Una rama de olivo y un péndulo para encontrar agua
El zahorí albanchelero, Luis García, practica este arte que le viene de tradición familiar, su tatarabuelo ya lo hacía

Por un camino, con paso firme y una rama de olivo, Luis García va lentamente acercándose a su destino. Se para en un punto concreto y la madera se levanta sin que el hostelero haga ningún esfuerzo para que suceda este hecho. Parece magia, pero no lo es, porque no tiene truco. Es un don que tienen algunas personas, denominadas zahorís, por el que pueden detectar cambios del electromagnetismo a través del movimiento. En concreto, este albanchelero buscaba corrientes de agua y las encuentra.
García asegura que este don le viene de hace varias generaciones: "Mi tatarabuelo también era zahorí y aunque yo no me dedico, practico en distintos terrenos. Mi hijo pequeño también puede detectar corrientes".
El zahorí de Albanchez señala que se pueden utilizar distintos tipos de fórmulas para encontrar agua. "Tengo un péndulo de hace 300 años que va acompañado por un comprobador al que se le incluye agua, petróleo, carbón, hierro... lo que quieras encontrar. También con una rama de un árbol como el olivo en forma de Y. No falla".
El albanchelero explica las dos fórmulas que emplea: "El péndulo empieza a marcar donde se encuentra la corriente cuando comienza a moverse en círculos. Con la retama, se retuerce hacia arriba a tope cuando está cerca el agua".
El zahorí recuerda cómo descubrió este don: "A los 18 años, me fui al campo con Emiliano, que se dedicaba a este arte en el pueblo durante toda la vida. Le pedí que me dejara probar. Cogí el aparato y vi que valía para esto. Aunque no me he dedicado, algunos amigos me lo han pedido para ver si tenían agua y habré sacado unos cinco pozos. En mi finca tengo detectado otros 5". En un almacén cercano a su restaurante también encontró agua, picó y encontró.
García se dedica intensamente a su negocio hostelero, Bar El Puente, aunque no descarta que alguna organización le proponga "estar en África una temporada para buscar pozos, sería un avío para ellos". El zahorí asegura que "no he probado con hierro y carbón. Cualquier día pruebo suerte".
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