“La radio es tener algo que transmitir con el corazón y la palabra”
Almería y sus personajes I Andrés Caparrós Martínez (Locutor de radio, presentador de televisión y cantante )
Nacido en Garrucha, comenzó en Radio Juventud de Almería
Su vida profesional, entre Madrid y Barcelona
Es un auténtico mito viviente de la radiodifusión española en unos años en que apenas tenía la competencia de televisión, medio en que también trabajó. Mas de 60 años lleva ante los micrófonos y aún sigue en activo.
–Garrucha, tierra de buen pescado y un excelente locutor
–Pues muchas gracias por lo que me afecta. Sí, nací en Garrucha en 1944, un pueblo que por entonces era todo playa. No había aún puerto, que se hizo necesario para facilitar la labor de los barcos pesqueros, casi el único sustento de la población.
–Pero a ti te tiraba más la radio que la pesca...
–En Garrucha viví hasta los 11 años en que me fui a Almería con mis padres. Ingresé en la Escuela de Formación y entré en el grupo de teatro. Allí se fijó en mi voz Plácida García y me llevó a Radio Juventud a hacer pruebas. Me cogió bajo su tutela una persona maravillosa, mi padrino profesional: Pedro Úbeda a quien estaré siempre agradecido.
–¡Qué distinta aquella radio a la de hoy día!
–¡Y que lo digas! Aquella radio fidelizaba con los oyentes, era más familiar y entrañable. La radio siempre ha sido tener algo que transmitir y decirlo con el corazón y la palabra. Ante el micrófono, debes ser sincero, dirigirte al oyente con respeto y sin miedo. Es lo que siempre he procurado.
–Pero Almería no cubría tus expectativas y te vas a Madrid.
–Gracias a la almeriense Inma Codina entré en Radio Madrid y empecé haciendo anuncios con Boby Deglané, Juan de Toro, Alberto Oliveira, Joaquín Prat... los grandes locutores de la época. Yo intervenía en programas tan populares como ‘Los Formidables’, ‘Caravana fin de semana’ o ‘Carrusel deportivo’, con millones de oyentes en toda España, en los años en los que casi no existía la competencia de la televisión.
–Pero te marchas a Barcelona.
–Sí, ya que Cadena Ser me ofreció un programa de cinco horas diarias en Radio Barcelona y me trasladé. Ya estaba casado y me fui con la familia. Era otra Cataluña, con muchos almerienses que se mostraban orgullosos y presumían de serlo. Luego se fue produciendo el cambio nacionalista y el rechazo a lo no catalán y volví a Madrid, tras haber estado allí 15 años.
–Y te encuentras que la entrañable Radio Madrid es ya la Cadena Ser de Polanco...
–Fue en 1985 y me dieron un programa de 12 a 13’30, que podían escuchar por vez primera mis padres, que vivían en La Coruña, y mis paisanos de Garrucha. Pero sucedió algo inesperado. El EGM le dio a mi ‘Mediodía Cadena Ser’ 1.780.000 oyentes y a Iñaki Gabilondo, la estrella de la Cadena, y su ‘Hoy por Hoy’, la mitad. La nueva filosofía socialista de la cadena no podía permitir que un programa de variedades estuviera por encima de su buque insignia y prescindió de mí.
-Pero por entonces se inaugura Canal Sur.
–Sí, y su director, José María Durán hizo lo imposible por ficharme. Yo vivía en Madrid y colaboraba en diversas radios, estaba muy a gusto. Finalmente acepté y me dio el programa ‘A pleno Sur’, del que era director, productor y presentador; además podía cantar, algo que me gustaba.
-No hemos hablado de tus canciones. Quédate con un par.
–Pues no sabría decirte porque tengo muchas grabadas. Por su sabor almeriense, me gusta ‘Plaza Vieja’ y también otras melódicas como ‘A calle abierta’, que sé que te agrada mucho, o sevillanas como ’Querencia’. Siempre he cantado ante el micrófono. El maestro Boby Deglané me dijo un día: "Tú tienes algo especial como hay que ser en la radio. Nunca renuncies a ser como eres". Y siempre lo he procurado
-Andrés, con todo mi pesar, tenemos que acabar.
–Pues no quiero hacerlo sin mandar un abrazo muy fuerte a mi gente de Almería. No tengo palabras para expresar lo que siento por mi tierra, cualquier excusa es buena para pasar unos días allí y sentir el cariño de mis paisanos. A ver si acaba la pandemia y puedo haceros una visita para pasear tranquilamente por el Paseo, la calle de las Tiendas, la Plaza Vieja o el Parque y saludar a tantos amigos que aún tengo por allí. Lo estoy deseando.
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