Así fue el rescate de tres personas en El Parador a causa de la DANA
Guardia Civil y bomberos colaboran en el rescate bajo el puente La Culebra
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Con motivo de las intensas inclemencias meteorológicas del 11 de noviembre de 2024, que azotaron el Poniente almeriense, alrededor de las 18:00 horas el Centro de Mando y Coordinador de Servicios de la Comandancia de la Guardia Civil de Almería (062) recibió una alerta crítica. Tres personas, atrapadas bajo el puente conocido como La Culebra en el Parador de las Hortichuelas, en Roquetas de Mar, se encontraban en una situación de extremo peligro. Las lluvias torrenciales habían causado un desbordamiento de la rambla, lo que inundó rápidamente la zona, elevando el nivel del agua hasta alcanzar más de un metro de altura en el área del puente. La emergencia requería una respuesta urgente, pues las condiciones empeoraban minuto a minuto.
La gravedad del incidente activó de inmediato el protocolo de rescate, con dos patrullas de la Guardia Civil del Puesto Principal de Roquetas de Mar dirigiéndose a la zona con la máxima rapidez. La rápida coordinación entre los equipos de emergencia fue esencial para asegurar que la situación no empeorara. Además de la presencia de la Guardia Civil, se movilizó una dotación de Bomberos del Poniente, que también acudieron al lugar de la emergencia con el equipo adecuado para hacer frente a las difíciles condiciones. Los servicios sanitarios fueron igualmente alertados y preparados para cualquier posible intervención médica que fuera necesaria, dada la situación crítica de los atrapados.
Cuando los equipos de rescate llegaron al lugar, confirmaron que se trataba de tres miembros de una familia que, debido a su situación de vulnerabilidad, pernoctaban habitualmente bajo el puente junto con varios animales. La situación se tornaba aún más compleja al descubrir que una de las personas era de edad avanzada y presentaba dificultades de movilidad, lo que complicaba aún más las maniobras de rescate. Con el agua subiendo rápidamente y la familia atrapada, la urgencia del momento se volvió palpable, y cada segundo era vital para evitar una tragedia mayor.
Los Bomberos del Poniente, en estrecha colaboración con la Guardia Civil y los servicios sanitarios, comenzaron a actuar inmediatamente, utilizando todo su equipo especializado para garantizar el acceso seguro a los atrapados. Los rescatistas realizaron un trabajo meticuloso y bien coordinado, buscando la forma más rápida de acercarse a las personas sin poner en riesgo sus vidas. Mientras tanto, los agentes de la Guardia Civil aseguraban el área, realizando las gestiones necesarias para despejar el acceso a la zona y facilitar las maniobras de rescate. La presencia de los servicios médicos proporcionó un apoyo adicional, por si alguna de las personas necesitaba atención inmediata durante el proceso de rescate.
A medida que el tiempo avanzaba, la tensión aumentaba. Los equipos de rescate, con su experiencia y determinación, trabajaron con rapidez y precisión, enfrentando el peligro de un creciente nivel de agua que amenazaba con aumentar los riesgos en la operación. La colaboración entre las fuerzas de seguridad y los bomberos se intensificó, garantizando que cada detalle fuera cuidado con la máxima prioridad. Con todo esto, se lograron superar los obstáculos más difíciles para llegar a las víctimas atrapadas.
A las 19:40 horas, casi una hora después de que comenzara la intervención, los esfuerzos conjuntos dieron su fruto: los Bomberos del Poniente y la Guardia Civil de Roquetas de Mar, con la colaboración de los servicios sanitarios, lograron rescatar a la familia, a sus animales y a sus enseres personales. El trabajo en equipo permitió que, a pesar de las adversas condiciones meteorológicas, la situación se resolviera con éxito y sin víctimas que lamentar. Los rescatados fueron evacuados rápidamente, aunque todos se encontraban visiblemente afectados por el miedo y la tensión vivida.
El éxito de este operativo resalta la importancia de la coordinación entre las diversas fuerzas y servicios de emergencia en situaciones de alto riesgo. Gracias a la rapidez y eficiencia de los equipos de rescate, los afectados pudieron ser liberados sin mayores consecuencias físicas, aunque la situación dejó claro que la protección de la vida humana y la de los animales no es tarea sencilla en condiciones extremas como las que se vivieron en esa tarde.
Este tipo de emergencias recuerda la vulnerabilidad de ciertas áreas ante fenómenos meteorológicos tan impredecibles y violentos como los que se dieron en esa jornada. La respuesta rápida y eficaz de los cuerpos de seguridad fue fundamental para evitar que la tragedia se consumara. Las lluvias torrenciales de la jornada no solo causaron este rescate, sino que también destacaron la necesidad de seguir fortaleciendo la preparación y la infraestructura ante fenómenos climáticos cada vez más intensos.
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