Sanitarios de Almería que salvan vidas en la selva africana

Asociación Sara Allut plata y Asociación contagia solidaridad

Enfermeras, anestesistas, ginecólogos y cirujanos donan sus vacaciones para curar a poblaciones sin recursos en Guinea Ecuatorial

Son profesionales del Hospital Universitario Torrecárdenas y del Hospital La Inmaculada de Huércal-Overa, que atienden a los pacientes junto con sanitarios de otros hospitales de Andalucía

Misión: Nuestros sanitarios se van a sanar a centro África, en plena selva

Los profesionales sanitarios del Hospital Universitario Torrecárdeas y La Inmaculada de Huércal-Overa, junto a compañeros de otros hospitales de Andalucía, enfermeros, anestesistas, cirujanos..., durante la misión humanitaria que están desarrollando en Guinea Ecuatorial desde el 15 de agosto.
Los profesionales sanitarios del Hospital Universitario Torrecárdeas y La Inmaculada de Huércal-Overa, junto a compañeros de otros hospitales de Andalucía, enfermeros, anestesistas, cirujanos..., durante la misión humanitaria que están desarrollando en Guinea Ecuatorial desde el 15 de agosto. / Sara Allut Plata
María José Uroz - Redactora

27 de agosto 2024 - 06:00

Contra corriente, salvando dificultades, con escasos recursos y materiales, en unas condiciones muy precarias y en muchas ocasiones improvisando hasta cuando se está en el quirófano, pero con una ilusión, empeño, profesionalidad y solidaridad admirable. Así trabajan estos días los sanitarios del primer mundo que han dedicado parte de sus vacaciones, una vez más, a repartir esperanza en los pueblos de la selva profunda de Guinea Ecuatorial y de una forma totalmente altruista. En la expedición hay enfermeras, anestesistas, cirujanos..., que ejercen en distintos hospitales de Andalucía, entre ellos del Hospital Universitario Torrecárdenas y el Hospital La Inmaculada de Huércal-Overa (también del Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada, el Hospital Virgen del Rocío y Macarena de Sevilla o el Hospital Serranía de Ronda de Arriate de Málaga). Allí conforman un equipo ejemplar que ha llevado a cabo ya más de 70 intervenciones quirúrgicas en apenas unos días.

Los profesionales sanitarios del Hospital Universitario Torrecárdeas y La Inmaculada de Huércal-Overa, junto a compañeros de otros hospitales de Andalucía, enfermeros, anestesistas, cirujanos..., durante la misión humanitaria que están desarrollando en Guinea Ecuatorial desde el 15 de agosto.
Los profesionales sanitarios del Hospital Universitario Torrecárdeas y La Inmaculada de Huércal-Overa, junto a compañeros de otros hospitales de Andalucía, enfermeros, anestesistas, cirujanos..., durante la misión humanitaria que están desarrollando en Guinea Ecuatorial desde el 15 de agosto. / Sara Allut Plata

Son auténticos héroes de bata blanca que están realizando jornadas maratonianas. Comienzan a las 9 de la mañana con las consultas y concluyen de madrugada con cirugías no exentas de complicaciones. Ha habido casos en los que los mismos profesionales sanitarios que han participado en la intervención ha tenido que dar su sangre para transfundir a una paciente. No hay momentos para el descanso porque el tiempo se agota, tanto para la misión como para la vida de muchos pacientes a los que la enfermedad no les da tregua. Patologías ginecológicas, traumatológicas, de cirugía general o de medicina interna son las que están tratando estos profesionales, que se encargan además de repartir medicación y de divulgar cuidados de salud.

Antonio Huete Allut: “Aquí ayudar no es fácil”

“Aquí ayudar no es fácil”, lamenta el jefe de Neurocirugía del Hospital Universitario Torrecárdenas Antonio Huete Allut, mientras habla con Diario de Almería desde Guinea Ecuatorial y cuando apenas faltan unos días para concluir la misión humanitaria de este verano. Su labor es ejemplar, al igual que la del resto de compañeros que lo acompañan. Y no solo por los cuidados sanitarios que prestan, sino también por donar tanto cariño y ganas de vivir a los ciudadanos de Evinayong. “Es lo que necesita esta población”, señala emocionado, mientras relata casos concretos de pacientes como el de Dolores, una mujer desahuciada, con imposibilidad para poder operarse porque no tiene recursos. “La operamos el equipo de Almería el viernes, precisó de transfusión sanguínea tras la cirugía y le donamos un situ nuestra propia sangre porque aquí no hay banco de sangre. El anestesista, el doctor Álvaro Alabarce se quedó toda la noche con ella para acompañarla”. También la historia de una joven de 13 años, con un tumor en un ojo, que no ha podido ser operada aún por no haber respirador en los improvisados quirófanos, o la de un paciente moribundo al que acompañaron y le dieron cuidados paliativos, algo que nunca se había hecho allí.

Salvar vidas, es su objetivo. Pero también repartir cariño y esperanza a quienes no tienen nada, “y hacerles sentir que no están olvidados”, como ha explicado a Diario de Almería el director de esta expedición y portavoz de la Asociación Sara Allut Plata, que además es el jefe del Servicio de Neurocirugía del Hospital Universitario Torrecárdenas, Antonio Huete. Desde Evinayong, la zona de Guinea Ecuatorial en la que se encuentra, recuerda que “ya son 15 años los que se lleva viajando a África, tocando el corazón de esos países y en esta ocasión hemos vuelto porque nos necesitan y no podemos mirar para otro lado. Nuestra labor en estas tierras es vital”.

Los propios sanitarios operan, limpian y desinfectan los quirófanos improvisados, divulgan cuidados sanitarios y donan cariño y esperanza a los ciudadanos de la selva africana
Los propios sanitarios operan, limpian y desinfectan los quirófanos improvisados, divulgan cuidados sanitarios y donan cariño y esperanza a los ciudadanos de la selva africana / Sara Allut Plata
Un grupo de voluntarios enseña a los jóvenes cómo se trabaja la madera y ayuda con la construcción de un taller donde puedan realizar sus prácticas y formarse para buscar un futuro mejor.
Construcción de una nave donde los jóvenes puedan aprender cómo trabajar la madera para poder tener un futuro mejor
Construcción de una nave donde los jóvenes puedan aprender cómo trabajar la madera para poder tener un futuro mejor / Sara Allut Plata

La misión humanitaria comenzó el pasado 15 de agosto y concluirá este viernes, día 30. Hasta el verano que viene. Y además de salud, la expedición también tiene su vertiente educativa. Otro equipo de voluntarios está realizando una labor educativa integral a una población cercana a los 5.000 habitantes. Y está construyendo un taller donde se puedan formar los jóvenes del lugar en el tratamiento de la madera que sacan de la selva, ebanistería. “El objetivo es que aprendan el oficio, que tengan un espacio para poder practicar y aprender y puedan tener un futuro mejor”, como explica el doctor Huete Allut, orgulloso de todo el equipo y de la labor realizada.

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