Un simulacro pone a prueba la respuesta a una crisis sanitaria: llega un mercante con contagiados de ébola
Sanidad Exterior coordina un despliegue interdepartamental en el puerto de Almería para neutralizar una amenaza de salud pública a gran escala en el marco del ejercicio MARSEC-25 de la Armada
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El mercante Reina del Mar, procedente de Libreville en Gabón, un país africano situado a la altura del ecuador en la costa atlántica, se aproxima al puerto de Almería. A bordo viajan dos pasajeros que presentan fiebre y síntomas hemorrágicos y el cuerpo sin vida de otro tripulante al que una posible enfermedad infecciosa había atacado previamente. En la tarde del martes notificaron la crisis epidemiológica y se activaría una cascada de comunicaciones para alertar a todos los organismos implicados en previsión de un desembarco que supondría un riesgo para la salud pública a gran escala de no neutralizarse a tiempo un virus contagioso de alta peligrosidad que acabó con la vida de miles de personas en África occidental hace una década.

Bajo la tutela y supervisión de la Subdirección General de Sanidad Exterior, el muelle de poniente era tomado por un centenar de efectivos del Grupo de Emergencias de Andalucía, sanitarios del 061 y Distrito Almería, Instituto de Medicina Protección Civil, Policía Nacional adscrita a la Junta, Policía Local y de la Autoridad Portuaria. El puerto de Almería se convertía en el epicentro del escenario VII de grave riesgo para la salud pública en el marco del ejercicio intersectorial MARSEC-25 de la Armada con el que cada año pone a prueba y verifica la capacidad de respuesta y coordinación de la Fuerza de Acción Marítima con organismos gubernamentales en operaciones para garantizar la seguridad en aguas y puertos de soberanía nacional.

El subdirector de Sanidad Exterior, Miguel Dávila, destacaba en una reunión previa al atraque la excelente implicación de todas las instituciones públicas y empresas privadas participantes en Almería en una actividad muy interesante para mejorar la preparación y coordinación ante una emergencia sanitaria relacionada con el tráfico internacional de personas y mercancías y evaluar que su actuación se realiza conforme a los requisitos y protocolos del Reglamento Sanitario Internacional de la Organización Mundial de la Salud. El simulacro ha permitido comprobar las actuaciones específicas de cada uno de los actores implicados y la operativa en su conjunto evaluando riesgos, activando respuestas inmediatas y garantizando la bioseguridad en todas las fase del ejercicio.

Los primeros en intervenir este miércoles fueron los técnicos de la Dependencia de Sanidad de la Subdelegación del Gobierno, dos equipos formados por médicos y enfermeros que hicieron una radiografía inicial de la situación a bordo del buque, establecieron medidas higiénico sanitarias sobre la tripulación y sobre los dos enfermos y el fallecido. A partir de ahí se organizaba la intervención, bajo las directrices de la jefa de la Dependencia, con el protagonismo de los profesionales Servicio Andaluz de Salud que movilizaba a varias dotaciones del 061, coordinados por el especialista José Miguel Garrido, para la evacuación de los contagiados al hospital universitario Torrecárdenas y la Unidad de Aislamiento y Tratamiento de Alto Nivel del Virgen del Rocío en Sevilla.
La Autoridad Portuaria como anfitrión activó su Plan de Autoprotección poniendo a todo su personal y medios materiales a disposición de la amenaza sanitaria y durante el ejercicio la administración andaluza, que había desplegado el Puesto de Mando Avanzado del GREA como centro neurálgico de coordinación de los operativos participantes, decretaba la fase de preemergencia -situación operativa 0- para el seguimiento de lo que iba ocurriendo. El equipo de Sanidad Exterior en Almería subió a bordo para realizar la evaluación clínica de los afectados y determinar el nivel de riesgo. Extremaron la seguridad con Equipos de Protección Individual (EPIs) e inspeccionaban las áreas del buque potencialmente contaminadas para dejarlas fuera de actividad.

Una vez confirmada la amenaza para la salud pública se daba paso al resto de organismos desplazados al muelle de Poniente, entre los que cobraron protagonismo la quincena de profesionales de los servicios de urgencias y emergencias extrahospitalarias que hicieron posible la atención en las carpas habilitadas y el posterior traslado de los pacientes a Torrecárdenas. En la evacuación emplearon camillas de aislamiento y extremaron las precauciones con estrictos protocolos de desinfección posterior. Durante el simulacro se dispusieron dispositivos específicos para el control de bioseguridad, incluyendo carpas destinadas a la colocación y retirada de EPIs con verificación del proceso mediante el avanzado sistema TOXsim para asegurar la ausencia de contaminación.

