Radiografía del verano sanitario de Almería

“La solución a su dolencia es operarle pero ahora mismo es imposible. No hay quirófanos y no hay anestesistas. No sabemos cuándo podremos programar su intervención a pesar de que está en lista de espera quirúrgica y se le valoró como un caso preferente. No podemos hacer nada más que darle el alta y que se vaya a casa a esperar a que lo llamen para la intervención. Si tuviera vómitos y fiebre debe de venirse rápido para urgencias porque podría haber habido alguna complicación. Me gustaría poder darle buenas noticias pero no está en nuestras manos. Los recursos son los que son y ahora mismo únicamente estamos operando casos muy urgentes como son los pacientes con cáncer y las urgencias que no pueden esperar”. Son palabras textuales de no uno, sino varios facultativos del hospital de referencia de la provincia de Almería que “avergonzados” tienen que enfrentarse cada día a los pacientes ingresados y a sus familias para explicarles la “difícil situación” que se está viviendo.

Son los que dan la cara por la gestión de los contratos, y a su vez los que tienen que curar a los pacientes. Hacen encaje de bolillo para programar las intervenciones y tratar de dar respuesta a las necesidades de una población cada vez más creciente y cada vez con mayor sensación de desatención debido a las carencias de personal (las listas de espera son una evidencia). La carga de trabajo es tal que hay días en los que las jornadas laborales se hacen eternas cuando una intervención se complica y además hay urgencias que atender no solo en la planta sino también en el Servicio de Urgencias. Pero no es ni más ni menos que la misma situación que año tras año se vive en Almería y en el resto de provincias andaluzas cuando llega la temporada estival. Vacaciones, jubilaciones, contratos sin renovar y ofertas de trabajo poco atractivas son básicamente la explicación a toda una coyuntura que hace que los ciudadanos tengan una sensación de “caos” e incluso de “miedo de ponerse malos en verano”. 

Los sindicatos llevan meses anunciando que el verano se esperaba complicado y reclamando contratos pero no solo para estos meses estivales, sino también para los meses en los que se supone que la normalidad debe reinar y que son de enero a mayo. Las reivindicaciones son tanto para el ámbito de la enfermería como de los médicos especialistas, anestesistas...

A pesar de todo, las cifras para la provincia de Almería en cuanto a contrataciones son las mejores de la historia a tenor de los datos anunciados por el gobierno de Andalucía respecto al Plan Verano 2024. Desde la Delegación de Salud aseguran que con las contrataciones que se han realizado para cubrir vacaciones y con las modificaciones en horarios de los centros sanitarios, la calidad asistencial “está garantizada”. Así lo avanzó el delegado, Juan de la Cruz a Diario de Almería hace escasamente unos días mientras respondía a las manifestaciones de los vecinos de Canjáyar donde la falta de un médico ha provocado una reordenación de horarios en el consultorio que deja sin urgencias por la tarde cuatro días a la semana (de lunes a jueves).

La consejera de Salud y Consumo, Catalina García, presentó también hace unas semanas la planificación de la actividad y cobertura de Atención Primaria y Hospitalaria para el verano 2024 por parte del Servicio Andaluz de Salud (SAS). Un Plan Verano de 2024 que contempla 37.320 contrataciones autorizadas para cubrir las vacaciones de los profesionales de la salud, lo que supone un 3,15% más que el pasado año (36.179), de las que 32.336 irán destinadas a Atención Hospitalaria y 4.984 a Atención Primaria. Concretamente para Almería, anunció un total de 4.255 contratos estivales, de los que la mayoría, 3.450, corresponderán a los hospitales y 805 a los centros de salud. La titular de Salud, Catalina García, se felicitó cuando explicó que el Plan de Verano contará con 144 millones de euros, un 6,6% más que en el año 2023 y un 30% más del que se dedicó en 2018. Sin duda, cifras históricas pero claramente insuficientes, según los sindicatos y la evidencia de la situación.

Precisamente sobre las listas de espera quirúrgicas, Diario de Almería ha podido saber que será a mediados de este mismo mes de julio cuando comiencen a derivarse pacientes a los hospitales privados de la capital para someterse a las intervenciones por las que llevan esperando ya demasiados meses, algunos incluso hasta fuera ya del plazo de garantías. Son los llamados conciertos puente que anunció el pasado mes de febrero la consejera y que cinco meses después tratarán de dar respuesta a operaciones que revistan “poca complicación” como cataratas, hernias, sustitución de rodillas..., “intervenciones comunes y con mucha demanda que se pueden solventar en el mismo día o en 24 o 48 horas”, como indicaron en su día desde la Consejería. Se trata de una cuestión temporal mientras se resuelve la situación y para que la sanidad pública pueda centrarse en procedimientos de mayor complejidad, tal y como señalaron.

Los sindicatos han criticado el cierre de camas hospitalarias, un verano más, y los datos facilitados a este periódico por la Junta de Andalucía hablan de un total de 95 camas funcionales menos de julio a septiembre respecto a los meses de enero a mayo entre los tres hospitales públicos de la provincia. Es en el Hospital La Inmaculada de Huércal-Overa donde únicamente no se cierran camas y en el Hospital Universitario Torrecárdenas donde mayor reducción se va a llevar a cabo, pero no más que en años anteriores. Será el momento de acometer las necesarias obras de restitución de saneamientos y rehabilitaciones que cada año se acometen en el hospital más grande de Almería. En esta ocasión toca meter la pala en el Área C de la segunda, tercera y sexta planta.