El rincón de los sueños rotos

Almería

Cuando uno pasea por la plaza del Educador y mira hacia el que fuera edificio de Correos, no puede dejar de sentir una gran tristeza al ver este rincón abandonado desde hace tanto tiempo.

El rincón de los sueños rotos
El rincón de los sueños rotos
Francisco Gutiérrez Gómiz

12 de junio 2022 - 08:00

Almería/Pero, ¿cómo se ha llegado a esta situación? ¿Qué sueños han quedado atrapados en este lugar?

El primer sueño lo tuvo José María Navarro Darax, que vino al obispado de Almería en 1877 y quiso construir un colegio de pago, católico, masculino y externo, que fuese una referencia educativa en Almería, al tiempo propuso construir un edificio que ennobleciera la arquitectura urbana de la ciudad. El colegio ya estaba instalado provisionalmente en unas casas que formaban la manzana de la calle del Teatro y Elvira, actual calle Padre Luque.

El encargo de dicho proyecto fue para el arquitecto Trinidad Cuartara Cassinello, cuyo resultado fue uno de sus edificios más señeros, aunque en su momento no estuvo exento de críticas, curiosamente, entre otras acusaciones, se le responsabilizó de ser uno de los culpables de la destrucción de la «antigua capital» (cosas de la visión histórica).

Con fecha 16 de julio de 1891 se solicita al Ayuntamiento la aprobación de los planos de la fachada y en septiembre se empiezan a derribar las antiguas casonas para comenzar las obras.

Tarjeta postal en la que se ve la fachada del Colegio de Jesús
Tarjeta postal en la que se ve la fachada del Colegio de Jesús

Durante su demolición, en sus cimientos, aparecieron las ruinas de una mansión árabe, que por sus características podía tratarse de una importante almunia de recreo, y que, según Antonio Sevillano, pudo pertenecer al rico musulmán Albondoque. Entre ellos se encontraron yesones estucados, restos humanos, vasijas de barro…Aunque retrasó las obras de construcción del colegio, al final quedaron enterrados en sus cimientos los restos y los sueños de quien la realizaron y de quienes quisieron saber más sobre ella.

El edificio diseñado por Cuartara se trataba de una casa de cuatro plantas, donde destacaba su portada con dos columnas salientes y un balcón central ornamentado de frontispicio, moldura y alegorías. En su cornisa principal una esfera armilar labrada en piedra. El resultado un edificio espectacular y con alma propia.

Dibujo del diseño de Cuartara de la fachada del edificio
Dibujo del diseño de Cuartara de la fachada del edificio

Una vez finalizadas las obras el colegio comenzó su actividad en el curso 1895/96. En cuanto al edificio terminaría hermanándose con el de la «Casa de los Rodríguez» (hoy Banesto) convirtiéndose en un rincón almeriense donde se pudo disfrutar durante muchos años de la creatividad y buen hacer de Trinidad Cuartara.

Con los cambios en la reforma de la Instrucción Pública Española para los colegios privados, que hizo que perdiera la subvención estatal, el colegio entro en crisis y Navarro Daráx decide su trasladó a la plaza Flores núm. 5, con el nombre de Colegio Politécnico de Jesús-Maestro, quedando el edificio vacío. A partir de ese momento aparecen muchos «novios» para poder adquirirlo o utilizarlo, en abril de 1907, lo intenta la Escuela de Artes e Industrias, pero no lo consigue, pero si lo hace la Diputación instalando en él su Presidencia y Secretaría, (como recuerdo de esto existe una tarjeta postal donde se especifica esta circunstancia) y en 1909 también Correos y Telégrafos manifiesta su interés por el edificio.

En 1915 por problemas de impago la diputación tiene que abandonar el edificio. Como hemos dicho el Estado estaba buscando una sede donde ubicar la administración principal de Correos y Telégrafos. Ese mismo año Correos resolvió adquirirlo. Pero no será hasta el 6 de diciembre de 1917, tras el visto bueno realizado por el arquitecto de la Dirección de Comunicaciones cuando se formalizara la escritura de compra-venta.

