Reponen las vallas del parque de La Hoya, en Almería, pero “no son la solución”

Jardines Mediterráneos

Vecinos agradecen la acción municipal e insisten en que se estudien medidas de seguridad porque sigue habiendo coches circulando y botellones

Botellones, trapicheo, cacas caninas y vehículos circulando en el nuevo parque de La Hoya

Recinto con el vallado ya completo y la señal de prohibido el pasao a vehículos salvo los autorizados.
Recinto con el vallado ya completo y la señal de prohibido el pasao a vehículos salvo los autorizados. / Javier Alonso

El vallado perimeral del parque Jardines Mediterráneos, en La Hoya de Almería, vuelve a lucir intacto y sin falta de barrotes. El Ayuntamiento de la capital ha procedido a su reposición y no es la primera vez que interviene, lo que denota que este flamante recinto, que aún no ha cumplido el año de apertura al público, se ha convertido en diana del incivismo.

Lo denunciaban los propios vecinos del casco histórico la semana pasada con vídeos en redes sociales donde se apreciaban restos de botellón, trapicheo, perros sueltos y cacas sin retirar, así como vehículos de todo tipo circulando en el interior del recinto. Cada uno con sus respectivos destrozos. 

Al día siguiente de la publicación de esta denuncia vecinal por Diario de Almería, el Consistorio reponía los barrotes faltantes o rotos. Representantes vecinales han agradecido “enormemente” la acción municipal, si bien el panorama, según explican, sigue siendo el mismo días después.

Aunque hay cerramiento y existe un horario de acceso público, hay visitantes, sobre todo nocturnos, que se cuelan por los jardines de la calle de la Dicha o por la calle Pósito. “Es un sinsentido todo”, apuntan también a la circulación “a toda pastilla” de vehículos sin que sea respetada la señal instalada por el Ayuntamiento en la que se indica de forma clara que únicamente pueden rodar por el nuevo vial de acceso a la Alcazaba los vehículos autorizados, en referencia a los propios de mantenimiento y servicios de emergencias cuando sea preciso. 

El Ayuntamiento se enfrenta al reto de conseguir la reapropiación ciudadana de este espacio, en el que ha invertido 2,5 millones de euros, frente a un uso incívico del mismo, si bien los vecinos reclaman atajar cuanto antes. Entienden que el problema es que “no hay control de ningún tipo”. Recuerdan al respecto que estaba “prevista para el parque la seguridad, tanto física como con videovigilancia, pero se lo han ahorrado. Como su propio mantenimiento”, critican.

El Ayuntamiento aprobaba el pasado mes de marzo un modificación del contrato de servicios de vigilancia y seguridad privada del parque de Las Familias y del parque del Andarax, adjudicado a Grupo Control, por el que ha incluido los servicios de apertura y cierre de los cerramientos de La Hoya y del parque de La Goleta al objeto, explicó en su momento la portavoz del equipo de gobierno, de preservar la conservación tanto de los bienes municipales como mobiliario urbano singular.

Sin embargo, estas funciones, de abrir y cerrar la puerta, no son suficientes para alcanzar ese objetivo, en opinión de estos vecinos, por lo que requieren al Ayuntamiento cámaras de vigilancia o personal de seguridad.

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