Las setas, un placer de otoño en las sierras de Almería
Medio Ambiente
Los primeros níscalos de la temporada, y con ellos los primeros recolectores, han empezado a verse en zonas de la provincia como Los Filabres, pasados 20 días de la lluvia de inicios de octubre
La lluvia del pasado de inicios de octubre ha hecho su efecto y, pasados veinte días, las setas han empezado a asomar en las sierras de la provincia. Y con ellas, los primeros recolectores que llevaban días esperando el momento para salir al campo cesta en mano. Las hijas de la lluvia han salido como si de una ecuación matemática exacta se tratara, justo a los 20 días después de aquella primera lluvia del mes, que ha dejado un terreno húmedo propicio para la micología. El preciado manjar, típico de la estación de otoño, ya está entre los pinos y en terrenos de distinto tipo en las zonas más propicias. Y también en las cartas de los restaurantes que en estas fechas elaboran sus menús con productos de la temporada. Setas y carne de caza, postres con membrillo, manzanas e higos, y aperitivos con frutos como las almendras y las castañas.
Y es que como cada año, la temporada micológica se ha iniciado coincidiendo con la de cinegética. La caza mayor, tras la berrea, está en pleno apogeo en estos momentos. Son dos espectáculos de la naturaleza que atraen cada vez a un mayor número de personas, por lo que no es aventurado decir que ahora el ocio se encuentra en las sierras de la provincia y en los pueblos del interior. No hay nada más que acercarse una tarde, o más aún los fines de semana, a la zona de Los Filabres, por ejemplo, para ver el desfile de vehículos y personas que se adentran en los pinares en busca de níscalos.
Cabe destacar que las zonas naturales de Almería son un entorno perfecto para la proliferación de algunas de las setas más demandadas en el mercado, tales como los boletus, los níscalos y otras variedades que se pueden encontrar con facilidad (siempre que el tiempo acompañe) y también son comestibles, como son las seta de cardo.
Almería cuenta, según los expertos de la Junta de Andalucía, con unas 200 especies clasificadas, unas de escasa y difícil identificación y otras comunes y fácilmente identificables. Pero salir a buscar este rico producto requiere de una rutina. Provistos de navaja y cesto, la colecta debe hacerse desde la base, sin cortar el hongo y recoger tan sólo las que presenten un perfecto estado. Los más entendidos en la materia aconsejan recoger sólo aquellas que se conozcan con absoluta seguridad y descartar las que presenten vulva, anillo o láminas blancas, por la presencia de especies mortales, así como algunas lepiotas pequeñas inferiores a diez centímetros.
Según la normativa de la Junta de Andalucía, la recolección debe hacerse de forma responsable, atendiendo únicamente al autoconsumo, por lo que no podrán superarse los cinco kilos de peso por persona y día. Esta normativa lleva años en vigor pero a tenor de las sanciones que cada año se tramitan por exceso de kilos, parece que aún hay quienes no la conocen, o quienes hacen oídos sordos. Desde la Delegación de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul advierten de que hay que tener en cuenta que se prohíbe la recolección en horas sin luz, de modo que, en consecuencia no está permitido el empleo de linternas ni otras fuentes de luz artificial. Y tampoco está permitida la circulación de vehículos campo a través, perturbar a la fauna con ruidos o aproximaciones, ni abandonar residuos en el monte. El incumplimiento de este condicionado constituirá una infracción administrativa que dará lugar a la apertura del correspondiente expediente sancionador y al decomiso de las setas recolectadas.
Cuando se realiza la recolección no se debe alterar la capa superficial del suelo, y queda expresamente prohibido el uso de herramientas como rastrillos, escardillas, azadas u otros utensilios que remuevan el mantillo y produzcan daños en el micelio de los hongos, ya que esto podría impedir la aparición de nuevos ejemplares.
La consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul hace un llamamiento a la población que, atraída por la micología, se acerca a los espacios naturales de Andalucía para recoger setas; de modo que lo hagan con cuidado y respeto por el entorno. La Junta de Andalucía recuerda que la recogida de setas y hongos es una práctica que está regulada para evitar daños y favorecer que el ecosistema pueda recuperarse y regenerarse de una temporada a la siguiente. Guardas, agentes de Medio Ambiente, Policía Adscrita y Seprona de la Guardia Civil vigilan los montes públicos.
Y recuerda, no obstante, que la recogida es gratuita en los montes públicos y no se requiere autorización salvo que, expresamente, se advierta lo contrario. Si la recolección se va a realizar en monte público perteneciente a un ayuntamiento, el aficionado recolector ha de estar pendiente de las disposiciones municipales que correspondan. Y si se trata de terrenos particulares, la recogida sí necesitará de la autorización de la propiedad.
También te puede interesar
Lo último
Crítica de arte
Francisco Bautista Toledo
LA MAGIA ESTÉTICA DE GARCÍA IBÁÑEZ
Tribuna Económica
Gumersindo Ruiz
La casita de Jesús
El parqué
Caídas ligeras
A Vuelapluma
Ignacio Flores
Ya mismo lo estreno