Recuperadas las Estaciones del Vía Crucis del Señor de la Pobreza
Almería
Hace pocos días, la alcaldesa y el subdelegado del Gobierno recepcionaron las obras de la continuación del recorrido al ascenso del Sagrado Corazón
Proyecto del Campamento del General Álvarez de Sotomayor, 1925
La Archicofradía de la Hora Santa surge en 1932 a iniciativa del Jesuita Ezequiel González, siendo Obispo de Almería Fray Bernardo Martínez Noval. Radicó en la Iglesia del Real Convento de las Puras. El Obispo Diego Ventaja bendijo su bandera el 17 de noviembre de 1935, en plena República y antes de que se suprimieran las procesiones. Siguió como Capellán Jesús María Castillo, trasladándose en 1949 a la Iglesia de Santa Clara.
Nuestro Padre Jesús de la Pobreza, titular cristífero de esta Archicofradía, salió de la gubia del imaginero granadino Eduardo Espinosa (1884–1956), autor también del misterio del Descendimiento de la Cofradía del Silencio, la Virgen de Gádor y Nuestro Padre Jesús Nazareno (Berja, 1939). Bendecido el Lunes Santo de 1947, se trata de una imagen para vestir que permanece aún expuesta al culto en la Iglesia de Las Claras. Un interesante Cristo articulado que bien escenificaba la oración en el Huerto de los Olivos, ataviado con túnica blanca y mantolín rojo, con un cáliz sobre roca o se transformaba en un Nazareno con Cruz al hombro, corona de espinas y 3 potencias relucientes subiendo al Gólgota.
Dos Vía Crucis penitenciales multitudinarios rivalizaban en 1948 en la Semana Santa almeriense: el Jueves Santo lo hacía Nuestro Padre Jesús de la Pobreza, ordenado por la Archicofradía de la Hora Santa y como siempre salía el percevaliano Cristo del Escucha el Viernes Santo, organizado por los Adoradores Nocturnos desde la Catedral de la Encarnación.
En su Vía Crucis pasional al encuentro con el Sagrado Corazón de Jesús (bendecido en 1930 en el Cerro de San Cristóbal, obra en mármol blanco de Macael del EscultorJosé Navas Parejo sobre una monumental base capilla con relieves, restaurado tras la contienda) Jesús de la Pobreza era portado como Nazareno (o a veces en oración) sobre unas humildes andas, con trono repleto de claveles rojos y ramas de olivo, faroles y pequeñas jarras, por 12 hombres con sencilla túnica morada y faraona cubriendo sus cabezas. Escoltado por un pelotón de Guardias Civiles de gala con Mauser al hombro, la multitud de devotos que acompañaban lo hacían con recogimiento y sin ostentación externa alguna, deteniéndose a rezar las Estaciones ante unos monolitos. El rezo de las paradas rememorando la pasión y muerte de Jesús estaba dirigido por el Coadjutor de Santiago. Los congregantes de la Hora Santa portaban cirios y faroles, sin túnicas ni oropel alguno. El barrio entero se entregaba para encalar sus viviendas, colgar telas damascadas y ornamentar el trayecto con pequeños altares iluminados con velas y mariposas.
El cortejo procesional madrugaba y a las 5 de la mañana efectuaba su salida de Las Claras para proseguir por las calles Jovellanos, Marín, Hernán Cortés, Plaza Flores, General Rada (hoy Concepción Arenal), Avenida del Generalísimo (hoy Paseo de Almería), Puerta de Purchena, Alejandro Salazar (hoy Plaza Manuel Pérez García), Plaza del Carmen, Antonio Vico ascendiendo al Cerro de San Cristóbal a modo de Monte Calvario, para unir su bendición al Sagrado Corazón de Jesús, instante poético de emoción intensa y repicar de campanas, con el fondo luminoso del amanecer, entre los vetustos murallones califales. Al alba descendía ya del Cerro la doble fila de mujeres enlutadas o con hábitos morados, algunas de ellas penitencialmente descalzas sobre el suelo pedregoso, serpenteando con emotivo fervor religioso para recogerse en su Templo.
Por desgracia, hacia 1966 dejó de salir definitivamente en Vía Crucis el Señor de la Pobreza. A comienzos de los 80, se pretendió por la Agrupación de Hermandades y Cofradías recuperar la tan arraigada tradición propia de los almerienses y que este añorado Vía Crucis y Jesús de La Pobreza volvieran a realizar Estación de Penitencia por las cuestas almerienses. Incluso en 1985, recién adquiridas las andas procesionales en la Hermandad del Encuentro, se ofreció a la Archicofradía este Paso para procesionar ese año y con el tiempo incorporar esa imagen a la Cofradía. Pero esos intentos fueron en vano y hacia 1988 se disolvió para siempre la Archicofradía de la Hora Santa y la propiedad de la talla del Señor de la Pobreza pasó a las Monjas del Monasterio de Santa Clara, donde aún se le venera con gran nostalgia.
En su origen, los monolitos de las Estaciones de cemento blanco tenían una base escalonada, con cruces latinas de madera incrustadas y numeración romana. Pasaron los años y al perderse la tradición del Via Crucis estos monolitos fueron objeto de vandalismo y hasta hace bien poco solo sobrevivían algunos basamentos en la subida al cerro y algunos añicos abandonados en la ladera.
Pero afortunadamente, el Arquitecto Jesús Basterra autor del proyecto de regeneración urbana y paisajística del Cerro de San Cristóbal y las concejalas Ana Martínez Labella y Eloísa Cabrera mostraron interés por un dossier que envié donde documenté la historia y recopilé planos y fotos antiguas de los monolitos y del Via Crucis del Señor de la Pobreza.
Y el pasado 20 de diciembre la alcaldesa de Almería, María del Mar Vázquez y el subdelegado del Gobierno, José María Martín, por fin recepcionaron las obras y la comitiva recorrió escalinatas, senderos que se recuperan y miradores, con sencilla pero atractiva iluminación nocturna. En el suelo adoquinado de subida al Cerro se ven 15 luminarias empotradas con luz en forma de cruz y número romano grabado en la baldosa de piedra que representan las Estaciones del añorado Via Crucis, que ascenderá desde la primera cruz patada labrada en piedra junto a la muralla, circundará la plaza Ángela Fornovi y la última estación está en el eje de la escalinata, junto al primer escalón, con la intención de poder proseguir el recorrido ascendiendo al Sagrado Corazón.
También te puede interesar
Lo último