Recuerdos del Sahara (I). Llegada a El Aaiún

Almería

Durante los 20 meses que estuve destinado en el Sáhara tuve que vivir y actuar acorde al cargo mencionado en el título

Mis recuerdos de Almería en la década de los cuarenta

Foto de llegada a El Aaiún. La promoción de A.T.S. con los nativos / D.A.
Ángel Agis Marín

12 de enero 2025 - 07:46

Pasamos una semana de estancia maravillosa en Las Palmas de Gran Canaria, donde disfrutamos de su maravilloso clima y ambiente (casi el total de la promoción estábamos allí); nos hicimos socios del Club Metropol por breves días, en los que íbamos a la piscina y a pasar el rato distraídos con música y ambiente agradable. También íbamos a las playas de Las Canteras y de Las Alcaravaneras a bañarnos, pues la temperatura del agua así lo permitía (en la última semana del mes de enero). El día 30 del citado mes, salimos del Aeropuerto de Gando (Gran Canaria) en un avión Douglas C-3 de la compañía Iberia, que nos llevó hasta el campo de aviación de El Aaiún, cuya pista de aterrizaje era de tierra todavía. El cambio de ambiente fue total, como del día a la noche. Del maravilloso mundo de Las Palmas, pasamos al desolado y desértico El Aaiún. Parecía que la máquina del tiempo nos había retrotraído unos dos mil años bíblicos. Llegamos la promoción de A.T.S. de Sanidad (12), menos uno que se quedó destinado en la Península. Nuestros destinos en el Sáhara ya los habíamos solicitado y conocido una vez acabado el curso en la Academia de Sanidad Militar situada próxima al pueblo de Fuencarral (Madrid).

Al llegar a El Aaiún nos sacamos una foto con un grupo de nativos, que sería la única que nos haríamos todos juntos, pues después iríamos a los distintos destinos ya asignados: uno al III Tercio D. Juan de Austria 3º de la legión en el mismo El Aaiún, otros a la Agrupación de Tropas Nómadas en sus distintos destacamentos, en la zona norte la Sequía el Hansa: Esmara, Mahbes Escaiquima, Daora, Hagunia, etc. Otros fueron a la zona sur, Río de Oro, con capital en Villa Cisneros con los destacamentos La Güera, El Faisal, Guelta Zemmur, Auserd. Mi destino fue el Grupo de Sanidad del Sáhara que atendía la Enfermería de plaza y el Hospital de El Aaiún, este Grupo de Sanidad estaba mandado por el comandante de Sanidad don Secundino (¿García?) y los sargentos del Cuerpo de Sanidad La Rubia, Rey y otros que no recuerdo. También estaba destinado el Teniente Buján, un gallego bueno en todos los sentidos. Del Grupo de Sanidad me derivaron al Hospital Cívico-militar, al Equipo Quirúrgico, donde fui recibido por mi paisano, amigo y compañero José Felices Cabrerizo, al que iba a relevar del destino y que me ayudó mucho en la integración en la plaza que me dejaba. El equipo al que me incorporaba estaba entonces estaba mandado por el capitán médico Bueno, al que sucedió el capitán médico Balbín, y a este Agustín Esteban Hernández. Todos los citados eran cirujanos y jefes del Equipo quirúrgico del hospital. Estaba de ayudante del Equipo de Cirugía el teniente médico Marzal. Este le ayudaba en las intervenciones quirúrgicas y en las consultas externas. Me acompañó al destino del Hospital mi compañero Saturnino (Nino) Amado Loreño.

Tengo un gran recuerdo del A.T.S. civil, que atendía a los nativos y personal no militar, que se llamaba Ignacio Santana, natural de las Islas Canarias. El hospital lo componían, además de las salas de personal civil y nativos, una para militares hospitalizados. También contaba el hospital con sus quirófanos, sus salas de consulta y sus espacios privados para las monjas, creo recordar que eran de la Orden del Santísimo Sacramento, que atendían todos los servicios de quirófanos y ayudas en todo lo que fuera preciso. En las salas de nativos estaban como auxiliares de clínica la mora Ju y su hermano Mohamed.

Al lado del hospital se encontraba la Iglesia de la Misión, a la que acudíamos a misa y a los oficios religiosos, celebrados por los sacerdotes misioneros que estaban destinados allí. Recuerdo cuando salió el río Saguía el Hamra por haber llovido por el interior. Iba muy lento el caudal del río, pues el suelo estaba cuarteado y la tierra se tragaba el agua según avanzaba el torrente. Recuerdo el oasis de Sidi-Buya, donde los camiones cisterna iban a repostar el agua que después distribuían por los diversos grupos de la guarnición. Un personaje que se veía por allí era un jefe del Frente Polisario llamado Mohamed “El Jatri”. En El Aaiún estuve destinado hasta el día 1 de marzo del 60, que marché al destacamento del Faro de Bojador.

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