San Cristóbal, del mirador de ensueño de Almería a la pesadilla

La recuperación del Cerro de San Cristóbal como el gran mirador de la ciudad de Almería es una de las actuaciones de mayor relevancia acometidas con las que el Ayuntamiento ha podido despedir este 2024, si bien la intervención, que ha supuesto el cuantioso desembolso de 4,4 millones de euros, tiene su cara y su cruz. Son muchos los ciudadanos los que, durante las fiestas navideñas y también ahora a diario, deciden ascender por los nuevos senderos hasta el Sagrado Corazón de Jesús, encontrándose con un espacio que está sufriendo lo suyo, tanto por deficiencias y falta de mantenimiento como por incivismo, tal y como denuncia la Asociación de Vecinos Barrio El Santo/Cerro de San Cristóbal.

Esta imagen superior que acompaña a lainformación contiene dos de los aspectos principales a los que hacen referencia la comunidad vecinal. Una mujer mayor, con muleta, asciende con dificultad la cuesta, mientras que un señor observa uno de los 180 focos de piedra que iluminan el recorrido: roto.

Aunque el proyecto ha tenido en cuenta la accesibilidad, los vecinos han trasladado las dificultades que están teniendo las personas con discapacidad y con movilidad reducida, así como mayores en general, para poder ascender hasta el mirador. De hecho, hace escasos días un grupo de personas en sillas de ruedas tuvo que darse la vuelta. Los vecinos quieren resolver la dificultad de visitar el Cerro de San Cristóbal mediante la puesta en marcha de un servicio de minibús y recuperando el tren turístico. Según los vecinos, desde el Ayuntamiento se está estudiando el transporte que en Granada lleva a los visitantes a El Albaicín, una posibilidad que, como expone la asociación, choca con los gaviones de la pequeña rotonda habilitada al final de la cuesta, que estrecha la curva y hace inviable el giro.

"A los vecinos nos duele"

Es tan solo una de las cuestiones que el colectivo quiera abordar con el Ayuntamiento. Van a solicitar una reunión en la que también estén presentes responsables de las empresas concesionarias, pues apuntan otras notables deficiencias que impactan de forma negativa sobre la imagen del Cerro. “No es mala intención. Es un espacio importantísimo de la ciudad y a los vecinos nos duele”, comentan de antemano antes de recapitular la necesidad de mejorar el mantenimiento. Describen, y aportan fotografías, un ascenso con rincones de basura. Apenas había cuatro papeleras contadas en la inauguración, celebrada el pasado día 21 de diciembre, y “aunque el Ayuntamiento ha puesto algunas más, siguen faltando”, por lo que señalan que es habitual encontrarse con parterres sucios más la acumulación de envases de bebidas a los pies del Santo por la celebración de botellones.

Si bien hay la Policía Local tiene en su ruta el Cerro, consideran que la vigilancia ha de ser reforzada, tanto en frecuencia como en su capacidad sancionadora pues, además de los botellones, los aparcamientos inapropiados están siendo la “tónica diaria y de qué sirven si luego –apunta la asociación– no multan ”, así como los actos vandálicos.

Víctimas de esta otra cara de incivismo son los focos led de piedra, un costoso elemento –unos mil euros la unidad según apuntan los vecinos–, que pese a su peso, unos 30 kilos, “los mueven y los rompen a patadas”.