Tras realizar las correspondientes obras de adaptación, para la nueva funcionalidad a la que iba a estar destinado, en 1918 se le entregaron las llaves al Administrador de Correos, José Sánchez Toscano.

Los primeros en comenzar su trabajo en el nuevo edificio fueron los de la sección telegráfica. Existe una tarjeta en la que aparece el edificio y se titula «Plaza del Cuerpo de Telégrafos» quizás como recuerdo de este hecho. Ese mismo año se incorporaría el servicio de Correos.

La Escuela de Artes, a través de su director José Rocafull, quiso obsequiar a Correos, como motivo de la apertura de la nueva sede, con una boca de buzón de cabeza de león, fundido en broce por el taller de Metales de Manuel Muñoz Garbín y realizado por sus alumnos. Fue colocado en la Calle Padre Luque siendo un símbolo de Correos durante muchos años.

Este buzón se volvió a utilizar con motivo de la presentación de la tarjeta prepagada dedicada a Carmen de Burgos, en el Patio de Luces de la Diputación, adaptándose para que su “boca” volviera a recibir las tarjetas que quisieron remitir los asistentes. El edificio no recibió los cuidados y atenciones que requería facilitando que Correos decidiera derribarlo para construir el siguiente sueño. Ni por su «juventud» ni por su belleza merecían un final así, pero se impuso la idea de disponer de un edificio más funcional y moderno (cosas de nuevo de la visión histórica). El 19 de marzo de 1967 empieza su derribo y mientras las piedras organizadas por Cuartara se convertían en desorden para transformarse en escombros, la sociedad almeriense miraba al futuro y se olvidaba de nuevo de su patrimonio en aras del progreso.

Será el arquitecto Manuel Valdés Gamir quien tuvo el sueño de realizar un edificio más suntuoso y moderno para los tiempos que corrían. El resultado es de todos conocido, un edificio «diferente», que «resalta» más de lo que nos hubiera gustado. Para su inauguración, 12 de mayo de 1970, se contó con la presencia de los entonces príncipes Juan Carlos y Sofia.

Pero el edificio nació con fecha de caducidad, l aluminosis estaba dentro de su estructura y obligo a Correos a tener que desalojarlo en 2011, quizás fuese cosa del Karma. Pero no solo perdimos un edificio, sino que nuestra administración principal quedo dispersa y diluida en varias ubicaciones, desvaneciéndose la categoría que tenía.

El abandono se apodero del edificio, rasgándolo por dentro y por fuera. Pasaron los años llenos de sueños: lo rehabilitamos, hacemos una biblioteca, Casa de la Juventud, una oficina de correos y viviendas… El tiempo se alió con su olvido y tuvieron que transcurrir más de diez años para que otro dueño, el Ayuntamiento, pueda desarrollar un nuevo sueño. Sobre él recaía la difícil o fácil misión de no seguir empeorando este rincón almeriense. Pero cosas del destino, el dueño de las llaves decidió ceder el solar a la Junta de Andalucía para que ésta levante uno de los proyectos del Polo de Innovación Tecnológico de la Agricultura Andaluza, el «Smart Green Cube Agridomo de Almería», asumiendo el Ayuntamiento la labor de la demolición.

Un nuevo sueño arquitectónico se abre paso hacia el futuro, un edificio sostenible «cuya piel genere energía renovable». Quizás vuelva a ser demasiado «moderno y diferente» para su entorno (en fin, cosas de la visión histórica).

Próximamente otra generación verá como este rincón de Almería se llena de escombros, con la ilusión del que el nuevo edificio «encaje» mejor que el anterior. Pero no sabemos cuándo se realizará, puesto que, si uno tiene que poner el hilo y el otro la costura, seguro que se retrasará la vestidura.

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