Un rinconcito para la amistad, en el que cumplir todos los sueños

Un almacén de los sueños. En esto aspira a convertirse Bajo 9 para Toni Álamo, un joven empresario almeriense que por fin ha visto hecho realidad uno de sus deseos: tener su propia heladería y que ésta estuviera en el entorno de la plaza de Santa Rita, el lugar que le ha visto crecer, jugar y convertirse en la persona que es hoy en día.

Así, poco antes de la feria abrió las puertas de este nuevo espacio, en el que se unen cafetería, panadería, obrador y heladería, todos estos conceptos unidos bajo la originalidad del diseño, que el propio Toni se ha encargado de importar de Italia, y que da a la cafetería un aspecto moderno y muy acogedor.

La calle Amapola cuenta, por tanto, con un nuevo local, avalado por una importante trayectoria profesional de Toni Álamo, en el que, como sus propias paredes anuncian, está dispuesto a hacer amigos, de la mano de unos empleados que, a base de simpatía y buen servicio, consiguen que el paso por Bajo 9 se convierta en una experiencia muy agradable y que motiva a repetir.

Nacido sobre el concepto de ser heladería y puesto que cuando nació, en Menorca, su familia trabajaba en el sector, ha sabido captar bien las necesidades de este barrio y ha desarrollado forma magistral su cafetería, en la que a los café, zumos, e infusiones se pueden acompañar de una amplia variedad de tostadas o de una rica gama de bollería y pastelería, toda hecha de forma artesanal.

Además de esto, el local cuenta con panadería y con su producto estrella heladería, que se fabrican de forma artesanal allí mismo y cuya técnica ha sido la que ha dado nombre al establecimiento.

Nueve grados es la temperatura bajo la que se hacen estos deliciosos postres, que aquí se pueden encontrar de una amplia gama de sabores y con características que los hacen aptos para diabéticos y celíacos.

Como bien dice otra de las frases que adornan el local, Bajo 9 es un punto de encuentro de la creatividad, la ilusión y el trabajo, que también se ha trasladado a su oferta nocturna, con una buena carta de tapas, a las que les puede acompañar, para cerrar la noche en condiciones, un buen mojito o caipirinha.

En resumidas cuentas, una oferta amplia y de calidad, que viene de la mano de la experiencia de muchos años en la hostelería almeriense y que tiene como base la ilusión por un gran proyecto que se gane un hueco en la sociedad almeriense, que lo tenga como una referencia fija para sus desayunos, meriendas o tapas de mediodía y noche, sin olvidar, eso sí, sus helados.