cost del Corredor Mediterráneo con un carril de vía única que lastrará el objetivo de la intermodalidad para el transporte de mercancías. Kilómetro cero en tiempos de Rajoy a la espera de un anuncio del ministro de Fomento de un calendario de inversiones y fechas que se viene demorando pese a los dos informes negativos de la Unión Europea que califican de "eslabón perdido" el trazado de Almería a Murcia, de la presión de las plataformas ciudadanas como la Mesa en Defensa del Ferrocarril, de la patronal y del lobby europeo Ferrmed. El portavoz del PP en el Congreso y diputado nacional por Almería, Rafael Hernando, tuvo que reconocer meses después del tapiado de los túneles que el coste que generaban los intereses y la conservación y seguridad era de 49 millones de euros al año. Y no sirvieron de nada. En octubre del pasado año un vecino de Roquetas fue detenido por desvalijar el cable de cobre y otros materiales. Otro episodio que se sumó a la perpetua lista de despropósitos de una línea de tramos sueltos que no llevan a ninguna parte en la que se dejaron de invertir mil millones de euros presupuestados por los ejecutivos de Zapatero y Rajoy (614 entre 2004 y 2011 y 417 desde 2012). Y ya son tres años desde el tapiado.
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