Talleres ilegales colman de neumáticos usados los contenedores de la basura en Almería capital

El Ayuntamiento de Almería se ha tropezado con un nuevo lastre a la hora de prestar el servicio de recogida de residuos urbanos de la ciudad. Los conductores de los camiones de la basura se han estado encontrando en distintas zonas del término municipal con contenedores colmados de neumáticos viejos. Unos hechos que se han venido repitiendo y que han derivado en la apertura de una investigación a instancias del Consistorio. Los neumáticos proceden de talleres ilegales, según ha trasladado el concejal de Sostenibilidad Ambiental y Energética, Antonio Urdiales.

Se está tras la pista de “tres o cuatro” talleres mecánicos ilegales. “Compran ofertas de neumáticos, de 3x4 ruedas, en conocidas cadenas de hipermercados y cobran más barato porque, además, se saltan el canon de gestión pues los neumáticos tienen que ser trasladados a un planta de reciclaje para su tratamiento”, explica el edil sobre el modus operandi de estos negocios ocultos que se están saltando a la torera la legislación vigente al deshacerse de las ruedas retiradas de los vehículos vertiéndolas en la desembocadura del río Andarax, en solares e incluso en los contenedores de barrios como Los Molinos o La Cañada.

La investigación a instancias del Consistorio pretende acabar con esta práctica ilegal y, además, altamente contaminante, ya que, como recuerda el responsable municipal, los neumáticos que se tiran en vertederos o se queman sin las debidas medidas reguladas liberan sustancias tóxicas que pueden contaminar el suelo y las aguas subterráneas, dañando el medio ambiente y la salud pública.

Tardan cientos de años en degradarse y son, encima, altamente inflamables, lo que aumenta el riesgo de incendios frente a las bonanzas del reciclaje que deberían tener en cuenta los clientes de este tipo de negocios clandestinos por encima del ahorro de “17 euros de la tasa de gestión” y la rebaja correspondiente a las propias ruedas. El reciclaje de neumáticos permite recuperar materiales valiosos como el caucho, el acero y las fibras textiles, que pueden ser utilizados para fabricar nuevos productos. Esto reduce la necesidad de extraer nuevas materias primas, ahorrando dinero y energía, así como emisiones de CO2, contribuyendo de esta forma a una economía circular más sostenible.

 De hecho, el abandono, almacenamiento, vertido o eliminación incontrolados de residuos no peligrosos, aunque no se produzca un daño ambiental grave ni se ponga en peligro grave la salud humana, supone una infracción administrativa de carácter grave, tal y como consta en la Ley de Gestión Integrada de la Calidad Ambiental.