El personal de Sanidad Exterior realizó junto con la Dirección de Salud Pública de Andalucía encuestas epidemiológicas entre los tripulantes del mercante Reina del Mar -en realidad era el buque hidrográfico de la Armada Tofiño (A-32)- clasificando los contactos según el nivel de riesgo y facilitando instrucciones para su seguimiento durante un periodo de 21 días. Los efectivos desplegados supervisaron todas las comunicaciones oficiales utilizando los canales establecidos, como el Sistema de Información de Sanidad Exterior (SISAEX) y el gabinete telegráfico, y se completó toda la información sanitaria requerida incluyendo el certificado de sanidad a bordo, los formularios de informe de pruebas, la declaración marítima de sanidad y la gestión documental de las encuestas.
Tecnología TOXsim para detectar errores humanos
Uno de los aspectos más innovadores del ejercicio MARSEC-25 ha sido la incorporación del sistema TOXsim, una herramienta de simulación que permite detectar posibles errores en la retirada de los Equipos de Protección Individual (EPIs) por parte del personal sanitario o técnico que ha intervenido en zonas contaminadas. Este sistema utiliza una sustancia fluorescente inocua, que se aplica estratégicamente sobre el EPI antes de su retirada. Si durante el proceso el profesional comete algún fallo —por ejemplo, tocarse la cara, el cuello o partes del cuerpo sin protección—, la sustancia deja rastro en la piel o en la ropa interior, lo que puede visualizarse con luz ultravioleta. Así, es posible evaluar en tiempo real si la retirada del traje se ha realizado de forma segura, sin necesidad de que haya riesgo biológico real. El TOXsim convierte el simulacro en una experiencia altamente formativa, ya que permite detectar errores invisibles a simple vista y corregirlos al instante. Este tipo de entrenamiento no solo mejora la seguridad del personal, sino que también refuerza la preparación general ante escenarios de alta complejidad biológica, como el manejo de enfermedades infecciosas graves.

También había empresas encargadas de la desinfección y gestión de residuos biológicos y personal especializado del grupo funerario ASV para hacerse cargo de la recogida y traslado del cadáver al Instituto de Medicina Legal de Almería utilizando un féretro especialmente preparado para este tipo de intervenciones. El cuerpo sin vida fue envuelto en un saco sudario impregnado con una solución desinfectante con el objetivo de minimizar cualquier riesgo de transmisión durante su manipulación. Y cumpliendo la normativa sanitaria vigente fue introducido en un féretro homologado que sellaron garantizando la contención del cadáver en condiciones de seguridad y su traslado siguió una secuencia operativa controlada partiendo de su identificación hasta completar su transporte seguro fuera del área de riesgo.

Con la inclusión de la tecnología TOXsim, el ejercicio MARSEC-25 ha situado al dispositivo de Almería a la vanguardia de los simulacros sanitarios en Europa, combinando realismo, formación y prevención de riesgos en un entorno seguro. Una vez concluida la fase operativa, Sanidad Exterior ha supervisado la actuación mediante un sistema de observadores y evaluadores distribuidos en diferentes puntos del ejercicio y se elaborará un informe de evaluación interna que, junto con otros apuntes de los organismos implicados, será integrado en un dossier global que permitirá identificar áreas de mejora y reforzar los protocolos de respuesta ante emergencias sanitarias internacionales.

El ejercicio de la Armada que ha coordinado el Ministerio de Sanidad en Almería se convertirá en un aprendizaje imprescindible para que las administraciones respondan de forma rápida, eficaz y coordinada ante una complejo escenario simulado en la frontera sur teniendo en cuenta las comunicaciones permanentes existentes entre el puerto de la capital y los países del norte de África. El comandante naval de Almería, Ángel Gamboa, ha explicado que la Armada lidera estos ejercicios MARSEC que se desarrollan desde el año 2006 para comprobar que todos los organismos saben reaccionar ante una emergencia que ocurre en el mar y se traslada a tierra. "Estamos hoy aquí para detectar los errores que se produzcan y reaccionar para que no vuelvan a producirse", señalaba poco antes del inicio acompañado por el subdelegado del Gobierno y otros representantes de las instituciones participantes.
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