La residencia 'La Purísima' celebra sus diez años por todo lo alto

Hace ya diez años que el Grupo Gerial llevaba a cabo la apertura de la residencia La Purísima en la capital almeriense y no han querido pasar por alto una fecha tan significativa y tan especial.

Por ello, desde el pasado mes de junio se han realizado una serie de actividades destinadas a resaltar hechos, vivencias y experiencias de lo que consideran una gran familia. Una década en la que más de trescientas personas han depositado en el grupo la confianza en sus cuidados y atenciones, de compartir experiencias, de alegrías y tristezas y donde todos y cada uno de los empleados han dado lo máximo de sí al servicio de los mayores.

La empresa que nace en la comarca del Almanzora, concretamente en la localidad de Tíjola, ha sabido conquistar poco a poco el corazón de nuestros mayores y hoy en día se ha convertido en una de las más importantes de provincia. Para el director de La Purísima, Emilio José Reche, "desde el primer momento nuestro objetivo ha sido el de la cercanía, el de funcionar como una gran familia, con el convencimiento de que la edad no es una barrera para disfrutar de la vida, y tal vez ahí radique una de las razones por las que las alegrías y los sueños de uno son los de todos, al igual que las preocupaciones y los infortunios. Nosotros ofrecemos calidad de vida, y en ese sentido nos sentimos ampliamente recompensados".

Por ello, este año se han realizado actividades para que no sea un aniversario más, y con la implicación de trabajadores y usuarios, se ha realizado un campeonato de juegos con medallas y diplomas para todos los participantes, talleres de repostería con la elaboración de la tarta del aniversario para su posterior degustación, proyección del vídeo homenaje a los mayores, exposición de fotos denominada Diez años junto a ti y una charla-coloquio a cargo de los usuarios sobre anécdotas y vivencias transcurridas en este periodo de tiempo.

En la residencia La Purísima han pasado diez años y parece que fue ayer, aunque diez años dan para mucho y se han visto recompensados con el cariño de los mayores.