Los puntos SIGRE recogieron en 2023 una media de 67,44 gramos de medicamentos por almeriense

Salud

Almería cuenta con más de 330 puntos de reciclaje de fármacos en toda la provincia

Tirar estos residuos a la basura o al desagüe puede contaminar suelos y aguas

Estos son los medicamentos más difíciles de conseguir este verano en las farmacias de Almería

Los puntos SIGRE recogieron en 2023 una media de  67,44 gramos de medicamentos por almeriense.
Los puntos SIGRE recogieron en 2023 una media de 67,44 gramos de medicamentos por almeriense. / D.A.
María Baeza

01 de septiembre 2024 - 06:00

SIGRE es la entidad sin ánimo de lucro que se encarga de garantizar la correcta gestión medioambiental de los envases y restos de medicamentos que se generan en los hogares almerienses y de toda España.

Puesta en marcha en 2001 por iniciativa de la industria farmacéutica, en colaboración con la distribución y la farmacia, se ha consolidado como la mayor alianza medioambiental de este sector para avanzar hacia una economía circular.

Durante el año 2023, los almerienses depositaron en los diferentes lugares destinados para ello, una media de 67,44 gramos de envases vacíos o con restos de medicamentos en los Puntos SIGRE ubicados en 331 farmacias repartidas por toda la provincia, con un incremento del 4 por ciento en los últimos tres años y manteniendo los valores de recogida de residuos de medicamentos previos a la pandemia.

Este crecimiento denota el compromiso de la ciudadanía con el cuidado del medioambiente a través de SIGRE, lo que demuestra que se trata de un hábito muy consolidado entre la población. La evolución de los datos pone en relieve la actitud positiva de los ciudadanos ante el reciclaje de medicamentos, pues nueve de cada diez personas consideran que tirar estos restos de manera indebida perjudica al medioambiente.

La labor de SIGRE persigue un doble objetivo. Por un lado, la evidente acción medioambiental, evitando que los restos de medicamentos y sus envases se tiren a la basura o al desagüe, contaminando de esta manera suelos y aguas. Además, es fundamental dar un tratamiento medioambiental adecuado a los envases (reciclaje) y a los restos de medicamentos (valorización energética).

Por otro lado, la labor sociosanitaria, la cual consiste en retirar de los hogares los restos de tratamientos ya finalizados y los medicamentos caducados o que estén en mal estado, evitando de esta manera accidentes, sustracciones, tráfico ilícito y falsificaciones, fomentando además el uso adecuado del medicamento, y concretamente, el del antibiótico. 

Los residuos depositados por los ciudadanos en los puntos SIGRE de toda España son retirados por las empresas de distribución farmacéutica, que aprovechan el mismo viaje que realizan para llevar a las farmacias los medicamentos nuevos, pero en sentido inverso. Este modelo de logística inversa contribuye además a disminuir las emisiones de CO2 a la atmósfera, luchando así contra el cambio climático.

Posteriormente, son trasladados a sus almacenes y depositados en una zona especialmente identificada y separada de los productos farmacéuticos, donde permanecen bajo su custodia hasta que los gestores autorizados los recogen para su traslado a la Planta de Clasificación de Envases y Residuos de Medicamentos, situada estratégicamente en la localidad vallisoletana de Tudela de Duero. Esta se trata de una moderna instalación, pionera en el mundo, dotada con avanzados recursos tecnológicos y un alto grado de automatización.

Interior de la Planta de Clasificación de Envases y Residuos de Medicamentos.
Interior de la Planta de Clasificación de Envases y Residuos de Medicamentos. / D.A.

En ella, se lleva a cabo la clasificación de los envases en función de sus materiales y de los restos de medicamentos según su tipología. Por un lado, los materiales de los envases de los medicamentos (cartón, vidrio, plásticos, aluminio, etc.) se someten a diferentes tratamientos para poder ser reciclados posteriormente. Casi el 70% de estos envases son reciclados.

Por otro lado, se aprovecha el poder calorífico presente en los restos de medicamentos y aquellos envases que no pueden ser reciclados para emplearlos en procesos de valorización energética, evitándose así el consumo de combustibles fósiles. Todos los restos de medicamentos son destruidos, ya que según la normativa vigente y las instrucciones sobre donaciones de medicamentos de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, está prohibido el uso de estos residuos para nuevos pacientes, tanto de nuestro país como de otros países, por el riesgo sanitario que supone su reutilización.

Los ciudadanos son una pieza clave del proceso del reciclado, ya que son el primer eslabón de la cadena y sin ellos, todo el sistema se detiene. Por esto mismo, la concienciación sobre la importancia medioambiental y sociosanitaria del reciclado de los residuos de medicamentos y sus envases es fundamental para la actuación de SIGRE.

Las campañas de SIGRE no solo informan sobre la importancia de depositar adecuadamente los envases y residuos de medicamentos en los puntos destinados para ello en las farmacias, sino que también fomentan una comprensión de las implicaciones medioambientales y de salud asociadas a una gestión inadecuada. Al educar a la población sobre los riesgos de la contaminación y la acumulación de medicamentos en los hogares, estas campañas generan un cambio cultural que trasciende la mera participación puntual en la iniciativa de SIGRE.

Después de dos más de dos décadas de trabajo, se presentan nuevos retos para SIGRE. Según el Real Decreto 1055/2022, de 27 de diciembre, de envases y residuos de envases, se han añadido más responsabilidades para las empresas que comercialicen productos envasados. A partir del 1 de enero de 2025, deberán encargarse de organizar y pagar por la correcta gestión de residuos que generen sus productos, tanto en el ámbito comercial como industrial.

En este contexto, los socios de SIGRE (industria farmacéutica, distribución y farmacia), para poder cumplir esta nueva obligación, han decidido dar un paso adelante en materia de circularidad y ampliar el ámbito de actuación, cursando una solicitud de autorización administrativa como SCRAP, que abarcará, no solo los residuos de medicamentos y sus envases provenientes de los hogares, sino también los envases generados en centros sanitarios, en instalaciones del ámbito farmacéutico y en las industrias. Esta decisión supone un hito en la gestión medioambiental del sector farmacéutico en España.

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