Reinserción a través del deporte en un nuevo módulo en la prisión de Almería

El centro penitenciario ‘El Acebuche’ de Almería ha inaugurado recientemente un nuevo módulo formativo-deportivo que busca fomentar la reinserción social de los internos mediante el deporte, la formación y la autogestión.
La iniciativa, puesta en marcha hace apenas un mes, acoge ya a 63 reclusos que han accedido de manera voluntaria a este entorno más exigente, pero también más participativo y orientado a la superación personal.
“Los módulos de respeto se basan en que los mismos internos los gestionan, de alguna manera, con la creación de comisiones”, explica en declaraciones a EFE María del Mar Soriano, subdirectora de Tratamiento del centro penitenciario.
Estas comisiones –de bienvenida, resolución de conflictos y organización de actividades– permiten que los internos sean los protagonistas del funcionamiento del módulo.
Compromiso con las normas y la convivencia
Este nuevo espacio, ubicado en lo que Instituciones Penitenciarias denomina “nivel 2 de intervención”, se sitúa entre el nivel 1 (de menor exigencia) y el nivel 3 (el más estricto), y requiere de los internos un compromiso activo con las normas y la convivencia.
“Pueden voluntariamente, si así lo quieren, ascender a un nivel de exigencia más elevado, pedirlo voluntariamente y firmar el contrato al nivel 3”, señala Soriano.
En el módulo que promueve la reinserción conviven internos que cursan estudios de Bachillerato, participan en talleres de pintura y panadería, o forman parte de programas deportivos, como el equipo de fútbol que representará a ‘El Acebuche’ en un torneo entre prisiones de Andalucía oriental el próximo día 29 en Málaga.
Uno de los internos se ha unido recientemente a este módulo. “Me vine para acá por el tema del deporte, más bien por el tema del fútbol, para poder jugar al fútbol”, cuenta. “Cuando me enteré que iban a hacer un equipo para salir a jugar al torneo, me apunté y es una suerte que me hayan elegido”.
Aunque reconoce que no disponen de instalaciones de fútbol 8, modalidad de este torneo, valora la oportunidad: “Dentro de lo que cabe, lo veo bien… Es lo mejor que pudo hacer para jugar al fútbol”, dice sobre el director del centro, Nahum Álvarez.
Varios espacios deportivos
El módulo cuenta con espacios deportivos como una cancha polivalente, gimnasio, sala de ping-pong, ajedrez y una zona para voleibol en la arena. “Ellos mismos pueden también organizar sus propios campeonatos”, apunta Soriano.
Otro interno destaca la diferencia con respecto a otros módulos. “Este módulo, la verdad, no parece una cárcel. Esto es más suave, más light”, afirma. Es aficionado al voleibol playa y, además, coordina el aula educativa del módulo: “Tenemos nuestro ordenador y también filmamos películas”.
No podrá participar en el torneo por estar en prisión preventiva, pero vive con entusiasmo la experiencia colectiva. “Estamos todos aquí haciendo deporte. Nuestro parchís, nuestro ajedrez, ping-pong…”.
El nuevo módulo busca no solo mejorar la calidad de vida de los internos, sino también prepararles para una reinserción real y duradera. El respeto mutuo, la responsabilidad compartida y el deporte como vehículo de cambio son los pilares de este espacio que, como expresa uno de sus participantes, “no parece una cárcel”.
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